Política

Casado modula su estrategia y ofrecerá una vía de diálogo a Sánchez

Casado suaviza su estrategia, modulará sus mensajes, centrará su campaña del 26-M en la economía y hasta abrirá un diálogo con Sánchez

Pablo Casado quiere hablar de la crisis que ya llega y de otros aspectos de de gestión de Gobierno como la educación o la sanidad. Una viraje del PP hacia posiciones más tamizadas, sin buscar como hasta ahora el enfrentamiento frontal con Sánchez en temas más  ideológicos, como la política territorial y los pactos con  los independentistas. El PP busca transmitir una imagen más institucional y de alternativa de Gobierno.

Habrá una modulación en los mensajes. El cruce de acusaciones con Abascal y también con Rivera pasará a segundo plano. Está claro que Cs y Vox son el enemigo, que hay que desmarcarse de la imagen de las 'tres derechas', pero no es necesario tenerlos siempre en la boca. "El lunes, después de verse con Sánchez en Moncloa, quedará todo más claro", dicen fuentes de Génova en las que apuntan que Casado ofrecerá incluso alcanzar algunos acuerdos con el Gobierno. Casado animará también a Cs a apoyar a Sánchez por razones de Estado y, de esta forma empujará  a la formación naranja hacia la izquierda y así quedarse con el centro de la centralidad y el liderazgo de la oposición. 

Propuestas mediáticas

El Partido Popular convertirá el 'infierno fiscal' de Sánchez en uno de sus argumentos electorales en la campaña del 26-M. Los candidatos a las municipales y autonómicas recurrirán insistentemente a recordar la 'revolución fiscal' que anunciaba Casado en su programa para la cita a las generales, una cuestión que quedó desplazada por otras propuestas más mediáticas.

Madrid será el ariete de los populares para enfrentarse a Sánchez, para asumir el papel de contrapoder a su política tributaria que ha producido escalofríos entre los contribuyentes. Más de cinco mil millones en año próximo, a cobrar de los bancos, grandes empresas, firmas tecnológicas, diésel..."Hablan de penalizar a la banca, a los ricos y a las multinacionales, como si eso no repercutiera en la clase media", argumentan desde el PP. 

Cambio de estrategia

Además del 'giro al centro' anunciado por el presidente del PP este martes, se pone en marcha un cambio de estrategia. Los candidatos populares van a centrar sus mensajes en cuestiones muy concretas, 'pegadas al terreno' en cada municipio y en cada Comunidad. Madrid, en este sentido, será una vez más el estandarte en la política de reducción impositiva, algo que viene predicando y ejecutando desde la Comunidad en los últimos 25 años. "Hay que frenar al PSOE por su flanco más débil", dicen fuentes de este partido. "Hay que salir de la trampa de las tres derechas de Iván Redondo y hay que plantarle cara donde no tiene ni argumentos ni escapatoria", señalan las mencionadas fuentes.

"No hablaremos de Franco ni del aborto", anunció Casado en la anterior campaña. Sobre lo primero, se cumplió, en especial porque el PSOE, luego del ridículo de la exhumación del Valle de los Caídos, optó por dejarlo al margen. De lo segundo, algo menos, a raíz del patinazo de Adolfo Suárez. Tras la autocrítica planteada en el último Comité Ejecutivo, Casado considera necesario modificar algunas líneas de actuación. De momento ha entregado la cabeza de Javier Maroto a los críticos. Ha designado a García Tejerina y Cuca Gamarra como responsables de la nueva campaña. 

Se hablará menos de Cataluña, se recurrirá menos a las expresiones gruesas, a la 'sangre en las manos', al golpista Torra, a las descalificaciones 'ad hominem'. "Casado tiene un defecto", comenta uno de los veteranos de Génova. Arranca suave pero a veces se calienta. Tiene que modular más". La política fiscal es fría y técnica, pero afecta al bolsillo de los españoles. "Sólo hemos conseguido mayorías absolutas con la economía", añaden. Aznar lo logró con la bajada de las hipotecas. Rajoy, con el desastre de Zapatero. Ahora se intentará repetir esa política. 

Hay división de criterios entre los dirigentes territoriales. Unos apuestas por el centro que esgrimen Feijóo y Juanma Moreno. Otros pretenden seguir enzarzados en la gresca contra Vox. "No hacen más agredirnos, no podemos cruzarnos de brazos". Casado ha decidido no discutir con Abascal salvo 'en legítima defensa'. En su equipo han llegado a la conclusión que se les ha ido tanto voto hacia Vox como a Ciudadanos. La idea es ignorar a Vox, no darle vida. En Andalucía se ha llegado a una relación pragmática. Mucha tensión verbal pero se sacan las propuestas adelante. "Después del 28-M ya veremos lo que se hace con ellos, si son extrema derecha o dejan de serlo, de momento, hay que centrarse en Sánchez y olvidarse de polémicas absurdas, que es la trampa que nos tendieron desde la Moncloa". 

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