El exjefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero está citado a declarar este jueves en calidad de testigo en el juicio en el Tribunal Supremo por el proceso independentista en Cataluña, aunque puede negarse a declarar por la acusación que pesa contra él en la Audiencia Nacional por el delito de rebelión.
El todavía mayor de la policía autonómica, que debe estar en el Supremo a las 11.00 horas, está pendiente de juicio por la actuación de los Mossos el 20 de septiembre y el 1 de octubre de 2017, por lo que la ley le exime de la obligación de decir verdad y de no contestar a todas aquellas preguntas que considere que le pueden perjudicar en ese procedimiento.
A pesar de no estar acusado en la causa del Supremo, su nombre ha salido a relucir en muchas ocasiones durante el primer mes de juicio del 'procés', sobre todo a raíz de las declaraciones como testigos de los que eran mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante el 1-O.
"Relación difícil" con Pérez de los Cobos
Uno de los testimonios en los que más se nombró al mayor fue el del coronel del Instituto Armado Diego Pérez de los Cobos, el que fuera coordinador del dispositivo policial del día del referéndum. Casi desde el principio, relató la "relación difícil" que mantuvo con Trapero, quien siempre mostró sus reticencias ante el nombramiento del coronel.
También fue Pérez de los Cobos quien reveló que el plan de actuación para el 1-O que presentó Trapero al fiscal superior de Cataluña "no era apropiado para impedir el referéndum", ya que parecía el de "unas elecciones normales y habituales y no de un referéndum prohibido que hay que impedir".
En su opinión, ese plan, "tal y como estaba redactado", no impedía la votación, versión que fue confirmada después por los exjefes de Policía y Guardia Civil en Cataluña Sebastián Trapote y Ángel Gozalo, respectivamente.
Avisos de los Mossos
Sin embargo, los siguientes testigos, dos comisarios de los Mossos d'Esquadra, Manel Castellví y Emili Quevedo, ofrecieron una nueva versión de Trapero que hasta ese momento no se había mencionado en el juicio: según aseguraron, los mandos de la policía autonómica, incluidos el mayor y ellos mismos, advirtieron en dos reuniones con el expresidente catalán Carles Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller de Interior Joaquim Forn de que el 1-O se podría producir una "escalada de violencia".
También manifestaron que en los Mossos existía una "grave preocupación" por lo que podría ocurrir el día del referéndum y que en esas reuniones aconsejaron a los exdirigentes de la Generalitat que lo desconvocaran.
En el juicio de la Audiencia Nacional cuya fecha aún está por concretar, la Fiscalía pide para el mayor 11 años de prisión por rebelión, al igual que para los exjefes políticos de los Mossos Pere Soler y César Puig. Para la intendente Teresa Laplana se solicitan cuatro años de cárcel por un delito de sedición.
En caso de que Trapero decida declarar a todas las partes en el juicio del Supremo, comenzará preguntando la acusación popular que ejerce Vox -al haber solicitado su comparecencia-, después será el turno del fiscal Javier Zaragoza, la abogada del Estado Rosa María Seoane y las defensas de los acusados.
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