El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos ha relatado este martes en el Tribunal Supremo diversas trampas cometidas presuntamente por los Mossos d’Esquadra durante el referéndum ilegal para obstaculizar la labor de la Policía y la Guardia Civil y para facilitar la votación ilegal en contra de los mandatos judiciales, según la versión ofrecida por el mando.
La petición de apoyo
En torno a las 9 horas del día del referéndum, el cuerpo autonómico remitió a la Policía y la Guardia Civil un amplio listado de 233 centros para los que solicitaban colaboración. Ese dato es usado por las defensas de los acusados para desmentir la presunta falta cooperación de la policía dirigida por el major José Luis Trapero. Sin embargo el coronel ha negado la mayor.
“Esa petición de ayuda nos reafirmó más en la idea de que la actuación conjunta había terminado porque no era lógico que, si estaban desde las 6.00 horas en los colegios, nos enviasen un listado de esa envergadura. Era una lista tardía y demasiada voluminosa. La hubiésemos creído si hubiésemos visto actuaciones en otros colegios”, ha explicado el testigo, nombrado por la Justicia el coordinador único de los cuerpos policiales el 1-O.
Los locales cerrados
Los Mossos d’ Esquadra comunicaron el cierre de 99 centros de votación el 1-O, pero Pérez de los Cobos también ha restado valor a esta cifra. “Lo curioso es que pudimos comprobar que la inmensa mayoría, el 80 por ciento, eran municipios muy pequeños en los que había una única mesa y curiosamente en la mayoría de ellos, según los datos, no solo se había producido una votación, sino que había más votos que censo”, ha dicho. “Lo que supimos luego es que se esperó a que terminara la votación y, una vez acabado, recibieron las urnas sin las papeletas y apuntaban como cerrado después de haber permitido la votación”, ha añadido.
La ocupación de los colegios
Pérez de los Cobos ha acusado también al cuerpo autonómico de haber propiciado la ocupación de los colegios electorales el 1-O al avanzar a los partidarios de la consulta los requisitos de su actuación. En ese sentido, se ha quejado el coronel de que anunciaron “a bombo y platillo” que irían a los locales a las 6 de la mañana y que no desalojarían en caso de encontrar multitudes de gente concentradas.
El auto de la juez
En el auto de la juez había una frase en la que se pedía que la actuación policial se desarrollase garantizando la “normal convivencia” ciudadana. Los Mossos se aferraron a esta expresión, según Pérez de los Cobos, como un “clavo ardiendo” para no emplear la fuerza contra los ciudadanos que se concentraron en los colegios con el objetivo de impedir la orden judicial. No obstante, tal y como ha insistido el mando en varias ocasiones, esa frase estaba solo en la parte de los fundamentos de derecho del auto y no en la parte dispositiva, donde ordenaba evitar la votación.
Espionaje a la fuerzas de seguridad
Pérez de los Cobos ha denunciado todo tipo de obstáculos a su labor la jornada del 1-O. Desde falsas colas de votación para confundir a los policías a menores y personas mayores usadas como “vanguardia en los parapetos”. Pero en lo que respecta a los Mossos, ha denunciado -en base a lo que recogen informes policiales- que espiaron a la Policía y la Guardia Civil "haciendo labores de vigilancia y seguimiento". "Se tomaron fotografías de los vehículos", ha añadido Pérez de los Cobos, que también ha relatado labores de espionaje en los lugares de alojamiento de los agentes.
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