La tragedia de la DANA se ha convertido en la principal baza de Pedro Sánchez para salvar la legislatura. Para lograr los apoyos necesarios de cara a aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del año que viene. Él mismo, el pasado martes, afirmó que "ahora es más importante que nunca" la aprobación de unas nuevas cuentas públicas "para dar respuesta" a la mayor catástrofe natural que ha sufrido nuestro país. Pero ni la oposición, que lo consideran "un chantaje", ni sus socios, que rechazan vincular una cosa con otra, están dispuestos a ceder a las pretensiones del inquilino de la Moncloa. Estos últimos advierten a los dos partidos que conforman el Gobierno que "nos tienen que convencer" con "argumentos sólidos". También reclaman cesiones a algunas de las peticiones que ellos han puesto sobre la mesa.
Junts, ERC y Podemos, los tres socios que a día de hoy están más alejados del bloque de la investidura, por convicción o por cálculo político, mantienen sus recelos a la aprobación de unos nuevos PGE. Cada una de las tres formaciones, con sus propios intereses, han puesto sobre la mesa sus exigencias para dar el 'sí quiero' al PSOE. Los partidos separatistas siguen empeñados en el cupo catalán y en una relación bilateral con el Estado a nivel de fiscalidad. Además, tanto Junts como ERC, insisten en otras concesiones comprometidas por los socialistas en los últimos meses, pero que siguen sin cumplimentarse. Podemos, por su parte, insisten en exigir cuestiones en materia de vivienda o la ruptura de las relaciones con Israel. Los morados, que hicieron una consulta a su militancia, tienen el aval de sus bases para no apoyar las cuentas si el PSOE no cede a sus pretensiones.
El jefe del Ejecutivo aseguró que "necesitaremos unos nuevos Presupuestos Generales del Estado para poder llegar cuanto antes a dar la respuesta más eficaz y equitativa posible". "Si había alguna razón para aprobarlos antes de esta DANA y las terribles tragedias que está acarreando en todos los ámbitos, desde el punto de vista vital, humano, económico, sectorial, desde el punto de vista social, es evidente que el Gobierno de España, si antes decía que no iba a eludir mi responsabilidad de presentar unas cuentas públicas, en esta ocasión esa responsabilidad se multiplica hasta unos límites colosales" explicitó en una comparecencia en el Palacio de la Moncloa.
Sánchez manifestó, tras aprobar un primer paquete de ayudas cifrado en 10.600 millones de euros para los afectados de la DANA, que ofrecerá a todos los grupos parlamentarios un nuevo marco presupuestario para atender las realidades de cada uno de los colectivos sociales y de los territorios. Sobre todo de aquellos que han sufrido en mayor manera los estragos de la peor catástrofe natural en España. En este sentido, según señaló el secretario general socialista, pedirá el apoyo mayoritario de la Cámara para poder tramitar y aprobar unos Presupuestos "hoy aún más necesarios que ayer". Unas palabras que han generado un profundo malestar tanto entre los socios de la coalición como entre la oposición.
En concreto, las palabras que menos gustaron a los grupos que apoyan al Gobierno, son en la que afirmaba que la aprobación de las cuentas del año que viene en el Congreso es "para poder llegar cuanto antes a dar la respuesta más eficaz y equitativa posible" a los damnificados por la DANA. Fuentes de Junts responden a esto asegurando que "no vamos a dejarnos llevar por sentimentalismos o discursos emocionales". El partido que lidera Carles Puigdemont insisten en que "nuestras posiciones están muy claras desde el primer día" y "si el Gobierno quiere aprobar los PGE ya sabe lo que tienen que hacer".
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