El tiempo corre cada vez más rápido y el concepto de “último minuto” al que tanto Pablo Iglesias como Pedro Sánchez están supeditando su negociación no será el próximo 23 de septiembre, sino posiblemente la próxima semana. Concretamente el jueves 12 de septiembre, o después de la reunión que Iglesias espera tener con el Rey para la semana siguiente, porque varios sectores de Unidas Podemos consideran esencial hacer pública una oferta de investidura gratis, es decir sin pacto programático ni de ministerios, para evitar las elecciones cuanto antes, tal y como adelantó Vozpópuli.
Los partidarios de esa posición son miembros de Izquierda Unida temerosos de “perder representación” en unas nuevas elecciones. Pero también sectores de los comunes, la marca catalana de Podemos, que creen que si se vota en noviembre posiblemente perderán el escaño. Miembros de Podemos apuntan, por ejemplo, a Gerardo Pisarello, mientras que sostienen que Jaume Asens se mantiene fiel a la lógica defendida por Iglesias de insistir en pedir una coalición. En IU, fuentes de ese partido aseguran que Alberto Garzón se abre a esa vía, y sugieren que también Enrique Santiago, hombre de máxima confianza de Iglesias, está barajando esa opción.
Los argumentos que esgrimen tienen su lógica. Creen que si finalmente Unidas Podemos se pasa a la oposición para evitar las urnas conviene hacerlo público cuanto antes. Solo de esa manera se podrá forzar a Sánchez y al Jefe del Estado, Felipe VI, a que se celebre un debate de investidura.
Tanto en IU como entre los comunes saben que el socialista quiere tener a Unidas Podemos fuera del ejecutivo, pero a la vez evitar que ejerza una oposición dura. Y por ello creen que es fundamental hacer el anuncio público enmarcado en el “sentido de Estado” antes de que Sánchez cierre definitivamente esa puerta, por ejemplo anunciando que renuncia por disconformidad sustancial con Unidas Podemos en el programa.
Miedo al "qué dirán"
La dirección nacional, después de las reuniones internas de esta semana, asegura que todas las confluencias y siglas de Unidas Podemos están de acuerdo con Iglesias en que lo esencial es luchar por alcanzar una coalición. Mantienen que en ese punto “no hay casi debate”, pero miembros del partido morado no niegan que el secretario general tiene sobre la mesa la cuestión de una cesión de última hora para investir a Sánchez a cambio de nada con el objetivo estratégico de evitar las urnas. Saben que el precio a pagar será el “qué dirán” en los medios de comunicación, y que la lectura de corto plazo subrayará la “cesión” de los morados. Pero consideran que es una opción mejor que las urnas.
Un dirigente de Podemos resume esa jugada de manera visual: “Nos permitiría parar el balón, y arreglar el vestuario”. Es una metáfora que sirve para señalar como en este momento es prioritario evitar una derrota electoral en noviembre, lo que “desmembraría” a Podemos.
Aunque la dirección de Podemos argumenta que a nivel de base ha quedado claro que no se le puede achacar a los morados el fracaso de la negociación, no son pocas las voces que de manera confidencial se quejan de la decisión tomada en julio, cuando Iglesias rechazó la oferta de coalición de Sánchez. Algunas fuentes de Podemos sostienen que el partido ha encargado una encuesta sobre ese punto, que llegará a principios de la próxima semana. Ese podría ser el momento clave para tomar la decisión.
Ganar tiempo
El partido morado necesita una reconstrucción a nivel de organización, pero también una redefinición del liderazgo, con el plausible fortalecimiento de Irene Montero, y de su función política. Si se esfuma la coalición, son muchos los que ven conveniente pasar a desempeñar una dura oposición. Garantizando a Sánchez una contundente confrontación ya en el debate presupuestario, como dejó entender el pasado viernes Yolanda Díaz, diputada de En Marea, confluencia gallega de Podemos.
Sánchez y sus expertos en La Moncloa saben que en Podemos se está cociendo esa estrategia. Y se apresuran a frenar esta hipótesis. Lo dijo el propio Sánchez, y el pasado viernes la portavoz Isabel Celaá. Ante la posibilidad de verse obligados a tener un gobierno débil que dure como mucho un año, prefieren que se vote cuanto antes. Por ello, varios miembros de Podemos aseguran que es esencial adelantarse. “Pablo es un pragmático”, confían los partidarios de ceder antes de que sea demasiado tarde.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación