El diputado de ERC, Joan Tardà, ha protagonizado un accidentado interrogatorio plagado de interrupciones en el juicio del procés que este miércoles ha iniciado su ronda de testigos. El presidente del tribunal, Manuel Marchena, se ha tenido que emplear a fondo para evitar valoraciones políticas, pero no lo ha conseguido del todo. Tardà ha aprovechado su comparecencia para cargar contra el Rey Felipe VI al que ha acusado de “avalar la represión” policial el 1-O y ha denunciado que este juicio está “inspirado en la venganza”.
Marchena se había puesto la venda antes que la herida y había pedido antes de empezar a todos los presentes abstenerse de hacer “opiniones” para centrarse en los hechos durante los interrogatorios. Tardà no estaba en la sala en ese momento y ha contestado la primera pregunta con su denuncia al juicio. Marchena ha tenido entonces que reiterar su advertencia. Aún lo ha hecho varias ocasiones más en las que se ha afanado en pedir que se centrasen en los hechos enjuiciados.
El diputado de ERC ha intentado expresarse en catalán. “No empezamos bien”, le ha cortado Marchena
Antes de eso, el diputado de ERC ha intentado expresarse en catalán. “No empezamos bien”, le ha cortado Marchena, quien le ha indicado que el derecho de hablar en otra lengua asistía a los acusados, pero no a los testigos. Tardà había sido propuesto por la defensa del presidente de Omnium, Jordi Cuixart.
El primer interrogatorio de Vox
En esta sesión ha interrogado por primera vez Vox y su intervención ha estado sujeta a varias interrupciones también por parte del tribunal, pues ha entendido que las cuestiones del partido político buscaban “valoraciones sobre movimientos políticos y no hechos de terceros”. Es por ello que Marchena ha pedido a uno de los letrados de la acusación popular Pedro Fernández reconducir sus interrogatorio. Tras esta indicación, Vox ha dado por finalizado su cuestionario con solo una pregunta más.
Por parte de la Abogacía, apenas le ha hechos dos preguntas en relación a Josep María Jove, el cargo de Govern a quien se le incautó una agenda con numerosas anotaciones de reuniones sobre la planificación del procés en la que se sustenta buena parte del relato de las acusaciones pero que los procesados no reconocen. La pronunciación del apellido ha dado pie a otro intercambio entre la abogada del Estado y el testigo, quién le ha espetado a la letrada que “no cuesta tanto” pronunciarlo bien.
Tardà ha reiterado la tesis del independentismo de que “el objetivo era el diálogo”
Ya sobre los hechos, Tardà ha reiterado la tesis del independentismo de que “el objetivo era el diálogo” y ha defendido que el proceso soberanista “fue la voluntad de un pueblo indefenso, cívico y democrático”. El abogado de Oriol Junqueras le ha preguntado acerca de la concentración del 20 de septiembre ante la Consejería de Economía y Tardà ha recordado que se enteró de lo que estaba pasando “por la radio” y que llegó al lugar y se dirigió a la multitud congregada.
Les dijo “que no se cayera en ninguna provocación, que había que evitar violencia”. “Tenía miedo de que hubiera infiltrados que provocasen violencia y les dije que votaríamos (en el referéndum ilegal del 1-O) a la catalana, es decir pacíficamente”, ha relatado Tardà, que ha insistido varias veces en que fue aplaudido.
"Represión" y "actos vandálicos" de la Policía
“Ni la unidad de España ni la independencia de Cataluña merecen una mínima violencia”, ha declarado al tiempo que ha destacado que la actual ministra de Defensa Margarita Robles presentó al día siguiente del 1-O una reprobación contra la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por la “represión” y actos “vandálicos” de la Policía. “Lo que pasa es que el día 3 el jefe del Estado avaló la represión y ese debate nunca se sustanció”, ha añadido.
Tras siete sesiones maratónicas y la declaración de los doce acusados, ha llegado el turno de los testigos. Joan Tardá, diputado de ERC en el Congreso, ha sido el primero en entrar en el Salón de Plenos del Supremo.
Este miércoles, comparece el grueso de los testigos políticos del juicio. El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y su número dos Soraya Sáenz de Santamaría, el expresidente catalán Artur Mas y los diputados Marta Pascal y Gabriel Rufián son algunos de los que responderán a las preguntas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
Los exdiputados de la CUP Eulalia Reguan y Antonio Baños también declaran este miércoles. La formación de la CUP ha sido citada en lo que va de juicio por varios de los acusados. Consideran a este partido el culpable de forzar al Gobierno de Carles Puigdemont a convocar el referéndum de manera unilateral en lugar de esperar a lograr un pacto con el Estado.
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