Podemos no se dejará arrastrar a otra negociación a contrarreloj como la de la reciente investidura fallida si el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, vuelve a intentarlo. Así lo ha decidido el líder morado, Pablo Iglesias, que ve con escepticismo el maratón de reuniones que Sánchez ha montado con distintos colectivos para armar una nueva propuesta que desbloquee la investidura.
Sánchez ha recuperado la fórmula de Gobierno monocolor del PSOE tras constatar, dice, el fracaso de la coalición. Pero Iglesias mantiene que el nuevo Ejecutivo debe ser de coalición porque así lo determinaron las urnas el 28 de abril. Y considera que utilizar el ejemplo de Portugal es, de nuevo, un excusa para no sentar a Podemos en el Consejo de Ministros.
Negociación frenética
La dirección de Podemos cree que hay tiempo de sobra para pactar un Gobierno durante agosto. Lo que Iglesias no aceptará es otra negociación frenética de 48 horas plagada de filtraciones, entrevistas y mensajes cruzados en los medios de comunicación.
La formación morada no repetirá lo ocurrido en los días decisivos de la investidura fallida de Sánchez. Los líderes de ambos partidos acabaron intercambiando mensajes en la prensa o en la tribuna del Congreso. Si hay un nuevo debate antes del 23 de septiembre, fecha límite para evitar la repetición electoral el 10 de noviembre, Podemos quiere llegar con los deberes hechos.
Por eso, Iglesias no entiende la ronda de Sánchez con asociaciones y sindicatos, ni los nuevos llamamientos del líder del PSOE a la abstención de PP y Ciudadanos. Fuentes de Podemos recuerdan que Iglesias ya mantuvo numerosas reuniones con colectivos sociales durante junio y julio, mientras el jefe del Ejecutivo permanecía inmóvil y otorgaba el mismo nivel de interlocución a Pablo Casado y Albert Rivera que a Iglesias.
Podemos tampoco confía demasiado en la nueva propuesta que saldrá de estos encuentros. El programa, señalan estas fuentes, estaba prácticamente cerrado cuando la negociación saltó por los aires en pleno debate de investidura.
El programa estaba cerrado
Tal y como adelantó Público, la base de ese acuerdo que no llegó a ver la luz era el pacto presupuestario de la pasada legislatura. Y recogía medidas como la derogación de parte de la reforma laboral, la regulación de los precios del alquiler y una subida progresiva del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 1.200 euros.
A pesar de que Podemos no alcanza a comprender estos movimientos, Iglesias sostiene que hay margen para el acuerdo. Y confía en desbloquear la situación con Sánchez en lugar de seguir apelando a la abstención de los partidos de centro derecha.
El líder morado ha trasladado a su equipo que actuará con responsabilidad para evitar nuevas elecciones.
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