Política

Los cuatro apóstatas de la Mesa del Parlament se borran del 21-D

Los cuatro miembros de la Mesa del 'Parlament', en libertad bajo fianza, se alejan de la contienda electoral del 21D. Renuncian a repetir en las listas

Los cuatro miembros de la Mesa del Parlament, imputados y en libertad bajo fianza, se alejan de la primera fila de la política. Dos de ellos han declarado abiertamente su deseo de no revalidar su condición de candidatos. Los otros dos están en la misma línea, salvo sorpresas de última hora. Son los 'apóstatas' del Parlament. En su comparecencia ante el juez Llarenas se sumaron a la 'vías Forcadell', acataron el 155, renegaron la proclamación de independencia y según el auto del magistrado, "han manifestado que, o renuncian a la actividad política futura o, los que desean seguir ejerciéndola, lo harán renunciando a cualquier actuación fuera del marco constitucional".

Es decir, que se pliegan a lo exigido por el tribunal o tendrán serios problemas, en forma inmediata, para seguir en la calle. Se trata de tres diputados de Lluís Guinó, Ramona Barrufet, y Lluís Corominas, diputados por JxSí y Anna Simó, de ERC. Los cuatro abjuraron de la DUI y se fueron a casa. La ANC les ha pagado la fianza de 25.000 euros por cabeza.

A pocas horas de que se cierren las listas electorales, estos dirigentes secesionistas han dado muestras de querer pasar página y retirarse de la actividad política. Alguno de ellos lo ha hecho incluso mediante declaraciones muy alejadas de la línea del 'procés'. Así, Anna Simó, que fue en su día consejera de Bienestar Social en el tripartito, aseguraba que "le dije al juez que la vía unilateral es imposible" y también apuntaba que "o lo hacemos con España y la UE o no seremos ni una seta en el mundo". Barrufet se expresó en términos similares ante el magistrado, al reconocer que "el proceso sólo es posible desde un pacto político" con el Gobierno central, según trascendidos judiciales.

El repliegue secesionista

Se advierte en estas horas una marcha atrás desde las filas del secesionismo, con Puigdemont al frente de la retirada. Son muchos los altos cargos de este sector que han mostrado sus dudas y hasta reproches para con el proyecto que hasta hace apenas unas semanas defendían con ardor. 

Los cuatro del Mesa, conscientes de que la sombra del Supremo vigila sus pasos, han decidido evitar problemas futuros y, de esta forma, han mostrado abiertamente su deseo de apartarse de la contienda electoral, como Simó y Barrufet, o no han insinuado siquiera la posibilidad de repetir en las listas, como Corominas o Guinó.

El primero de ellos, experimentado parlamentario durante cuatro legislaturas, era la ano derecha de Forcadell en la Cámara, su principal asesor y, en el fondo, el auténtico cerebro de las dos sesiones de la vergüenza, de los días 6 y 7 de septiembre, en las que se aprobaron las leyes del referéndum y de desconexión. El goteo de altos cargos del independentismo que se aleja de la pugna electoral es imparable.

Es un hecho que preocupa en el espacio secesionista ya que esta deserción de altos responsables de los partidos separatistas empieza a crear una imagen de derrota frente a lo que pueda pasar el próximo 21-D, en el que se apunta ya la posibilidad de una gran abstención entre los votantes que hasta ahora se alineaban con el 'procés'. 

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