Pablo Casado no anunciará su dirección hasta después del Congreso. Lo hará en el primer comité ejecutivo, caso de ganar. Hay que darle tiempo a la posibilidad de integración. Soraya Sáenz de Santamaría las tiene muy ultimadas, dicen en su equipo. Nombres y cargos repartidos. "Incluye sorpresas", añaden.
Tanto Casado como Soraya tienen ya perfilado el esquema básico de los que serán sus equipos respectivos dirección. Hay que buscarle hueco a toda la gente que se ha sumado a la campaña, que ha apostado por cada uno de los candidatos. Quien parece tenerlo más fácil es Javier Arenas, que seguirá formando parte de la Ejecutiva gane quien gane el sábado. Dada su condición de coordinador general del grupo popular en el Senado, tiene asegurada una plaza dada su condición de secretario general del grupo popular en el Senado. El nuevo presiente podrá sugerir a su Junta Directiva un cambio en esa función, incógnita aún por despejar.
Las principales incógnitas se posan en los futuros secretarios generales, puesto clave en la organización. Ayllón por parte de Santamaría y Maroto en el grupo de Casado, suenan en los corrillos del PP. Más claro está que en los órganos de dirección deberán estar los nombres más activos en la campaña. Por ejemplo, con Soraya se da por hecho que estará Fátima Báñez, también posible secretaria general, Alicia Sánchez Camacho, Alfonso Alonso, Antonio Sánz y quizás algún ministro como Íñigo de la Serna, que se quedó muy descolgado tras su salida del Gobierno.
Nombres y quinielas
Casado contará indefectiblemente con algunos de quienes han sido sus compañeros en el Comité de Dirección de Rajoy, como el mencionado Maroto, Andrea Levy, el diputado por murcia Teodoro García Egea, alma máter de la candidatura, y algún exministro, como Dolores Montserrat, Rafael Catalá o el propio José Manuel Soria, de la órbita de Dolores Cospedal. Se ignora qué ocurrirá con la ex número 'dos' de Génova. Candidata electoral a Ayuntamiento de Madrid o a Europa.
El presidente tiene la potestad de designar a cinco vocales en la Ejecutiva. Cabe pensar que esos huecos se destinarán como gesto a la integración, es decir, a incorporar a dirigentes que compitieron en la lista rival. Ninguno de los dos aspirantes se ha pronunciado sobre nombres, aunque se han manifestado insistentemente en la línea de sumar personas y equipos. Es intensa la presión del aparato popular para que las heridas se clausuren cuanto antes. Para ello, se necesitan gestos para con la plataforma vencida.
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