Miles de personas, jaleadas desde TV3, se han echado este domingo a las calles tras tener conocimiento de la detención de Carles Puigdemond en Alemania. Los radicales, después de semanas de parálisis, han agitado a sus bases con un llamamiento a 'la primavera catalana', en consonancia con la 'primavera árabe', para paralizar el país y plantarle cara al Estado y al Rey, según se lee en las redes. Cortes de tráfico, ocupación de ías públicas, concentraciones masivas, altercados. Buscan la agitación 'sin tregua' en estos momentos de general conmoción.
La ANC, que acaba de elegir a Elisenda Paluzie como presidenta, ha hecho llamamientos a concentrarse frente al consulado alemán y a la delegación del Gobierno, donde se vivían escenas de enfrentamiento con los Mossos d'Esquadra, desplegados en la zona La CUP habla de sublevación general, de ocupar las calles y plazas de Cataluña hasta que sena liberados los 'presos políticos' y prepara ya unas 'jornadas de lucha contra la represión'.
Los principales dirigentes del secesionismo han optado por los llamamiento a la paz y la calma, dentro de la firmeza, para evitar escenas de violencia. Las próximas horas se prevén cruciales. Los Comités de Defensa de la República pretenden reeditar situaciones como el asedio a la consejería de Hacienda, en la que la Guardia Civil fue cercada por más de cincuenta mil manifestantes.
Se convocan huelgas sectoriales que, de acuerdo con lo que llega desde el mundo sindical, no tendrán demasiado efecto. Las universidades preparan 'jornadas de lucha', aunque el hecho de que la detención del expresidente haya coincidido con el inicio de las vacaciones de Semana Santa restará efectividad a estas convocatorias.
