Oriol Junqueras no parece dispensarle un trato generoso a los medios de comunicación públicos de Cataluña. Desde su ingreso en prisión, el 2 de noviembre del pasado año, ha concedido cinco entrevistas a otros tantos medios. Ninguno de ellos forma parte del entramado público de la Generalitat, o de diputaciones o de ayuntamientos. Todos sus interlocutores han sido del ámbito privado. "No le gustan los medios del régimen, son todos de Puigdemont", señalan, en broma, en círculos constitucionalistas. Antes del 1O, fue muy famosa su entreista en la radio oficial catalana, cuando se echó a llorar frente a los micros de Mónica Terribas. Desde entonces ya no ha vuelto ni al sollozo ni a la risa. Al menos en esa emisora.
El presidente de ERC mantuvo su primer contacto informativo desde su celda en una entrevista con "El Periódico". Fue en encuentro personal. El periodista entró en Estremera como un visitante. Describía el escenario del locutorio, la pared de cristal que le separaba del interno, el ambiente plúmbeoo, el susto del preso. Fue el 2 de diciembre, un mes después de que la juez Lamela ordenara su ingreso en prisión. "La ofensiva contra Cataluña sólo se frenará ganando el 21D", era el titular. Aún no se habían celebrado las elecciones, que ganó Ciudadanos. "Nada es fácil. Hay que resistir", se despedía.
Dos semanas depués, el 16 de diciembre, respondía, ya por mail, un cuestionario sintético de 'La Vanguardia'. Pregunta breve, respuesta escueta. "El amor es universal". Vísperas navideñas, espíritus sensibles y añoranza del hogar y la familia.
Dos días después, RAC1, la emisora del grupo Godó, que no es oficialmente del 'régimen' pero se alinea con el separatismo y recibe importantes subvenciones de la Generalitat, logró la primera entrevista radiofónica, a través de un teléfono móvil. Al preso le costaría un castigo de quince días sin salir al patio. "Yo no me he escondido, he dado la cara", dijo Junqueras. A tres días de los comicios, en ERC no se disimulaban sus tensiones con JxCat, la 'plataforma del president'. Junqueras y Puigdemont, además, habían roto toda relación personal desde el 27 de octubre, el día e la proclamación de la república nonata.
Un periódico 'español'
Pasaron las elecciones, las navidades, el frío invierno y el expresidente proseguía sus paseos por los bosques de Flandes, entre cenas con ostras y sesiones de ópera. Su vicepresidente proseguía su encierro. Inopinadamente, envió la respuesta a un cuestionario de 'Diario 16', un periódico digital 'español', como dirían los secesionistas. Fue entonces cuando sugirió la posibiliad de combinar "una presidencia legítima con otra ejecutiva o efectiva". Un golpe directo a la quijada esquiva del fugado. Días de negociación de la investidura, una misión casi imposible.
Finalmente, este 12 de febrero, vísperas de San Valentín, también mensajes de respuesta a Tele 5 en respuesta de otro cuestionario. "Marta Rovira es una gigante, una persona en la que todos confiamos". Otra patada en la espinilla de expresidente y otra apuesta nada disimulada por despejar la incógnito de la nebulosa politica. Su número dos parecía designada por Junqueras para aspirar a la presidencia.
Cinco esntrevistas, dos medios 'españoles', tres catalanes, uno de elos, separatista. Ni TV3 ni Cataluña Radio, las fuentes informativas del soberanismo, las plataformas de propaganda de Carles Puigdemont, los medios públicos pagados por todos ciudadanos. "Puigdemont no admite en sus comparecencias pública sa los informadores 'españoles' y Junqueras parece que no quiere hablar con los de la Generalitat.
Junqueras pretende tomar el control del aparato mediático público. Así lo reclama en las negociaciones que mantienen sus equipos con JxCat para el reparto de consejerías en el futuro 'Govern'. Por ahora, el líder republicano parece haber querido subrayar su distancia con la política de comunicación de la Generalitat. Ni mú, les ha dicho. Por ahora.
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