Política

Iglesias pone el foco en su abogada para evitar la imputación por el 'caso Dina'

El líder de Podemos intentará descargar en la letrada la mala gestión en la investigación para disculparse ante el juez. Su equipo teme que el informe pericial sobre la tarjeta SD acabe con su imputación

El giro que está tomando el llamado caso Dina empieza a preocupar y seriamente al entorno de Pablo Iglesias. Fuentes de Podemos desvelan a este diario que el vicepresidente del Gobierno confía en que el informe policial sobre la destrucción de la tarjeta del móvil de su exasesora acabe en nada. Pero que mientras tanto, el planteamiento del secretario general consiste en echar el grueso de la responsabilidad de todo ese embrollo a su abogada, Marta Flor, ahora apartada de la causa.

“Esta tía está muerta”. Así de contundente se manifiesta una fuente del partido de Iglesias que asegura que en el entorno del vicepresidente todo achacan a su “mala gestión” del asunto los problemas judiciales a los que se puede enfrentar el líder de Podemos. Hasta la fecha ha trascendido lo que algunos habían advertido antes: que la abogada Flor estaba manteniendo una relación demasiado íntima con un fiscal involucrado en juicio del caso Tandem del excomisario Villarejo, y que esto podía afectar a la estrategia procesal de Podemos.

El segundo temor proviene de la actitud de la propia Flor. La letrada es conocida en los ambientes de Podemos por exagerar su papel en determinados juicios. Una situación que hasta ahora no había generado problemas, aunque sí malestar interno, pero que ahora ha desembocado en una crisis mayúscula de carácter nacional.

Conversaciones nocturnas con el fiscal

La propia Fiscalía ha abierto una investigación por supuesta filtración de información privilegiada entre el fiscal Ignacio Stampa y la letrada de Podemos. Y no es improbable que salgan más filtraciones desde el partido. Según fuentes de Podemos consultadas por Vozpópuli, Flor alardeaba de que "hablaba por la noche" con el fiscal.

La cuestión no es baladí. Y ante el cruce de filtraciones, el entorno de Iglesias ha decidido “echar el muerto” a Flor. De momento ha sido apartada de la prima línea en el juicio. La sustituye Raúl Maíllo, abogado activo en Izquierda Unida y que trabaja con otros dirigentes de Podemos en algunos asuntos personales.

Además de ser apartada, todos en Podemos apuestan a que la dirección la acabe echando de una manera u otra. "Está profesionalmente sentenciada", aseveran.

La estrategia de Iglesias pasa así por señalar a la letrada como la culpable del malentendido. “Es la mejor opción para él. Decir algo así: yo vine a la Audiencia Nacional, me expliqué, pero la abogada me asesoró mal”, comentan desde las filas del partido morado.

Dina Bousselham

Defensa a la desesperada

Se trata de una estrategia de defensa casi a la desesperada, porque todos admiten que el futuro de Iglesias dependerá del informe policial sobre la destrucción de la tarjeta. En una de sus declaraciones, Dina dijo que el líder morado le devolvió la tarjeta robada a finales de 2015 en mal estado (no pudo abrir su contenido).

El juez Carlos Jiménez Villarejo quiere saber con claridad por qué Iglesias, después de obtener la tarjeta sustraída a Dina Bousselham a principio de 2016 de los directores de la revista Interviú, no la devolvió a su compañera de inmediato. El juez puede de hecho sospechar que detrás del interés de Podemos para el caso Villarejo estuvo una estrategia electoral de cara a las elecciones de 2019, para presentarse como víctima de las "cloacas". 

Los enemigos de Dina

Para el juez hace falta aclarar si la tarjeta SD se destruyó con intencionalidad. Posiblemente para evitar que se difundiera el material contenido en ella, tal y como apuntan algunos en la formación morada. De hecho, tal y como ya ha desvelado este diario, desde el año 2016 la figura de Dina estaba muy desgastada en el partido y eran muchos los que sospechaban de ella.

Si la Policía Nacional detecta que alguien rompió adrede la tarjeta, varias fuentes de Podemos y judiciales consideran que la situación para el vicepresidente del Gobierno se complicará. Se espera que el informe pueda estar listo antes de agosto, y sobre ese documento el juez decidirá si seguir investigado al vicepresidente.

“Pablo tiene miedo a que todo salga mal”, comenta una fuente del partido. Por ello intenta escudarse detrás de la escasa profesionalidad de Marta Flor, y, si hace falta, del fiscal Stampa. “Siempre se escuda en alguien, para decir que él no ha hecho nada”, afirman otros, que detallan el interés del secretario general en “poner ahora el foco” en la letrada como arma de autodefensa política y procesal. "Pero va a ser difícil. El problema es que Pablo ha declarado, y también lo ha hecho Dina, y las dos versiones no coinciden", comentan dentro del partido. 

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