Política

El 'caso Dina' desata el pánico a una guerra de sucesión en Podemos

Los problemas judiciales pueden obligar a Iglesias a alejarse de los focos. El sector de Irene Montero no está dispuesto a ceder el cetro a Yolanda Díaz, cuyo protagonismo empieza a molestar en altas esferas

Filtraciones y sospechas vuelven a sacudir Podemos. El partido morado se acerca a otra polémica interna, esta vez protagonizada por dos ramas del Gobierno, y alimentada por el llamado caso Dina, la investigación sobre el móvil de la exasesora de Pablo Iglesias y que puede acabar con una imputación del vicepresidente. Sectores de la cúpula morada afines a Irene Montero actúan para evitar que Yolanda Díaz se convierta en la referente del partido. "Es la pelea de las peleas", afirman algunos.  

Varias fuentes de Podemos aseguran que entre Montero y Díaz hubo un importante alejamiento a lo largo de los últimos días, tal vez semanas. Se emplean términos como “pelea”, y se señala a dos figuras referentes de Podemos, ambas consideradas posibles número dos del partido en el caso de un alejamiento de Iglesias.

Por parte de los afines a Montero se ha registrado una ofensiva contra la ministra Díaz. La titular de Trabajo protestó ante la cúpula morada cuando intentaron señalarla por la debacle de las elecciones gallegas, pero en Podemos creen que esa polémica esconde una maniobra para convertirse en la alternativa a Iglesias. “Detrás hay una pugna de poder por la sucesión en caso de que Iglesias acabe imputado en el caso Dina y tenga que apartarse”, afirman fuentes moradas.

En opinión de estas fuentes, la cúpula del partido está “preocupada” de que “Yolanda Díaz está mucho mejor situada que Irene Montero para liderar Unidas Podemos”. Díaz es la mejor valorada entre los cinco ministros de Podemos. Montero, en cambio, tiene la puntuación más baja, según el CIS de marzo. 

Choque con Irene Montero

Fuentes cercanas a Díaz niegan tajantemente que ella esté interesada en liderar Unidas Podemos. Reducen a “paranoia” esa posibilidad, y quitan importancia a que en octubre se diera de baja de IU (por una desavenencia con Alberto Garzón). La ministra, en efecto, sigue vinculada al PCE, que forma parte de IU. También niegan un “enfrentamiento” con Iglesias, aunque en el partido aseguran: “Si hubo un choque, fue con Montero, es la pelea de las peleas”.

IU lanzó en enero un tuit en el que recalcó: “Tendremos un ministro y una ministra en el Gobierno”. El mensaje estaba acompañado por la imagen de Díaz y Garzón, lo que para los miembros de Podemos demostraría que IU intentó ocultar el alejamiento de Díaz.  

Sea como fuere, con respecto a Irene Montero hay comentarios de todo tipo. Algunos hablan de “celos” de la ministra de Igualdad hacia Díaz. Se trata de una relación con altibajos desde febrero. Fuentes de Podemos instaladas en el Gobierno aseguran que Montero se quejaba de que su ministerio tenía pocas competencias y que sufría las presiones de las feministas. Exigía más visibilidad para hacer frente a la popularidad de la ministra de Trabajo, como adelantó Vozpópuli. Algunos sostienen que pidió comprar trajes de chaqueta parecidos a los de la ministra gallega.

"La quieren quemar"

Dentro de la formación morada algunos toman ya partido por Díaz. Son muchas las voces que creen que la cúpula quiere “quemar” la figura de la ministra de Trabajo, como forma de ataque preventivo para evitar que se postule para liderar la formación en el futuro.

Todo tiene que ver con la “guerra de sucesión” al margen del ‘caso Dina’. Este caso “preocupa y mucho” en Podemos, aseguran las fuentes consultadas. “Dina ha creado un agujero que no se va a poder resolver”, detallan dirigentes de Podemos, que también señalan como ha caducado en la opinión pública la tesis de las "cloacas".

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Doble preocupación

El miedo de los morados es doble. Por un lado existe la deriva judicial para Iglesias, con la posibilidad de que el juez García Castellón acabe pidiendo al vicepresidente explicaciones sobre la retención de la tarjeta de Dina Bousselham y si la destruyó a sus espaldas. Podría caerle una imputación por destrucción de pruebas y delito informático.

Luego está la investigación de la Fiscalía Anticorrupción de Madrid respecto a la relación entre la abogada de Podemos, Marta Flor, y el fiscal Ignacio Stampa. Si la Fiscalía decide mirar a fondo el asunto, podría crearse otro agujero, pero en todo el proceso del caso Villarejo.

En medio de ese embrollo aumentan las voces que afirman que hay que empezar a hablar de la sucesión de Iglesias. El sector de Irene Montero trabaja activamente para hacerse con el partido desde hace tiempo. Anheló lograrlo en el verano del año pasado, cuando Iglesias amagó con no entrar en el Gobierno para que Montero se hiciera con la vicepresidencia, pero luego reculó. Ahora los afines de la ministra de Igualdad no quieren perder ni un metro de su ventaja. 

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