La última semana de agosto siempre implica lo mismo, y es el inminente comienzo del nuevo curso político en España, y a nivel autonómico no podría ser menos. La Asamblea de la Comunidad de Madrid retomará su actividad el próximo 5 de septiembre, cuando los portavoces de los distintos grupos se reúnan con la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, para compartir postulados antes del primer pleno previsto para el 12-13 del mes que viene.
Uno de ellos es Juan Lobato, líder del partido socialista en la región de Madrid, quien tiene pensado sentarse con la máxima mandataria y explicarle alguna de las conclusiones que ha sacado de su viaje a China. El madrileño seguirá en el país asiático hasta el 29 de agosto, y lo hará acompañado por una comitiva de trece socialistas más.
El viaje ha sido sufragado por Fundación Cátedra China, una asociación sin ánimo de lucro que nació de Cátedra China, el think tank creado en 2012 y que cuenta con José Luis Rodríguez Zapatero como miembro de su claustro de honor. Esta gira por el gigante rojo ha sido el último paso del verano para Lobato, uno que ha estado más agitado de lo que seguramente habría preferido el portavoz socialista.
Las polémicas con el pacto fiscal entre el PSOE y ERC, el cual perjudicará de lleno a la región donde ejerce su actividad, sumado a la guerra abierta entre el Ayuntamiento de Fuenlabrada (de alcalde socialista) con la Comunidad de Madrid por acoger a menores no acompañados en La Cantueña, los cuales el propio Gobierno central ha derivado al Ejecutivo de Ayuso, han puesto en apuros a Lobato.
Por ello, el curso político que está a punto de arrancar tiene que ser un punto de inflexión claro en la carrera de Juan Lobato. Y no va a ser nada fácil, pues el socialista tiene demasiados frentes abiertos a día de hoy.
Lobato y el Congreso del PSM
Previsiblemente, en 2025 se celebrará el Congreso del PSOE, evento donde Juan Lobato deberá defender el liderazgo que le otorgó la militancia socialista en 2021 en detrimento de Javier Ayala, primer edil de Fuenlabrada, quien lleva sembrando la duda sobre la gestión de Lobato en el PSM desde hace meses.
A expensas de conocer qué candidatos se van a presentar, Juan Lobato tiene claro cuál es su hoja de ruta, una que pasa por seguir arañando votos al PP con sus postulados más centristas y alejados de fangos y polémicas.
Aglutinar la oposición a Ayuso y desplazar a Más Madrid
Otra de las áreas donde Lobato debe dar un paso adelante es en la labor de oposición al Gobierno de Ayuso. En la actualidad, PSOE y Más Madrid cuentan con el mismo número de diputados en la Asamblea, 27, pero el peso político de la organización que lidera Manuela Bergerot ha decaído en los últimos tiempos, especialmente desde la salida de Mónica García rumbo al Ministerio de Sanidad.
Por ello, y con el porcentaje de votos que obtuvo el PSOE en Madrid en las elecciones europeas, donde superó con creces la opción donde estaban las ideas de Más Madrid (Sumar), los socialistas madrileños deben seguir dando pasos en esa dirección. No hablamos de acercarse al PP, que es prácticamente imposible, pero sí ser la cara visible de la oposición.
Las críticas de Ferraz y el delegado del Gobierno
Los dos puntos anteriores convergen en uno extra, que es poner fin a los rumores sobre su figura. Dudas alimentadas desde Ferraz, donde no se termina de ver con buenos ojos a Juan Lobato. Entre otras cosas, por la "tibieza" de sus declaraciones, donde no siempre se ha mostrado fiel al ideario de Moncloa.
Cosa que sí ha hecho Francisco Martín, delegado del Gobierno puesto por Pedro Sánchez para ejercer de ariete contra Ayuso y Almeida. Labor que lleva a cabo con maestría, amén de interferir en el papel de oposición, absorbiendo el protagonismo de Juan Lobato en la CAM y Reyes Maroto en el Ayuntamiento de Madrid. Por ello, el líder del PSM tiene ante sí uno de los retos más importantes de su vida política. Veremos cómo sale adelante.
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