La Comunidad de Madrid está trabajando para que en el caso de que los colegios y los comedores escolares continúen cerrados los niños de familias vulnerables madrileñas puedan contar con menús que no sean de comida rápida.
"A nadie se le escapa que de continuar más días en una situación como la actual debemos buscar alternativas para que estas familias puedan seguir teniendo dieta saludable en sus casas", ha explicado el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, en una rueda de prensa telemática tras la reunión del Consejo de Gobierno.
Aguado ha precisado que el consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, y el de Educación, Enrique Ossorio, están trabajando para que en el caso de que se alargue la situación actual estas familias vulnerables puedan contar con otros menús diferentes.
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha pedido a la Comunidad de Madrid que revise los menús de comida rápida que ofrece a los niños de familias vulnerables y que "valore" una alternativa más adecuada para poder recibir la ayuda destinada a estas comidas.
De acuerdo con las cifras que ha aportado el Ministerio, del fondo de 25 millones de euros que la Vicepresidencia social destinó a las comunidades autónomas para financiar las comidas de los menores desfavorecidos durante la cuarentena, a Madrid le correspondieron 2.455.750 euros.
Y de esa cantidad, según han explicado a Efe fuentes de esta Vicepresidencia, la Comunidad de Madrid ha presentado una factura de 1.049.861 euros dedicada al pago de las comidas diarias que prepara Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes, mientras que el resto ha sido derivado a los ayuntamientos de la región para el pago de cheques de comida o servicios de catering.
Como al Ministerio, en principio, no le parece adecuada la calidad nutricional de esos menús, la semana pasada envió una carta a la Comunidad de Madrid solicitándole que justifique "la idoneidad y el carácter saludable y equilibrado" de éstos y que en su caso estudie presentar otra opción.
Aguado ha argumentado que la decisión sobre estos menús de comida rápida se tomó "en un momento de urgencia", cuando "de la noche a la mañana se cerraron todos los centros educativos, se prohibió la actividad docente presencial y muchas familias lamentablemente no tenían recursos suficientes para poder dar al menos una comida al día a sus hijos".
"Nos vimos en la obligación de buscar una alternativa al cierre de los colegios y de los comedores escolares. Ante una situación excepcional de emergencia buscamos esta solución excepcional de emergencia", ha subrayado el también portavoz del Ejecutivo madrileño.
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