El movimiento secesionista catalán atraviesa problemas financieros. El dinero no fluye como antes del 155. Los controles del departamento de Cristóbal Montoro son inflexibles. La juez Lamela ha pedido a la Guardia Civil que se escudriñen las cuentas de las organizaciones separatistas. Los problemas crecen.
La gran romería a Bruselas que preparan para el 7 de diciembre las entidades independentistas, ANC y Omnium, está en grave riesgo de naufragio por falta de fondos. El ministerio de Hacienda ha puesto la lupa sobre estas dos organizaciones, encargadas de la agitación callejera durante el 'procés'. "Llenemos Bruselas" es el eslogan de la que se pretende gran marcha cívica, cuya idea arrancó en las redes y ahora apadrina la ANC.
Las trampas de los alcaldes
Se pretende transportar a miles de personas a la capital belga, en reclamación de la retirada del 155 y en exigencia de liberación de los 'presos políticos' y los 'exiliados'. Es decir, una gran peregrinación a mayor gloria de Puigdemont, el candidato de JxC, cuyas posibilidades en las urnas se antojan muy grises al decir de los sondeos. En ERC no se comparte entusiasmo alguno ante esta iniciativa ne la que participarán para no alimentar la imagen de la división en el soberanismo. "El ego de Puigdemont es desmesurado", confesaba un rigiente del partido de Junqueras.
Los secesionistas tienen problemas económicos y llevar a Bruselas a miles de simpatizantes no es asunto fácil. Montoro vigila las posibles trampas. Hacienda no quiere que se repita otra 'danza de los bastones', cuando 200 alcaldes se presentaron, vara en ristre, a jalear al expresidente fugado. Aún se desconoce quién pagó aquel montaje.
La ANC, ya sin financiación de la Generalitat, empieza a tener serios problemas. Las fianzas para la salida de prisión de Carme Forcadell y los otros cuatro miembros de la mesa del Parlamento ha hecho daño en las arcas de la asociación. Sólo les queda 1,5 millones, según confesión propia, para abonar las de los dos Jordis, en el caso de que salgan a la calle. No hay fondos para organizar desplazamientos por Europa.
La 'caja de resistencia' sólo puede usarse para contingencias judiciales. Artur Mas no ha logrado reunir la cantidad completa que le reclama el Tribunal de Cuentas. Sus apelaciones desesperadas a la ayuda de los correligionarios han surtido un discreto efecto. Quizás sea objeto de embargo.
Los familiares de los Jordis y de los exconsejeros que están en prisión han creado la Asociación Catalana de Derechos Civiles (ACDC), para reunir fondos con los que sufragarse sus desplazamientos a Madrid y Bruselas para ver a sus allegados. La esposa de Raúl Romeva, ex consejero de Exteriores, ahora en la prisión de Estremera junto a Junqueras y seis miembros de su antiguo Gobierno, lidera esta plataforma.
El secesionismo para ahora la gorra a sus militantes, simpatizantes y votantes. Los partidos que concurren a las urnas cuentan con los fondos oficiales para su campaña. Pero no más. No va a ser posible organizar enormes despliegues de muchedumbres con en otros tiempos. "Se acabaron los apabullantes montajes, los descomunales despliegues de luz y sonido", señala un dirigente. Han organizado ahora un gran concierto para primeros de mes en el que artistas militantes del movimiento separatista actuarán en forma gratuita. Cincuenta mil personas pretende congregar 50.000 personas en el Estadio Olímpico de Barcelona.
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