Mariano Rajoy no habla, en el Partido Popular se siguen desde lejos las novedades con discreta atención y en Moncloa arropan al ministro de Hacienda ante el último, por ahora, zarpazo del exministro José Manuel Soria. "No es Montoro quien tenía cuentas en Suiza ni quien apareció en los papeles de Panamá, o en las Bahamas o en Jersey", comentan fuentes del Ejecutivo. "Siempre se equivoca, mide mal sus pasos, le va a salir el tiro por la culata", añaden. El titular de Hacienda, objetivo principal de la venganza, asegura: "Que hay interés en que me retire, no es nuevo. Yo voy a cumplir hasta el último momento". Y recordaba que tormentas peores ha pasado.
El nonato libro del exministro de Industria ha producido conmoción en el Gobierno. "Se sabía que andaba en ello, se lo ha comentado a gente de su entorno, pero no conocíamos el alcance del contenido", señalan. Soria arremete contra sus enemigos declarados, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro, a quienes siempre responsabilizó de urdir su defenestración mediante la filtración de datos y de pruebas.
A la vicepresidenta le recuerda sus vínculos y favores a importantes grupos de comunicación. Al ministro de Hacienda le adjudica la filtración, en su momento, de sus datos fiscales en forma de una cuenta en Suiza que tenía su madre. Cuenta que quedó liquidada y declarada tras el fallecimiento materno, según se desprende de la información desvelada por 'El Mundo' sobre el libro en cuestión.
Es la historia de un ajuste de cuentas, convertida ahora en fuego cruzado contra el Gobierno por parte de quien fuera uno de los más leales y fieles miembros del Ejecutivo de Rajoy. Soria culpa de todos sus males a Santamaría y a Montoro. Este es el motivo de que haya pergeñado el libro, "para que se sepa bien toda la historia", dice un viejo amigo. "Le forzaron a salir del Gobierno, sin mediar problemas con la Justicia y luego le bloquearon el acceso al Banco Mundial. Nadie le defendió, le dejaron sólo y eso le dolió", señalan.
"Defenderé mi honor"
El adelanto de los contenidos del libro en cuestión coincide con uno de los momentos más delicados en la carrera política de Montoro. Reprobado en el Congreso, vetado como negociador por el PSOE, asaeteado por las historias sobre su antiguo despacho de asesores, el titular de Hacienda no flaquea pero está nervioso. "Si te sacan la foto en la portada, ¿qué puedo hacer? Aunque ya lo he explicado mil veces", explicó la semana pasada en los pasillos del hemiciclo. Algunas versiones aventuran que el punto débil de Montoro, su bufete, seguirá siendo objeto de polémica e incluso hay quien adelante que habrá novedades. "Su relación con Abengoa es su punto débil, muy complicado", apunta una fuente del partido.
Reprobado en el Congreso, vetado como negociador por el PSOE, asaeteado por las historias sobre su antiguo despacho de asesores, Montoro no flaquea pero está nervioso
Apareció Montoro este lunes junto al ministro portavoz y al de Economía, para explicar tras el Consejo de Ministros el techo de gasto y la negociación presupuestaria. Los periodistas se empeñaron en saber del caso Soria y sobre si se siente respaldado por el presidente. "Eso de si me siento apoyado o no son términos sentimentales que utilizan ustedes los periodistas. Yo estoy aquí para trabajar, sigo trabajando, ya lo ven. Eso sí, defenderé mi honor", añadió, en un tono menos burlón y menos desafiante que en otras ocasiones.
En el partido se sigue con atención y preocupación este episodio, en especial el del despacho. Barones del PP telefonean a Génova en solicitud de información. Fuera de Madrid llegan tan sólo versiones entrecortadas. No se sabe qué está pasando en verdad ni lo que hay que decir. Se asegura que hay "fuego amigo" contra Montoro. Rajoy no dice nada, pero le apoya con firmeza. "Al menos por ahora", puntualizan. "También apoyaba a Soria hasta que dejó de hacerlo".
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