Política

El mal trago de la 'vuelta' de Montero a Andalucía tras el cupo catalán: “No la quieren ver por aquí”

Reaparece en Cádiz en medio del monumental enfado de militantes socialistas para negar el cupo catalán que ha pactado a cambio de la investidura de Illa

María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, en Rota (Cádiz).

María Jesús Montero ha estado desaparecida desde finales de julio, cuando el pacto del PSOE con ERC para investir a Illa a cambio del cupo catalán echó por tierra todas sus declaraciones rotundas que lo negaban hasta poco antes. Las últimas, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrado el 15 de julio en el que trató de acallar la críticas de comunidades del PP y del PSOE sobre la financiación singular de Cataluña que también descartó, esta vez con el argumento de que quien negociaba era el PSC.

Las primeras declaraciones de Montero tras al pacto con ERC más allá de su presencia en Barcelona en la investidura de Illa se habían programado con cuidado para este miércoles. En Andalucía, como suele hacer habitualmente en vacaciones, viernes y fines de semana, pero en esta ocasión con el simbolismo de que suponía su regreso en plena polémica, quemada además para una hipotética vuelta política a la dirección del PSOE andaluz, como ha informado este periódico.

Buena parte de su partido, del que es vicesecretaria general, la ha dado por amortizada políticamente. Al menos, en su tierra. Hasta cuatro baronías socialistas consultadas por Vozpópuli admiten que la política andaluza "tiene muy difícil" volver a Andalucía tras defender el acuerdo que otorga la soberanía fiscal a la Generalitat de Cataluña. "No puede ir a allí tras defender la soberanía fiscal", explica un secretario de organización autonómico.

El enfado de los militantes y cargos intermedios del socialismo andaluz con el pacto y con su exconsejera de Hacienda es monumental y su presencia no es esperada con agrado. "No la quieren ver por aquí". El propio Juan Espadas, obligado a no criticarlo abiertamente, ya fue tibio al conocerse cuando advirtió que los andaluces no deben ser menos. Aunque poco después le dio un voto de confianza a la espera de las explicaciones de la cúpula federal.

Pues bien, en el escenario controlado del Ayuntamiento de Rota (Cádiz), en el que gobierna el PSOE, en un encuentro con su alcalde, José Javier Ruiz Arana, y situada delante de una bandera de Andalucía, comunidad infrafinanciada, Montero ha seguido la táctica de negar la mayor y asegurar que el cupo pactado no es tal en unas declaraciones ante los medios con un tono inseguro poco habitual.

Las polémicas declaraciones de Montero

Montero ha asegurado este miércoles que el acuerdo entre el PSC y ERC en Cataluña "ni es un concierto económico ni una reforma al uso del modelo de financiación" y ha querido lanzar un mensaje de "absoluta seguridad y tranquilidad" para todos los territorios, ya que "lo que el Gobierno impulse para hacer viable esa mayor aspiración que tiene Cataluña va a ser muy bueno para el conjunto de España".

Ha recalcado que "la única experiencia de nuestro país es el concierto vasco y navarro" y ha dicho haber escuchado durante estos días "todo tipo de interpretaciones y de críticas que no se aproximan a la realidad de lo que realmente se firmó", que a su juicio consiste en "en hacer homologable los servicios públicos en el conjunto del territorio".

"Que exista una financiación singular para Cataluña no supone ningún agravio con el resto de territorios", ha afirmado Montero. Además, ha indicado: "Cualquier impulso que dé el Gobierno a la financiación autonómica estará presidido por una mayor concesión de autogobierno, una mayor federalización del Estado y una garantía de la solidaridad. La financiación de las competencias autonómicas ha ido evolucionando a lo largo de la historia y siempre ha estado atravesada por una mayor capacidad de autogobierno y la solidaridad entendida como la aportación de todos los territorios para asegurar los servicios públicos, vivan donde vivan los españoles. Cualquiera que diga otra cosa miente".

Borrell rebatió sus argumentos

Unas palabras que han provocado un comunicado de ERC advirtiendo de que si Sánchez no cumple lo pactado le retirarán su apoyo y que contradicen punto por punto la entrevista de Josep Borrell con El País del pasado 19 de agosto. Montero ha justificado este miércoles las críticas de Borrell a la "peculiar relación" que el ex ministro tuvo con Cataluña y su papel en el procés.

El todavía jefe de la diplomacia europea conoce el tema en profundidad. Ex secretario de Estado de Hacienda, es autor de Las cuentas y los cuentos de la independencia, el libro con el que desmontó el Espanya ens roba del independentismo, relato que el pacto asume: "El pacto también dice que se impone a Cataluña una solidaridad excesiva que limita injustamente sus políticas públicas y su capacidad de crecimiento. Dicho de forma menos estridente, es la tesis del "expolio fiscal" que tanto pregonó Junqueras durante el procés y que yo he intentado contrarrestar [...] con ese acuerdo se asume post mortem el relato del procés y un cambio de paradigma en el sistema de financiación", sostiene Borrell en la entrevista.

"Es un salto hacia la soberanía fiscal de Cataluña. Seguimos haciendo cambios estructurales del modelo de Estado en función de las coyunturas electorales", ha lamentado.

Borrell también desmonta el intento de Montero de legitimar estas cesiones a Cataluña en que serían como el modelo de Alemania. A la pregunta sobre que en Alemania hay una agencia tributaria en cada länder y que todas recaudan el 100% de los impuestos en sus territorios, recuerda que "no se quedan con la recaudación. La ingresan en la caja federal y desde ahí se redistribuye".

"Que una comunidad con un 20% del PIB español entre en el sistema de concierto es un importante cambio estructural. Yo fui durante muchos años secretario de Estado de Hacienda y sé cuál es la importancia de tener la llave de la caja", remacha el histórico socialista.

Sánchez pescó a la ministra de Hacienda en 2018. Entonces llevaba cinco años trabajando en la Consejería de Hacienda a las órdenes de Susana Díaz. Cuando era consejera andaluza, reclamaba al Gobierno de Mariano Rajoy que pusiera 16.000 millones de euros que aseguraba que faltaban a las comunidades en el sistema de financiación y reclamaba 4.000 millones para Andalucía.

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