El movimiento feminista llama a la huelga por segundo año consecutivo. Las mujeres intentarán replicar este viernes el éxito del pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, pese a la injerencia de los partidos. Estos llevan días lanzando mensajes que van desde el apoyo incondicional a la protesta a la indiferencia o, incluso, el rechazo.
El objetivo de la convocatoria actual es el mismo: reclamar la igualdad real entre hombres y mujeres. Sin embargo, el adelanto electoral y la irrupción de Vox en la escena política ha provocado el nerviosismo en los dirigentes y sus discursos reflejan una división mayor ante las movilizaciones.
Tanto es así que el Partido Popular ha decidido desmarcarse y no acudirá a la manifestación. El partido de Pablo Casado considera que el manifiesto de las convocantes -la Comisión del 8-M- está "politizado" y es "partidista".
El partido de Pablo Casado considera que el manifiesto de las convocantes -la Comisión del 8-M- está "politizado" y es "partidista"
Si el año pasado, aún en el Gobierno y bajo el mandato de Mariano Rajoy, se vio obligado a modular el discurso tras la multitudinaria manifestación, este año han decidido dar un paso atrás en el último momento.
Dos semanas antes del pasado 8-M, el PP envió a sus cargos un argumentario que fijaba la posición del partido sobre las huelga donde se calificaba la protesta de "elitista", "frívola", "insolidaria" e "irresponsable".
Pero millones de mujeres colapsaron ese día las calles de toda España, así que el entonces portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, cambió el tono y terminó valorando "positivamente las movilizaciones, porque revelan la solidaridad, la comprensión y la concienciación de la sociedad por la igualdad entre hombres y mujeres".
Llegó a calificar las protestas como "una buena noticia" que "satisfacía" al Gobierno de Rajoy ya que la igualdad de género "es una de sus prioridades".
El desmarque del PP
Pero el nuevo 8-M llega poco antes de las elecciones generales que se celebrarán el próximo 28 de abril. Tomar una u otra posición ante el manifiesto feminista ahora se entiende en clave electoral.
La formación liderada por el partido de Pablo Casado vuelve a denunciar que el manifiesto de las convocantes está "politizado" y es "partidista" y asegura que "los partidos de extrema izquierda pretendan monopolizar esta convocatoria buscando la división y enfrentamiento entre hombres y mujeres, e incluso entre mujeres de ideologías distintas".
Alguna de sus dirigentes, como Andrea Levy, tenían pensado acudir a la protesta, pero tras leer el manifiesto, han decidido desmarcarse. En este contexto, los populares celebrarán un acto alternativo con mujeres y leerán otro texto.
Ciudadanos han apostado por lanzar un decálogo a favor de lo que consideran "feminismo liberal"
En Ciudadanos han apostado por lanzar un decálogo a favor de lo que consideran "feminismo liberal". El partido naranja se suma a la manifestación feminista a través de una propuesta que trata de "enfrentarse al paternalismo". "Por mí no decide ni habla nadie", comentaba Inés Arrimadas.
"Nosotros queremos un feminismo liberal, abierto, no excluyente, moderno, transversal", exponía la dirigente catalana justo antes de aprovechar para anunciar una propuesta en torno a la gestación subrogada en España.
Uso de cuentas oficiales
Podemos y PDeCAT son los únicos partidos que se suman a la huelga del 8-M, mientras que el PSOE y Esquerra Republicana (ERC) han decidido secundar los paros parciales convocados por los principales sindicatos.
Con el lema Tiempo de mujeres, el PSOE critica los mensajes lanzados desde algunas agrupaciones como VOX. "Es tiempo de mujeres frente a quienes niegan las necesidades de políticas activas para su seguridad, frente a quienes pretenden retrotraernos a otros tiempos, o frente a quienes sienten esa nostalgia en blanco y negro", ha defendido Pedro Sánchez.
En una carta a su militancia, Sánchez anunció que su Ejecutivo se sumaría a la huelga, al limitar su actividad institucional a la reunión del Consejo de Ministros de este viernes.
Además, el Ejecutivo ha utilizado también las cuentas oficiales en las redes sociales para publicitar el Día de la Mujer, como las de los distintos ministerios y las de la Policía o la Guardia Civil.
El cartel de Iglesias
Bajo el liderazgo de Irene Montero, la formación morada, que ahora se autodenomina Unidas Podemos, llama a la huelga general y a que sean las mujeres las que la lideren. Aprovecharán el tirón del 8-M para presentar a las candidaturas a las próximas elecciones generales este fin de semana.
Podemos quiere abanderar el movimiento feminista y que su discurso cale en todos los sectores. Incluso ha propuesto una asignatura sobre feminismo en los colegios públicos. Sin embargo, el cartel que han lanzado para anunciar la vuelta de Pablo Iglesias el próximo 23 de marzo les ha puesto en el punto de mira por lo contrario.
Este ilustraba a Iglesias con el puño arriba y la palabra 'Vuelve' con 'el' remarcado. "Pablo Iglesias se reencuentra con la gente", rezaba el texto más abajo. En plenas movilizaciones del 8-M, la lluvia de críticas por parte de feministas no se ha hecho esperar. Incluida Manuela Carmena.
En plenas movilizaciones del 8-M, la lluvia de críticas al cartel sobre la vuelta de Iglesias por parte de feministas no se ha hecho esperar
Por parte de Vox, aún sin representación en el Congreso de los Diputados, las mujeres han roto con la huelga del 8 de marzo. La vicesecretaria de Acción Social y presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio, ha calificado las movilizaciones de "pantomima subvencionada" y se ha negado a participar en ellas.
Aunque las organizaciones feministas estiman que la huelga general y la manifestación volverá a ser secundada por millones de mujeres, las elecciones generales a la vuelta de la esquina han provocado una politización mayor del movimiento y las polémicas en torno al feminismo se han disparado en la última semana.
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