Marcos de Quinto no estuvo solo en su rechazo al acuerdo de Ciudadanos con el Gobierno de Pedro Sánchez para prorrogar el estado de alarma. La diputada valenciana María Muñoz también discrepó con el acuerdo alcanzado por Inés Arrimadas en la cuarta prórroga y trasladó que barajaba la posibilidad de votar en contra, aunque al final aceptó los argumentos del partido para votar 'sí', según revelaron a Vozpópuli fuentes próximas a la dirección de Cs. Muñoz desmintió tales hechos a este periódico a través de un portavoz del partido.
Cuando Sánchez y Arrimadas anunciaron su pacto para la cuarta prórroga, la gran mayoría de los diputados naranjas se enteraron de ello por la prensa. Ningún dirigente les había prevenido de las negociaciones y a escasas horas de la votación para extender el estado de alarma, varios de ellos mostraron su "malestar" y trasladaron a Arrimadas y al secretario general del grupo parlamentario, José María Espejo-Saavedra, su disconformidad con el "secretismo" con el que se habían llevado los contactos.
Esa "falta de tacto", a juicio de las citadas fuentes, hizo que Marcos de Quinto dijese que no veía bien apoyar políticamente a este Gobierno en el que está Podemos. En este sentido, mencionó los errores en la gestión de la pandemia que se habían descubierto y lamentó el estado de excepción encubierto en el que vivía el país.
Tal y como contó Vozpópuli el pasado 11 de mayo, el ya exportavoz económico dijo que no se sentía cómodo con el acuerdo y amagó en un primer momento con saltarse la disciplina de voto, lo que obligó a Espejo a tener varias conversaciones con él hasta que le convenció de que era mejor prorrogar el estado de alarma para que no cayesen los ERTEs de forma abrupta.
El caso de Muñoz
Algo parecido ocurrió con Muñoz, quien advirtió a sus compañeros del grupo parlamentario que estaba de acuerdo con lo que decía De Quinto, que no se encontraba conforme con el acuerdo y que barajaba la posibilidad de votar en contra.
Otros compañeros del grupo manifestaron su disgusto en cómo se estaban haciendo las cosas, precisan las citadas fuentes. Ello obligó a Espejo y a la secretaria general de la formación liberal, Marina Bravo, a hablar con cada uno de ellos para que la unidad de los diez escaños naranjas no se resquebrajase en la votación de la cuarta alarma. Las gestiones dieron sus frutos pues finalmente hubo diez 'síes'.
Para la quinta prórroga mejoró la comunicación entre la dirección y el grupo parlamentario. Se han realizado reuniones con los diputados y a estos últimos se les ha prestado "más atención" comunicándoles los pasos que se estaban dando. Un detalle de ello lo dio de forma involuntaria De Quinto en el tuit en el que anunció su marcha de Ciudadanos.
Esta mañana he informado a Inés Arrimadas de mi intención de dejar el partido por diferencias con algunas decisiones (las cuales reconozco legítimas y democráticas).
Deseo lo mejor a @CiudadanosCs pues sigo creyendo que es un partido absolutamente necesario en nuestro país.— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) May 19, 2020
En dicho mensaje, De Quinto indicó que había comunicado esa "mañana" a Arrimadas su decisión de darse de baja de Cs. Es decir, su adiós se produjo cuando faltaban varias horas para cerrarse el acuerdo entre Cs y el Gobierno de Sánchez con el que se extendía la alarma por otros 15 días. La explicación es que la dirección naranja, a diferencia de la vez anterior, adelantó a sus diputados que estaba a punto de concluir un nuevo pacto con la Moncloa y que Cs se encaminaba al 'sí' cuando en la víspera lo habían rechazado con vehemencia.
Pese a que Muñoz expresó sus reservas con el acuerdo de la cuarta prórroga, luego en la quinta no ha puesto objeciones y no se plantea seguir los pasos de De Quinto y dejar el acta, subrayan las fuentes consultadas por este medio. Ella misma ha secundado en las redes el 'sí' a las últimas prórrogas, algo que De Quinto no llegó a hacer desde que se supo su disconformidad con el giro de Arrimadas.
Un perfil como independiente
Muñoz cuenta con un perfil muy similar al del exdirectivo de Coca-Cola: fue uno de los fichajes estrella de Rivera en febrero de 2019 de cara a las elecciones generales de hace un año, es economista y abogada de profesión y entró en las listas de Cs como independiente para encabezar la candidatura en Valencia gracias al apoyo y promoción de Toni Cantó.
Licenciada en Derecho y experta en asesoramiento financiero para la banca privada, se afilió a Ciudadanos en junio del año pasado al mismo tiempo que De Quinto, Bal, el aragonés Daniel Pérez y el mallorquín Joan Mesquida como muestra de fidelidad a Rivera tras la sonora dimisión de Toni Roldán y el pulso que echaron al entonces presidente las caras más visibles del llamado sector crítico.
Durante el estado de alarma ha tenido protagonismo al ser la diputada de Ciudadanos que a finales de marzo subió al estrado para defender la posición del partido en la primera prórroga. En aquella ocasión, Arrimadas ya se había confinado en su domicilio -sólo ha ido al Congreso para el debate y votación de la cuarta prórroga- y Bal aún no había pasado la cuarentena domiciliaria que se autoimpuso tras superar el coronavirus.
"No hay un equipo cohesionado"
Las reticencias de De Quinto y, en menor medida, de Muñoz a las prórrogas muestran un grupo parlamentario naranja que no es monolítico ante el giro de Arrimadas. El propio Juan Carlos Girauta, en su tuit de reacción al acuerdo de la quinta prórroga, incitó a los "grandes amigos" que había dejado en la Cámara baja a que desertaran. Habló en plural, aunque sólo le secundó De Quinto.
"No hay un equipo cohesionado al son de lo que dice Arrimadas. Hay que convencerles y estar encima de ellos", constata un dirigente naranja refiriéndose a los diez diputados naranjas, si bien no cree que la disconformidad "vaya a mayores" en las próximas prórrogas. En 15 días se verá si tiene razón.
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