El Gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso ha recibido con sorpresa cómo las reincorporaciones de liberados sindicales a determinados puestos de la Sanidad madrileña están siendo mucho menores de lo esperado. Pasado un mes desde el inicio del estado de alarma, sólo 147 de los 444 representantes sindicales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) han vuelto a sus respectivos trabajos, lo que supone un 33%.
La Consejería madrileña de Sanidad contaba a fecha del pasado 20 de enero con un total de 1.064 liberados institucionales, de ellos 208 son a tiempo completo y 856 a tiempo parcial, así que el SERMAS acapara casi la mitad de los representantes que están exentos de desempeñar las funciones del puesto de trabajo correspondientes a sus plazas para emplear su jornada laboral en tareas sindicales en nombre del resto de empleados públicos.
Fuentes del Ejecutivo regional subrayan a Vozpópuli que la respuesta "no es muy ágil" pese a que el sistema sanitario vive su peor momento en décadas y al hecho de que el Gobierno de Ayuso ha tenido que autorizar 10.000 contrataciones nuevas para hacer frente a las numerosas bajas laborales por contagio del patógeno.
Más preocupante es la situación en la Consejería de Políticas Sociales. En este área, únicamente 17 de los 274 liberados sindicales de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) se ha reincorporado a su puesto laboral en las últimas semanas, lo que equivale al 6,2 por ciento.
Las citadas fuentes subrayan que 2.100 de las citadas 10.000 nuevas contrataciones van dirigidas precisamente al AMAS, que acapara casi todas las exenciones de la citada consejería -54 liberados a tiempo completo y 285 a tiempo parcial-.
El ejemplo de CSIF
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el cuarto con mayor representación en la Comunidad de Madrid, anunció en marzo que ponía a disposición de los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas sus liberados sindicales, para responder a las necesidades de personal que afrontan los centros como consecuencia del coronavirus.
"Estos días están siendo muy duros para todo el personal sanitario y no sanitario como consecuencia de la presión asistencial. La situación es muy grave, los profesionales están exhaustos, se han suspendido todos los permisos y toda ayuda es poca", indicó CSIF.
En este sentido, comunicó al Ejecutivo regional que ponía a su disposición delegados y liberados a sus respectivas jefaturas, "con una habilitación administrativa especial para el desempeño de su trabajo como profesionales de la sanidad, sin que pueda repercutir en los sustitutos que actualmente les sustituyen".
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