Política

Isabel Bonig: "La lengua nunca fue un problema en Valencia hasta que llegó Ximo Puig"

La candidata del PP a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Isabel Bonig, da por extinguido el 'gobierno del Botánico' y denuncia la persecución del castellano en la región. "La libertad de elección es sagrada"

Isabel Bonig (Castellón, 49 años), se puso al frente del PP de la Comunidad Valenciana en julio de 2015, en medio de una profunda crisis, de una torrentera de escándalos, procesos, imputaciones, que lo arrastraba todo a su paso. Bonig, que fue alcaldesa de Vall de Uxó, diputada en las Cortes, consejera de Infraestructuras con Camps y con Fabra, ha logrado rearmar sus filas, reorganizar las estructuras y, especialmente, sobrevivir. 

La llegada de Pablo Casado a Génova aventuraba un cambio en la cúpula de los populares valencianos. No ha sido así. El líder del PP confirmó a Bonig en la presidencia y en la candidatura a las elecciones autonómicas. "Salimos a ganar", dice Bonig. El pacto del Botánico ya ha 'tocado a su fin'. Cree posible un 'pacto a la andaluza' con Cs y Vox y alerta del severo problema del retroceso del castellano en una comunidad atacada por fuerzas nacionalistas y pancatalanistas. 

-Las encuestas vaticinan un cambio de rumbo en el escenario de la Comunidad Valenciana. ¿El Gobierno del Botánico toca a su fin?

-Claramente. Hace tiempo que este 'Gobierno del Botànic' está agotado. Nació con el único objetivo de aunar fuerzas contra el PP, que fue el partido más votado por los valencianos. Lo que yo llamo el 'Titànic' es una alianza legítima pero que se ha aferrado durante cuatro años al discurso del pasado, ha demostrado que no sabe gestionar y que es un Consell absolutamente sectario.  

-¿Le pilló a contrapié el adelanto electoral del presidente Ximo Puig?

-Para nada. El rumor de un adelanto electoral se escuchó por primera vez hace un año. Desde el Partido Popular ya le habíamos dicho a Puig que, si era valiente, debía convocar elecciones, porque su proyecto está absolutamente finiquitado. Al PPCV este adelanto electoral no le ha sorprendido lo más mínimo, estamos preparados y tenemos equipo, ideas y proyecto. Y no todos pueden decir lo mismo.

-El debate de la lengua ha emergido con fuerza en los últimos tiempos en la región. ¿Está retrocediendo el castellano en la Comunidad Valenciana?

-En el ámbito educativo sí. Es una realidad. Nosotros estamos a favor del valenciano, como lengua propia de los valencianos, pero no se puede obligar a los padres a que sus hijos estudien en valenciano en detrimento del castellano si no lo quieren así. La libertad de elección de los padres es sagrada. Tampoco se puede consentir que desde la administración se trate a comarcas castellanohablantes, que son tan valencianas como las demás, como si fueran comarcas de segunda. Es un error que lleva a la confrontación, y la lengua nunca debería ser elemento de confrontación, sino de riqueza.

-Hay partidos y asociaciones que le achacan al PP haber discriminado al castellano en las aulas. ¿Qué responde a esas críticas?

-El PPCV fomentó la enseñanza del valenciano, pero a diferencia del Consell del Botànic, nunca la impuso. Siempre hemos procurado garantizar la libertad de elección de lengua de los padres y que hubiera alternativas.

-Explique cuáles serán las tres primeras medidas que adoptará si llega a la presidencia de la Generalitat.

-Bajada de impuestos, limitación por ley de la listas de espera sanitarias y devolver la libertad a los padres en el ámbito educativo.

-¿Comparte el proyecto de recentralización de la Enseñanza que promete Casado?

-Lo primero que hay que hacer es leer detenidamente el proyecto, porque da la sensación de que se ha escrito y opinado mucho sin saber exactamente cuál es el contenido. Y también hay que ver cómo se concretan las medidas que se proponen porque hay territorios como Cataluña donde el castellano está perseguido. Habría que analizar los mecanismos para garantizar la convivencia. En la Comunitat Valenciana la lengua nunca había sido un problema hasta la llegada del Botànic, especialmente por la rama de Compromís, pero siempre, eso sí, con el beneplácito del PSPV.

-¿Y sobre volver a la ley del aborto de 1985?

-En la anterior legislatura, con el Consell del PPCV, aprobamos una ley de maternidad, que iba justamente orientada a ayudar a las mujeres que desean continuar adelante con sus embarazos y que carecen de los mecanismos o la situación personal para poder hacerlo. Nuestras propuestas son siempre en positivo. Habría que preguntarle al Botànic qué tenía de malo esta ley y por qué fue de las primeras que derogó. El PPCV siempre apoyará a las mujeres que quieren ser madres y cuando volvamos a gobernar volveremos a impulsar esta Ley, que no iba en contra de nadie, sino a favor.

-El PP de la Comunidad Valenciana ¿ha superado sus heridas del pasado?: crisis, corrupción, escándalos, tribunales, imputados…

-Sí. El PPCV lleva cuatro años en un proceso de profunda renovación, que se va a ver también en el proceso electoral. En ese sentido ha sido una legislatura complicada y dura, de mucho trabajo interno. Una legislatura de pedir perdón porque hubo gente que nos defraudó a todos y no hizo las cosas bien. Y ha sido también un tiempo de rearmar, de unir, de devolver la confianza.

-Se escuchan críticas internas sobre la gran ‘limpia’ que ha hecho Casado en las cabezas de lista a la generales. ¿Ha sido demasiado radical?

Forma parte de un proceso de renovación que se ha hecho en el PP en toda España. Es lógico y normal. No oigo las mismas críticas cuando Sánchez hace purgas entre los afines a Susana Díaz y cuando Pablo Iglesias quita y pone a su antojo en función de las críticas a su persona.

-¿Usted pactaría con Vox para compartir gobierno? ¿Y para una investidura?

El PPCV sale a ganar, a ser la lista más votada. Cuando se habla de pactos siempre se da por supuesto que los de izquierdas son más legítimos que los de derechas y no es así. Además la situación política ha cambiado, esto va de bloques. El pacto en Andalucía de PP con Ciudadanos y Vox es perfectamente asumible. El diálogo no es mejor en un bloque que en otro. Lo que es seguro es que el PPCV nunca pactaría con partidos que apoyan la independencia de Cataluña o no reconozcan la Constitución, la igualdad de derechos o la soberanía nacional. Ahí sí que tenemos marcada una línea roja muy clara.

-¿Que piensa cuando lee las últimas noticias sobre Eduardo Zaplana?

Tristeza. A nivel judicial hay un proceso en marcha, en manos de los tribunales y yo no me voy a pronunciar. A nivel personal es una persona que atraviesa una situación de salud delicada y le deseo lo mejor.

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