El secretario de Estado de Seguridad cuando el 1-O, José Antonio Nieto, ha comparecido este lunes como testigo en el juicio del procés, donde ha relatado numerosos escenarios violentos vividos tanto antes como después del referéndum con lo que ha avalado la acusación por rebelión que sostiene la Fiscalía para los líderes independentistas. El que fuera número dos de Interior ha asumido la dirección del dispositivo policial durante la consulta y ha negado instrucciones políticas para retirarse de los colegios por la tarde.
Ha denunciado que la resistencia que se encontraron el día del referéndum fue “una actuación premeditada y organizada”. “Hubo llamamientos incluso desde medios de comunicación para impedir la actuación de la Policía. Se produjeron choques y enfrentamientos violentos, en un número limitado, pero se produjeron. Hubo un número importante de policías y guardias civiles que recibieron golpes de vallas, adoquines, bancos…”, ha declarado durante más de tres horas de interrogatorio.
En esa estrategia ha señalado a los CDR (Comités de Defensa del Referéndum), sobre los que ha dicho que “tenían una estructura sólida amparada en otras instituciones que ya existían y eso dio esa capacidad de movilización”. Nieto ha descrito que los CDR tenían inicialmente “una misión organizativa” pero luego “derivaron en una actitud violenta” con el apoyo de asociaciones como la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural. Sus líderes, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, respectivamente, están sentados en el banquillo de los acusados.
Policía y la Guardia Civil, en solitario
En varias fases de su interrogatorio, el ex número dos de Interior ha acusado a los Mossos d’Esquadra de no mostrar "ningún interés en evitar el referéndum" y ha hecho una narración cronológica de cómo se desarrollaron las primeras horas de la consulta para explicar por qué la Policía y la Guardia Civil acabaron actuando en solitario.
Detalló que a las 5.30 horas de la madrugada se produjo la salida de las unidades policiales, que se distribuyen por distintos espacios de Cataluña porque cada Cuerpo tenía asignada su zona. “A las 7.30 de la mañana tenemos una reunión en la que analizamos que todos los efectivos estuviesen en su sitio y analizamos cómo había sido la actuación de los Mossos”, ha narrado Nieto, quien ha admitido que no había “constancia de que hubiesen cerrado ningún colegio”. El auto de la juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña Mercedes Armas ordenaba cerrar los colegios desde las 00.00 horas del 1 de octubre.
Yo ordené que se pusiera en marcha el dispositivo en solitario. Nosotros asumiríamos esa actuación
El secretario de Estado ha explicado que es en ese momento cuando deciden no contar con los Mossos: “Ya decimos que se va a hacer en solitario porque no se está recibiendo apoyo por parte de los Mossos. Sabíamos que habían mandando parejas, pero no recibimos información de que la BRIMO (los antidisturbios de la policía autonómica) llevasen a cabo ninguna actuación”. “Yo ordené que se pusiera en marcha el dispositivo en solitario. Nosotros asumiríamos esa actuación”, ha dicho.
En su relato sobre lo que sucedió el 1-O, Nieto ha defendido la actuación de los agentes de la Policía y la Guardia Civil. A su juicio, fue “ejemplar” y se cumplieron las órdenes que él había plasmado en una instrucción los días previos para que se aplicase la fuerza de forma “mínima e imprescindible”. “Podrían haber hecho mayor empleo de la fuerza, por eso se estableció, sobre la eficacia, la seguridad de la gente y de los agentes”, ha añadido el responsable de la seguridad, quien ha reconocido que se usó la fuerza, pero ha negado que hubiese cargas formalmente hablando, ya que esto es cuando la Policía procede a desalojar un lugar. Según su versión, esto no sucedió.
Con la actuación de los Mossos no habría 1-O
“Si los Mossos, de forma clara y evidente, hubiesen mostrado su voluntad de cumplir el mandato judicial, estoy convencido de que el referéndum se hubiese desconvocado”, ha afirmado Nieto quien ha llegado a acusar a la policía catalana de mentir en los datos ofrecidos sobre los colegios cerrados el 1-O. Según ha dicho, comunicaron el cierre de 200 colegios pero “muchos de ellos ni siquiera llegaron a abrirse”. Ha detallado que los Mossos informaron del cierre de 90 colegios, pero en municipios “muy pequeños” y, cuando Interior hizo su análisis, la Generalitat incluía en esos colegios datos de votación superiores al censo del propio municipio.
El exsecretario de Estado ha afirmado que fue tras la aprobación de las leyes de desconexión a principios de septiembre cuando empiezan a valorar ya de forma real el envío de agentes a Cataluña, especialmente una vez que la Fiscalía ordenó prohibir el referéndum. En ese relato ha enmarcado Nieto la pérdida de confianza en la Generalitat a la que ha acusado de vivir en una “realidad paralela”. Se dieron cuenta, según ha recordado, una vez que el 22 de septiembre les informaron el envío de policías a Cataluña.
Antes y después tras el 20-S
La respuesta del entonces conseller de Interior, Joaquim Forn, fue que no era necesario. Habían pasado dos días desde los “altercados” ante la Consejería de Hacienda y Nieto dice que el Govern hablaba de una concentración “pacífica, de familias, ordenada”. “Fue tras el 20-S cuando pensamos que el 1-O podía ser violento y que había que evitarlo”, ha zanjado.
A diferencia de la intervención del exministro Juan Ignacio Zoido, Nieto aportó datos, fechas y escenarios como el “surrealismo” vivido en la Junta de Seguridad del 28 de septiembre en la que “se debatía sobre el dispositivo para evitar el referéndum con quienes lo habían convocado”. Acudieron la cúpula de la Generalitat y del Ministerio del Interior. En esa reunión, Nieto ha reconocido los momentos de tensión que Zoido dijo desconocer. El exconseller Forn llamó la atención al coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos al entender se había dirigido de forma irrespetuosa al expresidente catalán Carles Puigdemont.
La actitud de Trapero
En la cita, celebrada en Barcelona, también estaba el responsable policial de los Mossos, José Luis Trapero. Nieto ha criticado en varias ocasiones la actitud de este mando que dejó de asistir a las reuniones de coordinación o que no aceptaba que la Justicia hubiese nombrado al guardia civil Pérez de los Cobos como coordinador único de las respuesta policial al 1-O.
Zoido dijo la semana pasada que se fiaron de los Mossos d’Esquadra porque lo dijo Pérez de los Cobos. Nieto ha aclarado este lunes que “partían de confiar en los Mossos”, pero “progresivamente hubo hechos que hicieron dudar y a partir de la Junta de Seguridad la confianza era mínima”. “Sí confiábamos en una reacción de la Prefectura. El major (Trapero) estaba era total la alineación con la línea de la Generalitat, pero sí que los comisarios de la Prefectura jamás se iban a poner de canto con el mandato judicial. Lamentablemente no fue así”, ha apuntado.
También ha referido actos violentos el 3 de octubre coincidiendo con la huelga general: “Hubo actos de importantes de violencia en bastantes puntos de Cataluña. Recuerdo cortes de carretera, cómo se ocupó la estación de Sants, en ese caso en el que la práctica totalidad de las actuaciones correspondía a los Mossos, la actitud fue dejar que los manifestantes llevasen a cabo sus objetivos y eso provocó el colapso”.
Javier Melero, abogado de Forn, le ha mostrado el plan de actuación de los Mossos, que consistía en movilizar a más de 5.000 efectivos, pero 900 de orden público. Nieto ha recordado que Fiscalía pidió elevar ese contingente porque lo consideraba insuficiente y ha reivindicado que el dispositivo -que finalmente fue de más de 7.000 unidades- era inferior al desplegado semanas después para las elecciones del 21 de diciembre era de 11.000 agentes. Preguntado acerca de si el coordinador Pérez de los Cobos realizó alguna objeción, Nieto ha replicado que esa no era la función del coronel.
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