Mientras Pedro Sánchez descansaba en Doñana, la cúpula de Podemos perfilaba los pasos a seguir de aquí al 23 de septiembre, última fecha para la investidura. Según el análisis de varios dirigentes morados, los días clave para intentar llegar al Consejo de Ministros no serán los últimos de septiembre, sino los últimos de agosto. Más concretamente esta semana y la siguiente, que es cuando Podemos contempla forzar la máquina para intentar que ante la probable repetición electoral se visibilice al socialista como responsable del bloqueo.
Después del envío de un programa con cuatro escenarios de coalición, ya rechazado por el PSOE, Pablo Iglesias estudia apelar al Rey Felipe VI en su papel de Jefe del Estado para que presione a Sánchez y aclare si quiere intentar desbloquear la investidura o tirar la toalla. El punto central de la reflexión de varios dirigentes de Podemos, según ha podido saber Vozpópuli, atañe al artículo 99 de la Constitución.
Papel clave en la parálisis
Ese artículo otorga al Jefe del Estado un papel clave en situaciones de parálisis gubernamental. Es él quien tiene que impulsar nuevas consultas con los líderes políticos, lo que de facto activa el reloj de las negociaciones. El problema es que el artículo 99 es en algunos aspectos ambiguo, porque no fija anteriormente un código de conducta. Es decir, que es el Jefe del Estado quien decide los tiempos del proceso negociador y su espera puede ser considerada una manifestación de prudencia, o cuestionada como el indicio de que desea nuevas elecciones.
En los últimos días, algunos dirigentes y diputados de Podemos han debatido sobre pedir que Felipe VI mueva ficha y que sus palabras se conviertan en una presión sobre Sánchez. Iglesias quiere que el asunto se agilice cuanto antes y cree que si la presión sobre Sánchez dura más de una semana algo puede desbloquearse. Mientras, se ha asegurado el apoyo de las formaciones de su grupo en la petición de una coalición.
Se movilizan los intelectuales
Algunos pensadores de referencia de los morados ya se han pronunciado al respecto. Se trata, por ejemplo, del catedrático Javier Pérez Royo, quien ha escrito en el Diario.es que "el Rey tendría que haber iniciado ya la ronda de consultas con los distintos partidos con representación parlamentaria, con la finalidad de proponer un nuevo candidato, que puede ser de nuevo Pedro Sánchez o no. (…) Tendría que haber oído ya a dichos representantes y no dejar pasar el tiempo para que Pedro Sánchez 'juegue' a la investidura sin hacer el trabajo que dicha operación requiere".
Miembros de Podemos y del sector pablista están moviendo el artículo por las redes. En ese sentido, en Podemos sostienen que Sánchez está perdiendo tiempo. El pasado viernes, la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá, ha asegurado que no habrá contactos con líderes políticos la semana que viene, en la que sí se retomarán los encuentros con los colectivos sociales si bien no ha precisado con cuáles será.
Sea como fuere, en el pasado mes de junio, cuando Iglesias se entrevistó con Felipe VI, le comunicó que no apoyaría un ejecutivo de Sánchez sin tener cerrada una coalición. Así fue finalmente, aunque en el camino aceptó incluso dar un paso al lado para lanzar a Irene Montero en el gobierno, como adelantó Vozpópuli.
Adelantarse en el programa
Durante aquel encuentro, Iglesias fijó algunos puntos programáticos necesarios para respaldar a Sánchez. Habló de la derogación de la reforma laboral, la subida a 1.200 mensuales del salario mínimo, el salario de ciudadanía de 600 euros y la subida de impuestos a la banca. Podemos quiere insistir en esos puntos que pondrían en apuro a Sánchez y desarticular su próximo movimiento, que con toda probabilidad será contraatacar en el plano programático.
Desde Podemos piensan que en los próximos días el equipo de Sánchez lanzará a los medios una propuesta de programa de gobierno con medidas sociales que, en teoría, Podemos debe respaldar. Por ello, es esencial que sea Podemos quien llegue primero, ya que en la batalla por el relato Sánchez quede ante la opinión pública como el obstruccionista de un gobierno de coalición y el irresponsable. Y si por ello hace falta usar al rey, en su papel de Jefe de Estado, en Podemos muchos aseguran que no “hay problema alguno. Si no, ¿por qué está allí?”.
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