Política

Del ‘mitin’ de Junqueras a la minuciosidad jurídica del abogado de Forn

Los dos acusados y sus abogados escenifican estrategias radicalmente opuestas a la hora de afrontar el juicio por rebelión en el Tribunal Supremo

La tercera sesión del juicio del procés ha evidenciado dos estrategias radicalmente opuestas a la hora de afrontar las acusaciones. Si por la mañana el proceso se convirtió en un mitin político de la mano del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, la tarde se ha sumido en una prosaica minuciosidad jurídica durante el interrogatorio del exconseller de Interior, Joaquim Forn.

El responsable de este radical cambio de registro la tuvo el letrado Javier Melero, representante del que fuera máximo responsable de los Mossos d’Esquadra durante el referéndum ilegal del 1-O. Este abogado ya advirtió de que no seguiría el ritmo marcado por Junqueras y su abogado Andreu Van den Eynde cuando el primer día comparó ese juicio con uno por estafa y pidió ceñirse al Código Penal.

De este modo, los presentes en el tribunal pasaron de escuchar algo más propio a un mitin en el que se defendía el derecho a la autodeterminación a una profusión de documentos y preguntas concretas hasta el detalle sobre los hechos enjuiciados en un cuestionario maratoniano de varias horas. Ante el propio Forn aceptó contestar a las preguntas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, algo que no aceptó hacer Junqueras.

Ambos están acusado de un presunto delito de rebelión por parte de la Fiscalía. En el caso de Junqueras, líder de ERC, el Ministerio Público le pide hasta 25 años de cárcel y para Forn, dirigente de PdeCAT, solicita 16 años. Ambos se encuentran desde hace más de un año en prisión preventiva, pero sus estrategias no pueden haber sido  más opuestas.

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