Marruecos aprobará este miércoles la polémica extensión de su frontera marítima en el océano Atlántico a costa de aguas de las Islas Canarias y sin el consentimiento de España. Además, la votación se producirá 48 horas antes de la visita de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a Rabat en su visita oficial desde que accedió al cargo.
Después de 13 años de discusiones bilaterales que no han llegado a ningún puerto, el pleno de la Cámara marroquí tiene previsto votar mañana las dos leyes relacionadas con la creación de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y la delimitación de su frontera marítima con España y Mauritania. Así, se fijan las 12 millas de las aguas territoriales marroquíes, las 200 millas de la ZEE y las 350 de la plataforma continental para adaptar su normativa a la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar.
La nueva frontera marítima marroquí se solapa en una zona con las aguas de las Islas Canarias, de ahí que este paso de Rabat no cuente con el visto bueno de Madrid, en una disputa territorial que lleva enquistada al igual que la frontera marítima o mediana entre Lanzarote y las costas africanas, una zona rica en hidrocarburos.
La tentación marroquí por aprovechar los vacíos de poder o los relevos ministeriales en España es bien conocida por los diplomáticos españoles. El ejemplo más recurrente es la Marcha Verde sobre el Sáhara que Hassan II lanzó en 1975 con Franco agonizando. Ya en democracia, la ocupación del islote de Perejil en 2002 por orden de Mohamed VI se produjo el día que Josep Piqué le entregó la cartera de Exteriores a Ana Palacio.
Las dos mencionadas leyes sobre la ZEE marroquí fueron aprobadas por unanimidad el pasado 16 de diciembre en una comisión parlamentaria, en un momento en el que los asuntos corrientes de Exteriores los llevaba la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles. En aquel momento no hubo ninguna reacción oficial española. Ahora es el turno del pleno del Parlamento marroquí... justo en la víspera de la visita de cortesía de González Laya, quien ha tenido la deferencia de elegir al país vecino para su primera salida oficial como ministra.
La aprobación en el Parlamento marroquí no había sido aplazada ni retirada en ningún momento como sugirió el presidente canario
Una portavoz de la Oficina de Información Diplomática (OID) indicó hoy a Vozpópuli que los dos países "están de acuerdo en que cualquier medida deberá respetar la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar que ambos países han ratificado y el derecho internacional".
La programación de ambas leyes en el plenario de mañana obedece, según fuentes parlamentarias marroquías consultadas por Efe, a la agenda interna de la Cámara de Representantes y del Ministerio de Exteriores. Asimismo, insistieron en que su aprobación no había sido aplazada ni retirada en ningún momento como sugirió el presidente canario, el socialista Ángel Víctor Torres. "Si surgen puntos de desacuerdo, Marruecos y España mantienen excelentes relaciones bilaterales y las pueden resolver en el marco del diálogo", apuntaron las citadas fuentes.
Aprobadas por el Gobierno marroquí en 2017, las dos leyes suponen una actualización y armonización de la normativa interna de Marruecos en base a la citada Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar que el país magrebí aprobó en 2007. Pero chocan con las pretensiones que esgrime España. También supone incorporar de forma jurídica el mar adyacente al Sáhara a las aguas territoriales marroquíes, lo que ha provocado indignación en el Frente Polisario.
Una queja española ante la ONU
Coalición Canaria pidió hoy al Gobierno que de forma inmediata eleve una queja ante Naciones Unidas ante la decisión de Marruecos de aprobar dicha delimitación de su frontera, que se apropia de unas aguas jurisdiccionales que afectan a Canarias y al Sáhara.
La formación nacionalista indicó en un comunicado que España verá "vulneradas sus aguas" a partir de hoy con esta decisión "unilateral" de Marruecos que, en su opinión, "no se ajusta al derecho internacional" y, por tanto "debe ser Naciones Unidas la que resuelva este asunto". De ahí la urgencia de que el Gobierno de Pedro Sánchez "se anticipe y presente la queja correspondiente" ante la ONU.
A juicio de Coalición Canaria, este último movimiento de Marruecos "era una decisión previsible" pese a que el presidente de Canarias dijo que el Reino alauí había paralizado su tramitación. “Los hechos demuestran que estaban equivocados y que la alarma y preocupación de los canarios estaba más que justificada”, concluyó CC.
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