Después de registrar 12.418 muertos y 130.759 contagiados por la epidemia de coronavirus, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, cree que el Gobierno español no tiene "ningún motivo para arrepentirse de nada" respecto a la gestión de la crisis porque ha seguido "exclusivamente" los criterios de médicos y científicos para tomar decisiones.
"En crisis sanitarias de esta entidad el criterio científico es prevalente. Ahí sí que no hay ninguna posibilidad de actuar en contrario. No hay nada de lo que arrepentirse", ha asegurado el ministro en una entrevista en El Correo, recogida por Europa Press, en la que además ha negado que el Ejecutivo haya dado golpes de timón con las medidas adoptadas para frenar la pandemis.
Marlaska ha defendido todas las decisiones que han ido tomando el Gobierno y él mismo como uno de los cuatro ministros responsables de las medidas contra la pandemia, así como el momento en el que se han acordado. "Adoptamos las medidas necesarias en los momentos precisos", insiste el ministro tanto con respecto al cierre de fronteras con Italia a mitad de marzo y no antes, a la autorización de actos multitudinarios como partidos de fútbol o la manifestación del 8-M, o sobre la compra de material sanitario.
Con respecto a esto último, y preguntado sobre por qué no se empezó a adquirir productos en enero cuando se vio la situación en Asia, el ministro responde preguntando por qué no lo hizo tampoco Italia, puesto que tenía "la misma razón de ser".
"¿Genera algún tipo de satisfacción que yo reconozca algún error o haga alguna crítica? ¿Nos tenemos que regodear en un pequeño error, en una pequeña deficiencia o en una pequeña falta de coordinación? Eso pasa en todos los ámbitos en el día a día. Lo importante es poner todas las energías en resolver la cuestión, no en regocijarnos en esos errores", asegura el ministro, que apuesta por destacar que el nivel de contagios se ha reducido del 24% al 7% y que la carga hospitalaria empieza a bajar.
Niega golpes de timón
En esta misma línea, defiende que el Gobierno no ha dado "ningún golpe de timón" en sus decisiones porque ha seguido las indicaciones en cada caso de la "autoridad científica". Asegura que la advertencia sobre la gravedad de este virus se tenían desde enero, cuando se conoció la situación de China, pero reitera que se fueron tomando medidas según la decisión de los expertos. "En cualquier caso, no vamos a hacer confrontación política. Eso vendrá después, cuando le pongamos coto al virus", añade.
Fernando Grande Marlaska subraya en la entrevista que España está siendo "transparente" con las cifras de infectados y de fallecidos y que hoy es el país que realiza más tests "sobre posibles contagiados". Defiende que España no ha perdido en las semanas previas la oportunidad de aplanar antes la curva de la enfermedad --"todo lo contrario"-- y que su situación no se puede comparar con otros países, porque en cada uno "las circunstancias son distintas" y porque se cree que el virus ha podido mutar desde que apareció.
Estado de alarma
Con respecto al final del estado de alarma, que se va a prorrogar hasta el 26 de abril, el ministro explica que hay técnicos trabajando en posibles escenarios para volver a la normalidad "con éxito", con la seguridad de que no haya riesgos para la salud. "Será con un desescalamiento para evitar nuevos brotes", añade.
El punto de partida será comprobar que el nivel de propagación del virus "esté controlado y sea muy bajo", pero el ministro asegura que no se puede ofrecer de momento ninguna fecha, ni avanzar qué ocurrirá con las próximas vacaciones de verano. "Hay que ir día a día", recalca.
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