Política

El independentismo se refuerza ante la volatilidad: "Les conviene alimentar la tensión"

Las encuestas sobre intención de voto reflejan un estancamiento de Ciudadanos y el ascenso de ERC. Los soberanistas siguen sumando mayorías en el Parlament a la vez que el sentimiento independentista se mantiene en los sondeos. Los expertos coinciden: se alimentan de la victimización y el enfrentamiento 

Lejos de perder fuerza, el independentismo parece seguir sumando adeptos para la causa un año después del referéndum ilegal del 1-O. Si atendemos a las últimas encuestas de opinión y sobre intención de voto en Cataluña, las fuerzas independentistas no solo no pierden fuerza sino que en algunos casos parecen consolidarse en una sociedad catalana cada vez más polarizada.

El último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), publicado en el mes de julio -9 meses después del 1-O-, Esquerra Republicana desbancaría a Ciudadanos como partido más votado en Cataluña con una horquilla de entre 35 y 37 escaños frente a los 32 con los que cuentan en la actualidad en el Parlament. El partido naranja obtendría entre 29 y 30 diputados frente a los 36 que le dieron las últimas elecciones autonómicas. JxCat, la formación del huido Puigdemont, descendería hasta los 27-29 parlamentarios frente al los 34 que tiene ahora.

La realidad es que las fuerzas independentistas siguen manteniendo el control en el Parlamento catalán y es muy difícil cambiar esta tendencia. Los expertos consultados por Vozpópuli coinciden en que los resultados obtenidos por Ciudadanos en las últimas elecciones son algo excepcional. Consideran que la formación naranja ha tocado techo en Cataluña y esto, unido a un PP que no levanta cabeza en esta Comunidad Autónoma y a un PSC muy ambiguo con el independentismo -y cuyos resultados electorales tampoco son boyantes-, hace muy complicada cualquier alternativa constitucionalista frente al bloque soberanista. 

Sentimiento independentista 'volátil' 

Según este último Barómetro del CEO, el 46,7% de los catalanes quiere que Cataluña sea un estado independiente, aunque la tendencia cae más de un punto desde la última encuesta de abril de 2018 (48% frente al 43,7% que se posicionaba en el lado contrario). Unos resultados estos últimos muy parecidos a los que arrojó la encuesta de la Generalitat realizada en octubre de 2017; datos que demostraron su volatilidad poco después, en la encuesta realizada en el mes de febrero donde el apoyo al independentismo cayó 8 puntos.

Más reciente, de este mes de septiembre, es el sondeo de SocioMétrica para El Español que revela que el porcentaje de catalanes que desea la independencia alcanza el 51,1%, justo un punto más que hace un año según los datos ofrecidos por la misma empresa, cuando se celebró el referéndum ilegal del 1-O y se dio paso a la frustrada Declaración Unilateral de Independencia.

Desde el anterior sondeo se han producido -además de procesamientos judiciales, huidas y conflictos jurisdiccionales- dos acontecimientos clave, recuerda este diario: la aplicación del artículo 155 y el cambio de presidente del Gobierno. Ninguno de los dos han rebajado la pulsión independentista.

Destaca este sondeo que más de la mitad de los catalanes, un 53% (que es incluso más de los que desean la independencia) cree que ésta se producirá en los próximos años. 

Los independentistas son expertos en celebrar aniversarios. El independentismo es el principal interesado en que haya tensión, en tener movilizada a la gente

Politólogos contactados por Vozpópuli recuerdan que el porcentaje de los catalanes que desean la independencia siempre ha oscilado entre esos márgenes -en torno al 45-50%- y creen que si esta cifra es ahora ligeramente superior es porque el independentismo trabaja a fondo para que esto suceda. Fabio García Lupato, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, destaca en este sentido que "los partidos independentistas tienden a enfatizar su mensaje y a que sólo se hable de eso -en este caso la independencia-, ya veremos qué pasa con la irrupción de nuevos actores como Manuel Valls que empiezan a hablar de otros problemas en Cataluña más allá del soberanismo-.

"Los independentistas son expertos en celebrar aniversarios. Ya se apropiaron de la Diada y ahora preparan su 1-O. Dentro de unos días harán lo propio cuando se cumpla un año de la fallida Declaración de Independencia", señalan. "El independentismo es el principal interesado en que haya tensión, en tener movilizada a la gente. Sin esa emotividad, la gente desconectaría y el porcentaje de personas que desean la independencia volvería al tradicional 45-46%", añaden.

Una sociedad polarizada

En cuanto a la polarización de la sociedad catalana y de España en su conjunto, la encuesta más reciente, realizada por Metroscopia para HENNEO, revela que el 84% de los ciudadanos cree que en este momento Cataluña está partida en dos mitades casi irreconciliables.

Los datos de la encuesta de estimación de voto y sobre el clima social destacan que el 69% del conjunto de los españoles considera que la situación ha empeorado en el último año. 

Los expertos consultados coinciden: el conflicto genera votos y esta polarización y visión de ruptura es fruto de una estrategia del independentismo que se aleja del diálogo para buscar el enfrentamiento. ¿Quién se acordaría de Puigdemont si no se presentara día tras día como una víctima o si no alimentara constantemente este enfrentamiento?, se preguntan.

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