Política

Puigdemont negociará con Sánchez su respaldo a la moción

El independentismo catalán apoyará la investidura de Sánchez. Puigdemont tiene previsto negociar con el secretario general del PSOE sus condiciones

"Cualquier día lo veremos pactando con Puigdemont", dijo Fernando Maíllo, coordinador general del PP, en su frenético ataque a Pedro Sánchez. La admonición puede convertirse en realidad. El expresidente fugado pretende mantener algún contacto personal con el líder del PSOE antes de avalar su investidura. Quizás no sea una conversación telefónica entre ambos, pero sí habrá contacto, comentan en el entorno de Berlín, donde Puigdemont aguarda la decisión de los jueces alemanes. "Sánchez tiene mucho que hacerse perdonar", añaden estas fuentes. 

El expresidente no tiene prisa en abandonar la etapa Rajoy. Su estrategia es la confrontación permanente con el Estado y el PP se lo facilita cada día. Dirige con atención los primeros pasos de su valido, Quim Torra. Le ayuda y le da instrucciones. El acuerdo con Sánchez se dirigirá desde Berlín. El prófugo quiere garantizarse con el PSOE que no haya sobresaltos en el futuro. Ni más 155, ni bromas con TV3 o con los Mossos. Sin muchas más exigencias. Ni referéndum, ni república, ni presos fuera. Lo primero es bendecir a Sánchez y luego ya se verá. 

Pedir perdón

El independentismo colaborará para que se concrete el cambio de inquilino en la Moncloa. Con severas condiciones. El bloque de la secesión no es unánime. "Sustituir a un presidente corrupto por uno cómplice no es negocio", asegura Eduard Pujol, portavoz de JxCat. La moción de censura divide en algunso puntos a los independentistas. El PDeCat mostró raudamente su apoyo con reparos. "Debe sentarse a negociar de verdad y ha de distanciarse de Ciudadanos", aseguraba Carles Campuzano, su portavoz en el Congreso. 

Más duros se mostraban en JxCat, la plataforma del expresidente, muy ofendidos por la actitud del secretario general del PSOE en las últimas jornadas. "Sánchez debe pedir perdón por lo que ha dicho, hacerlo públicamente", enfatizan. Torra quiere una humillación más que una rectificación, dicen los neoconvergentes. Todo aquello de "racista, supremacista, xenófobo se lo tiiene que merendar" añaden. "No tendrá problemas para hacerlo, es político de principios flexibles", comentan con ironía en estos círculos. El diputado Pujol iba un poco más allá al señalar que "Rajoy no nos gusta pero Sánchez aún menos. Nada ganamos con poner en la Moncloa a un presidente que fomenta el odio". Son las palabras más duras escuchadas desde el frente secesionista. 

La hora de la venganza

ERC, a través de su portavoz en el Congreso Joan Tardà, se mostraba exigente pero más afable. No les disgusta Sánchez. No se entienden mal con Iceta. Hacen buenas migas con el PSC. Apoyo con condiciones. Retirada de los mencionados agravios, negociación y punto final a 'la ideología del 155'. Con todo, Junqueras no pondrá pegas al viaje del PSOE hacia la Moncloa.

Los separatistas catalanes consideran que es la hora de su venganza. De defenestrar el 'espíritu del 155' y recomponer la situación de cara a negociaciones serias. Quim Torra, el presidente, nada ha comentado públicamente sobre la novedad. Su empeño ahora estriba en formar Govern. Le ha remitido una misiva a Rajoy para que levante el bloqueo. Ha incluido en la carta un trabajo elaborado por los servicios jurídicos de la Generalitat que consideran no ajustado a Derecho el veto a la publicación de los nuevos consejeros en el BOE catalán. 

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