José Javier Esparza (Pamplona, 1970) es el líder de UPN y de la coalición Navarra Suma, que aglutina también a PP y Ciudadanos en la comunidad foral. En plena campaña electoral, recibe a Vozpópuli para charlar sobre la actualidad política, sobre el inminente 10-N y sobre la posible influencia del resultado de las generales en la gobernabilidad de Navarra.
¿Qué espera de las elecciones del 10 de noviembre en Navarra?
Aspiro a volver a ganar las elecciones generales en Navarra y aspiramos a aglutinar en Navarra Suma el voto del constitucionalismo y de aquellos que no se sienten nacionalistas y se sienten huérfanos. Ahora mismo en Navarra no hay políticas socialistas. Si votas socialista, votas para que haya más nacionalismo. El socialismo ha renunciado a sus políticas. Aspiramos a representar cada vez a un mayor número de gente, desde una posición centrada.
Las encuestas dicen que Bildu puede lograr un escaño por Navarra.
Yo animo a la participación para conformar un Gobierno estable en España donde los independentismos no tengan capacidad de decidir y además para que Bildu no logre ese escaño.
¿Qué Gobierno necesita España?
Uno que sea capaz de hacer frente a los grandes retos que tiene España. Una desaceleración económica que es evidente, el Brexit, la política comercial norteamericana, un reto independentista en Cataluña como nunca habíamos tenido… Hay que dar respuestas mayoritarias, contundentes y sólidas a estos retos. Hacen falta posiciones de moderación y de fortaleza. Me encantarían acuerdos entre partidos diferentes que den mayorías amplias. Que el PSOE, PP y Cs conformasen un proyecto para responder a estos retos sería tremendamente positivo.
¿Se equivocaron sus socios de PP y Ciudadanos al no apoyar a Sánchez y acabar en nuevas elecciones?
El que nos ha llevado a otras elecciones es el PSOE. Sánchez pudo elegir socios. Nosotros le ofrecimos nuestros dos diputados y solo le pedimos que aquí no se dependiera del independentismo que quiere que Navarra sea Euskadi. Él decía y dice que España necesita estabilidad y no depender de los independentistas. Navarra también necesita estabilidad y no depender de los independentistas. ¿Pero qué hizo Sánchez en Navarra? Conformar un Gobierno en minoría, que no es sinónimo de estabilidad, que depende de los independentistas más radicales de España, que depende de Bildu, que está en sus manos. Por pura táctica y electoralismo, Sánchez buscó otras elecciones.
¿Hubiera sido positivo imitar Navarra Suma en toda España para no fragmentar el voto del centro derecha?
Estas cosas hay que hacerlas con los números en la mano. Yo no tengo los números de toda España, tengo los de Navarra. Con Navarra Suma hemos sido coherentes con nuestros principios y hemos conseguido optimizar los apoyos de los ciudadanos. La foto aquí es diferente, porque en Navarra Suma hay un partido hegemónico claro que lidera, UPN, y dos partidos pequeños aquí pero muy importantes a nivel nacional, que son PP y Ciudadanos. Aquí no había una competencia directa de liderazgos.
¿No cabe Vox en Navarra Suma?
No. Yo respeto a Vox pero quiere que Navarra sea una diputación y por ahí no vamos a pasar.
¿Qué le pareció la sentencia del procés?
Hay que respetar las sentencias, que es la mejor manera de defender las libertades y de creer en el Estado de derecho. Respetar las sentencias y que se apliquen. Quien no cumple la ley, tiene un castigo. No me siento capaz de valorar si las condenas son de muchos o pocos años, además de que creo que las formaciones políticas no debemos entrar ahí.
Alguien que quiera ser presidente del Gobierno y no entienda que Navarra es pieza esencial de la unidad de España, no puede ser presidente
¿Teme usted que los nacionalistas vascos acaben por impulsar una especie de procés en Navarra y País Vasco?
Aquí llevan sembrando nacionalismo desde siempre y no tienen prisa. Los proyectos nacionalistas son a medio y largo plazo. Siempre son insaciables: si les das un dedo, quieren dos, luego tres, luego la mano y después querrán el brazo. El nacionalismo es un proyecto de ruptura. En su esencia está conformar una nación distinta a la española. Los nacionalistas catalanes, los moderados y los más radicales, como los nacionalistas vascos, los moderados y los no moderados, quieren crear otras naciones y para eso hay que romper España. Para eso trabajan todos los días. Quienes pactan con ellos deben saber que los pactos no son gratis. Con los retos que tenemos ahora mismo, no puedo entender que Sánchez apueste en Navarra por gobernar con los nacionalistas vascos.
¿Por qué?
Si gobiernas con ellos, estás permitiendo que no sé dentro de cuantos años lo que está ocurriendo en Cataluña ocurra también en el norte de España. El PSOE está contribuyendo a ello, porque no ha querido conformar una mayoría en Navarra con los partidos constitucionalistas. Alguien que quiera ser presidente del Gobierno y no entienda que Navarra es pieza esencial de la unidad de España, no puede ser presidente porque no es consciente de lo relevante que es la Comunidad Foral para el futuro de nuestro país.
¿Cómo calificaría estos meses del Gobierno de María Chivite en Navarra?
Empieza a quedar claro que es un Gobierno débil. Es un Gobierno a cinco, porque oficialmente tiene un acuerdo con Geroa Bai, Podemos e IU, pero extraoficialmente tiene un acuerdo con Bildu. ¿Qué política fiscal va a hacer? ¿Qué infraestructuras como el tren de alta velocidad o el Canal de Navarra quiere desarrollar? ¿Qué solución tiene para la huelga de médicos? ¿Qué educación quiere si tenemos en cuenta que en algunos colegios se trabaja con mapas que incluyen a Navarra dentro de Euskal Herria y el consejero socialista de educación ha dicho que lo va a permitir? ¿Qué política lingüistica quiere si han puesto como consejera a la misma persona que estaba en el anterior gobierno de Uxue Barkos, a una nacionalista? Es un Gobierno que va a ser sinónimo de inestabilidad y con contradicciones permanentes.
¿Qué contradicciones?
El Partido Socialista de Navarra votó en la oposición a favor de derogar el famoso decreto del Euskera; ahora nosotros hemos propuesto lo mismo y ha votado en contra. El PSN decía que el mapa local, que tiene que ver con la organización de los ayuntamientos en Navarra, se tenía que derogar porque lo había hecho Bildu; y ahora nosotros proponemos derogarlo y vota en contra. Decía que Navarra tenía que tener una nueva ley de símbolos y ha votado a favor, pero no quiere que haya un reglamento sancionador, de manera que quienes quieran seguir poniendo la ikurriña lo sigan haciendo, no pasa nada. El PSN ha renunciado a sus principios, a su programa electoral, a lo que les dijo a los ciudadanos que iba a hacer. Era un cuento chino. Ha hecho suyo el programa de los nacionalistas. Tenemos a una presidenta socialista haciendo política nacionalista. Eso es malo para Navarra y malo para España. Esa política nacionalista busca romper España, generar un conflicto como el catalán aquí.
Creo que los socialistas no deberían haber llegado a ese acuerdo con los nacionalistas y con Bildu, ojo, porque yo no me quiero olvidar de Otegi. Porque Otegi ha bendecido que Chivite sea presidenta. Sánchez y Otegi han hecho que Chivite sea presidenta. Para un Partido Socialista que siempre ha estado a favor de la libertad y en contra de los asesinos, esto supone un antes y un después.
Dice que el PSOE puede ser rehén de sus pactos. Desde su punto de vista, ¿es posible algún cambio a lo largo de la legislatura? ¿Podrían Navarra Suma y PSOE acabar entendiéndose?
Nosotros hemos tendido la mano al PSN desde el inicio del curso político. Planteamos doce cuestiones relevantes y pedimos una reunión a María Chivite, pero ella dijo que no. Ella sabrá, pero cuando quiera sentarse con nosotros, no tendremos ningún problema en hacerlo. Vamos a ser coherentes con lo que hemos defendido y con nuestro programa. Y si ahí el PSOE coincide con nosotros, muy bien. Pero no vamos a hacer ningún tipo de cesión a los que quieren que Navarra sea Euskadi, ni medio metro vamos a ceder. El PSOE sabe que tiene nuestra mano tendida.
UPN, ahora Navarra Suma, y el PSN han sido socios históricos, han pactado en numerosas ocasiones. ¿Qué hay para el futuro? Porque la sensación es que van por caminos muy diferentes, con Navarra Suma cada vez más sola.
Navarra Suma tiene el 40% de los parlamentarios forales. Lo que ocurre aquí no ocurre en ningún otro sitio. Nos hemos presentado seis formaciones políticas y cinco se han juntado para que no gobierne el que ha ganado. Tenemos 20 de 50 parlamentarios, doblamos al segundo, el PSOE, que tiene 11. Hemos tenido el apoyo mayoritario de la sociedad navarra. Una sociedad que podía haber seguido dando su respaldo a los nacionalistas que gobernaron la anterior legislatura. Ellos tenían 26 parlamentarios y pasaron a tener 19. Y los que estábamos en la oposición pasamos de 24 a 31.
Sí, esos fueron los resultados.
¿Qué estaba diciendo la gente? Que los que estaban en la oposición pasasen a gobernar y los que gobernaban pasasen a la oposición; ese fue el mensaje clarísimo de la gente, que no querían políticas nacionalistas e identitarias, que no quieren que se les imponga el euskera, que quieren desarrollo y convivencia. Y el PSOE, en lugar de reconocer ese mensaje de la sociedad, le echó un salvavidas al nacionalismo y ha conformado un Gobierno con ellos.
Nosotros hemos construido Navarra de la mano de la gente y con acuerdos entre el PSOE y UPN. Navarra es una tierra envidiada, reconocida y admirada. Hemos tenido pleno empleo, buenas políticas sociales, el mejor sistema sanitario, el mejor sistema educativo, hemos hecho frente juntos, nosotros y el PSOE, a los asesinos de ETA. Creo que nuestros acuerdos con el PSOE de estos años no han significado retroceso de libertades ni de derechos, sino que han significado más libertad, más calidad de vida y más oportunidades. ¿Qué explica esta situación actual? El sillón, que el PSOE quería la presidencia del Gobierno con solo 11 parlamentarios. Ellos verán, pero creo que no es bueno para la sociedad navarra.
Decía usted que hay un “acuerdo extraoficial” del PSOE con Bildu. ¿Qué acuerdo hay?
Bildu comenzó la negociación diciendo que su abstención no iba a ser gratis. Y María Chivite necesitaba la abstención de Bildu para ser presidenta. Nadie se abstiene gratis en este país.
¿Cuál es el precio que a su juicio el PSOE paga a Bildu?
El Partido Socialista decía que Bildu no iba a estar en la Mesa del Parlamento, pero está en la Mesa. Bildu exigió al PSOE que ni se sentase a negociar con nosotros, y ni se sentaron, hubo una especie de cordón sanitario. Bildu dijo que tenía que haber un Gobierno de coalición y el PSOE decía que no, pero hay un Gobierno de coalición. Bildu le pidió algunos ayuntamientos, entre ellos el de Huarte, ¿y qué ha ocurrido? Que el Ayuntamiento de Huarte, que estaba en manos del PSOE, ahora está en manos de Bildu. La Mancomunidad de Pamplona está en manos de un independiente elegido por Bildu y ese independiente ha nombrado de vicepresidenta a Maite Esporrín, número uno del PSOE en el Ayuntamiento de Pamplona. En la Federación Navarra de Municipios y Concejos Bildu y el PSOE han votado juntos. Repito: ¿alguien se abstiene gratis?
Ellos dicen que se han abstenido para que ustedes no gobiernen, porque el PSOE es el mal menor respecto a ustedes.
Bildu tiene cosas que con nosotros gobernando no hubiera tenido. Y Bildu sabe que tiene la llave del Gobierno y va a decidir cuánto dura ese gobierno. Chivite ha aceptado estar en manos de Bildu. Sánchez ha aceptado esta operación. Cuando digo que Chivite es presidenta gracias a Otegi, estoy diciendo la verdad. Cuando digo que Sánchez ha autorizado un gobierno en minoría y en manos de Bildu, digo la verdad. Y cuando digo que hay un antes y un después en las decisiones de los socialistas digo la verdad, porque nunca antes el PSOE había cruzado esa línea para ser presidente, presidenta en este caso, a cualquier precio, ni ningún secretario general del PSOE había autorizado algo así.
¿Cree que habrá más precio que pagar a Bildu? En el Ayuntamiento de Pamplona gobierna Navarra Suma con 13 concejales de 27, ¿cree que el PSOE se sumará a Geroa Bai y Bildu para cambiar eso?
El ejemplo de Pamplona lo utiliza el PSOE para decir que no hay un acuerdo con Bildu. Yo creo que es al revés. Aquí la número uno del PSOE, con cinco concejales, se votó a sí misma y pidió a Bildu y Geroa que le votasen para llegar a 14 y ser alcaldesa. Eso intentó y para eso hubo reuniones. Pero al final Bldu y Geroa se votaron a sí mismos. No hubo acuerdo en el Ayuntamiento de Pamplona. Donde no hay acuerdos, gobierna Navarra Suma. Y donde tienen acuerdos, gobierna el PSN.
Pero entonces lo ocurrido en Pamplona sería el ejemplo palpable de que no hay un acuerdo.
No, porque pretendieron la alcaldía con solo cinco concejales y Bildu dijo que tenía siete y quería la alcaldía. Repito que en el Ayuntamiento no hubo acuerdo, pero eso demuestra que en el Gobierno sí, porque sin Bildu Chivite no sería presidenta.
¿Y no cree que Navarra se utiliza como moneda de cambio en la política nacional, que solo es noticia cada cuatro años?
Navarra ya ha sido moneda de cambio para el PSOE. Sánchez entregó Navarra al nacionalismo para garantizarse apoyos en su investidura. Hubo un momento en que nosotros estábamos hablando con el PSOE, habíamos propuesto nuestros dos diputados, pero el PNV tenía seis diputados y el PSOE dijo que “seis son más que dos”. Esto es lo que le importa Navarra a Pedro Sánchez.
¿Cree que las elecciones generales pueden provocar un cambio de gobierno en Navarra si hay acuerdos entre el PSOE y PP o Ciudadanos?
Yo tengo firmado un acuerdo con el PP y con Ciudadanos que dice que si ellos acuerdan con el PSOE, Navarra no puede tener un gobierno que dependa del nacionalismo y del independentismo. ¿Por qué? Porque nosotros hemos nacido como coalición para que España no dependa del nacionalismo ni del independentismo. Lo que es bueno para España es bueno para Navarra. Somos coherentes. Exigimos lo mismo para Navarra que para España. Por eso ofrecimos nuestros dos diputados a Sánchez. Es que no tiene lógica que quienes quieren destruir España sean los que decidan quién es el presidente y si hay o no presupuestos.
Entonces, ¿cree que después del 10 de noviembre podría cambiar el Gobierno de Navarra como consecuencia de un pacto para la investidura de Sánchez? ¿Cree que es posible?
El PP y Ciudadanos tienen firmado que no pueden acordar con Sánchez si el PSOE tiene esos acuerdos. Después del día 10, parece que hay dos escenarios: Sánchez busca un gobierno con Podemos y los nacionalistas, un gobierno Frankestein, que es exportar a España el modelo que el PSOE ya tiene en Navarra; si Sánchez no quiere hacer eso y busca el otro escenario, todos tendremos que trabajar en recomponer la confianza y vamos a pedir que lo que tenemos firmado se cumpla. Y no dudo que PP y Ciudadanos vayan a cumplirlo.
Si Sánchez quiere nuestros apoyos para que España no dependa del independentismo, podrá llamar a nuestra puerta, pero tendrá que ser coherente, para que Navarra tampoco dependa de independentismo
¿Pero lo ve posible o no? ¿Es factible ese cambio de gobierno en Navarra?
Si en España hay un Gobierno que no depende del independentismo y el nacionalismo, en Navarra habrá un gobierno que no dependa del independentismo y del nacionalismo. Si Sánchez quiere nuestros apoyos para que España no dependa del independentismo, podrá llamar a nuestra puerta, pero tendrá que ser coherente, para que Navarra tampoco dependa de independentismo.
Perdone que insista. Si Sánchez es el más votado, ¿el PP puede abstenerse para investirlo pero incluyendo que haya cambio en Navarra?
Es lo que tiene firmado en un documento que hicimos público en julio. Casado lo ha dicho aquí públicamente. Y Rivera también; ya recordará que era una de las tres condiciones que le ponía cuando le hizo una oferta a Sánchez. Es coherente. Porque si firmas y defiendes que los nacionalistas no deben gobernar España, tampoco deben gobernar Navarra.
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