Un Ministerio sin página web, sin teléfono de contacto y una ministra sin agenda la mayor parte del tiempos; nos encontramos ante un Ministerio 'fantasma'. La cartera de Juventud e Infancia, en manos de Sira Rego, es el Casper del Consejo de Ministros. Han pasado cinco meses desde su creación y carece todavía de portal en internet, algo que el Partido Popular considera que podría ser una violación de la Ley de transparencia y buen gobierno, que obliga a la publicidad activa de los ministerios.
Ahora mismo, un ciudadano español no puede conocer lo que este Ministerio hace o deshace si no tiene cuenta de Twitter o Instagram, los únicos lugares donde Rego da cuenta de su actividad. Su perfil en la red social X -antes Twitter- apenas cuenta con 1.856 seguidores, menos, incluso, que los que tiene este humilde redactor de periódico. En todo este tiempo, la ministra Sira Rego, que se embolsa cerca de 80.000 euros al año, solo ha comparecido una vez ante la Comisión de Juventud e Infancia del Congreso de los Diputados.
Este jueves, todos los ojos están puestos en la aprobación de la ley de amnistía, pero también hay una sesión de esta Comisión. Los populares llevan una proposición no de ley en la que instan al Ministerio a cumplir la ley de Transparencia y ponga en marcha un página web oficial en la que hacer publicidad activa de sus proyectos.
"Estamos haciendo oposición a la nada"
La vicepresidenta segunda de esta Comisión, que también firma la PNL, Noelia Núñez, asevera en declaraciones a Vozpópuli que el Ministerio de Rego carece hasta de "estructura". "Estamos haciendo oposición a la nada", manifiesta.
"Apenas nos podemos enterar de lo que ocurre en el Ministerio siguiendo Twitter, porque la agenda de la ministra no es que sea la más boyante. No conocemos ni las líneas estratégicas del Departamento", añade.
El principal proyecto que tiene en marcha Rego es una Ley de Juventud con escasa utilidad y visos de ser aplicada. Las competencias en esta materia están transferidas a las comunidades autónomas, y todas cuentan con su ley de juventud.
Núñez señala que es el propio Gobierno de Pedro Sánchez el que borra las competencias de Juventud e Infancia. "Parece que estamos tutelados. Si llevamos un tema de Salud Mental, nos dicen que se encarga Sanidad; si proponemos algo de Vivienda, nos redirigen al Ministerio de Isabel Rodríguez; temas de pobreza infantil los encauzan al de Derechos Sociales, y así con todo", explica.
La diputada popular afirma que la existencia del Ministerio de Rego responde "exclusivamente a la necesidad de Sánchez de añadir en la cuota ministerial a alguien de Sumar". Un caso similar a lo que ocurría con el Ministerio de Consumo que lideró Alberto Garzón. Su escasa actividad y competencias fue foco de críticas la pasada legislatura. El hecho de que Juventud e Infancia, departamento antes adscrito al Ministerio de Derechos Sociales, cuente con cartera ministerial propia implica un aumento del gasto institucional y en asesores.
La PNL presentada por el PP señala que "tras casi 5 meses desde su creación, dicho departamento ministerial carece de página web oficial, solventando esta grave carencia con publicaciones en redes sociales e información en las webs de otros departamentos, lo que dificulta y restringe el adecuado cumplimiento de su deber de publicidad activa".
"En el contexto más amplio de la política española actual, una constante del gobierno, encabezado por el presidente Sánchez, está siendo la creación de nuevos ministerios, como es el caso del Ministerio de Juventud e Infancia. Esta estrategia parece ser utilizada como herramienta de negociación en la formación de coaliciones gubernamentales, evidenciando una instrumentalización de las entidades ministeriales con fines políticos. Este enfoque es reflejo de la necesidad del gobierno socialista de consolidar apoyo y estabilidad en un parlamento notoriamente fragmentado, lo que dificulta la gobernabilidad y conduce a un sobredimensionamiento de las instituciones", continúa la exposición de motivos de la proposición no de ley.
La ministra que no condenó los campos de rusificación de niños ucranianos
En su etapa como eurodiputada, Rego se negó a apoyar una resolución que calificaba como crimen contra la humanidad y condenaba la deportación de niños ucranianos a campos de rusificación en Bielorrusia. Más de 2.000 niños ucranianos han sufrido este destino. La entonces eurodiputada de Izquierda Unida fue de los pocos que votó en contra de este posicionamiento de la Unión Europea.
