El Gobierno respira aliviado. Está convencido de que la convocatoria de la gran manifestación independentista esta tarde en Barcelona ha sido un "pinchazo monumental" porque no ha llegado ni de lejos al medio millón de manifestantes del que ha estado hablando toda la tarde la Asamblea Nacional Catalana (ANC), muy lejos del millón que logró congregar en 2012, según señalan fuentes gubernamentales a Vozpópuli.
Desde el Ejecutivo se está haciendo un especial seguimiento de la jornada, en tanto que es la última movilización importante antes del referéndum ilegal del uno de octubre para decidir la independencia de Cataluña.
"Nada que ver con lo ocurrido otros años", señalan las fuentes informantes. "Está siendo un acto desangelado y desorganizado. Con mucha gente en los grandes cruces, pero luego mucho 'claro' en las calles por lo que se puede ver en las tomas aéreas (de las televisiones)".
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