Una semana clave para Manuel Valls. En tan solo 24 horas, el político ha experimentado dos cambios que pueden ser determinantes para su futuro político. Este jueves, se anunció la separación del exprimer ministro francés de su mujer con la que compartía relación desde hace más de una década. Horas después la prensa francesa anunciaba a su nueva pareja. Este podría parecer un hecho corriente de no ser porque su flamante novia es Olivia Gregoire, portavoz de La República en Marcha, el partido del presidente Emmanuel Macron. Y un día después, él mismo anunciaba su posible candidatura a la ciudad de Barcelona en las próximas municipales con el partido de Albert Rivera.
Ambos hechos influyen directamente en su carrera política. El primero podría dar a entender que quiere continuar con su vida en París. El segundo, por su parte, indicaría su regreso a España, lugar donde nació pero donde prácticamente no ha vivido.
Las dudas surgen cuando la carta que quiere jugar Rivera es con un candidato que, a pesar de hablar perfectamente castellano y catalán, no vive ni tiene contacto con los barceloneses. Pero lo cierto es que las relaciones entre Valls y Rivera parecen haber dado frutos. El culmen de esta aparente amistad fue el pasado mes de marzo, cuando Valls acompañó a Rivera en una manifestación convocada por Societat Civil Catalana (SCC) a favor de la unidad de España. Lo hizo portando en primera fila, la pancarta con el lema "Ara més que mai, seny" y el logo de la formación naranja.
De padre catalán y pintor (Xavier Valls), en concreto de Barcelona, Manuel Valls siempre se ha mostrado muy crítico con la crisis del secesinismo. Recientemente asistió a una manifestación contra la independencia de Cataluña y lo hizo asegurando que Francia "nunca" permitiría un referéndum de salida. Además, tildó el 'procés' de "sinsentido" y de "locura" y señaló que ha "fracasado".
En el Partido Socialista con 17 años
Valls comenzó su andadura política con tan solo 17 años, en 1980, cuando se afilió al Partido Socialista francés (PS) respaldando a la izquierda de Michel Rocard. Asimismo, a la par que estudiante, Valls se afilió al sindicato socialista UNEF- ID, que permaneció activo hasta 2001.
Ocho años después, Valls sucedió en su cargo al hasta entonces cabeza del partido en el municipio de Argenteuil-Bezons, Henri Kaminska.
Valls continuó cosechando cargos políticos, y con 24 años fue elegido como miembro del Consejo regional de la Isla de Francia, del que pasó a ser vicepresidente en el año 1998. Al PS a nivel nacional llega cuando ocupa el cargo de secretario de comunicación. Durante un lustro será el encargado de la comunicación del partido y del primer ministro Lionel Jospin -entre los años 1997 y 2002-.
Valls presentó su dimisión como primer ministro el 5 de diciembre de 2012, pero sin dejar la política, quería postularse a la Presidencia del país
Tras su labor en comunicación, Valls es elegido alcalde del municipio de Évry en dos ocasiones, en 2001 y en 2008. En medio de este periodo, en el año 2002 y reelegido en 2007, Valls se hace con el acta de diputado de la Asamblea Nacional de Francia.
El político de ascendencia española trató de presentarse a las primarias del partido en 2009, sin embargo, decidió esperar hasta las elecciones presidenciales de 2012 para saltar a la primera fila de la política. François Hollande anunció su nombramiento como ministro de Interior. No obstante, los malos resultados del posterior plebiscito en 2014 provocaron la dimisión del hasta entonces primer ministro, Jean-Marc Ayrault. Fue en ese momento cuando Valls llegaría a este cargo.
Este mandato culminó el 5 de diciembre de 2012, cuando Valls presentó su dimisión, pero sin dejar la política, quería postularse a la Presidencia del país. No logró su objetivo, las primarias no le respaldaron.
Su apoyo a Ciudadanos no es de ahora. A pesar de mostrar su respaldo al PSC y a Miquel Iceta en las últimas elecciones, Valls terminó pidiendo el voto para la líder de la formación naranja, Inés Arrimadas. El político acudió a un acto de campaña del partido el 16 de diciembre junto a Vargas Llosa, aunque cinco días
antes se había reunido con el del PSC para mostrarle su aval.
Capacidad del Gobierno cuestionada
En su larga carrera, Valls ha superado polémicas y decisiones que le han llevado a no tener todo de su parte. En el año 2014 tomó quitó de la lista del gabinete de Holland a todos los críticos del Gobierno francés. Optó por mantener al equipo casi en su totalidad, cubriendo solo las vacantes de los tres ministros que
cuestionaban el modus operandi del Gobierno.
La confianza del Ejecutivo recibió golpes desde el mal resultado en las últimas elecciones de Hollande
Asimismo, Valls logró superar una moción de confianza a finales de 2014. La fractura del partido ya era palpable y la moción llegó tras la remodelación del gobierno. Valls fue avalado por un total de 269 votos a faor de los 257 necesarios.
La confianza del Ejecutivo recibió golpes desde el mal resultado en las últimas elecciones de Hollande. Además, se cuestionó la capacidad del mismo en cuestión de protección contra el terrorismo, algo que Valls ha cargado a sus espaldas como uno de los rostros más relevantes de la política gala.
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