La Justicia ha empezado una investigación que puede llegar hasta el nudo gordiano de Podemos: la financiación del partido a través de los microcréditos. El juzgado 42 de Madrid ha abierto de momento diligencias genéricas por supuesta malversación contra Podemos tras la denuncia de un abogado del partido cesado en 2019. Quiere aclarar el papel de la consultora Neurona, vinculada a Juan Carlos Monedero e investigada en Bolivia por “corrupción”, y que fue contratada por el partido durante las campañas electorales de 2019. Vozpópuli desvela este jueves que Neurona realizó vídeos de campañas para la candidata Isa Serra en la Comunidad de Madrid.
Un elemento importante de la investigación abierta por el juez es que fija su lupa en la campaña autonómica de Madrid de mayo de 2019. Neurona llegó a España en 2019, como filial de una empresa mexicana que ofrecía servicios de consultorías para los mandatarios venezolanos y candidatos como Evo Morales y Andrés Manuel López Obrador. Esta empresa, en cuyos documentos Monedero figura como "director" del "equipo de especialistas", también trabajó para Podemos y el juez quiere saber si pudo generarse algún tipo de desvió de fondos desde América Latina hasta España.
Neurona realizó vídeos y mensajes virales en las redes. Así se desprende de la documentación interna de la empresa, a la que ha tenido acceso en exclusiva este diario, y que detalla que en 2019 la firma trabajó para la candidata a la Comunidad de Madrid, Isa Serra. Redactó entre otras cosas el lema de campaña: “Tú lo cambias todo”. Además, grabó vídeos líquidos relativos a la defensa de los servicios públicos y el spot general de campaña. La candidata logró entrar en la Asamblea de Madrid, pero solo por un puñado de votos.
En esas elecciones locales que investiga el juez, la consultora también trabajó para Jesús Santos, candidato a la alcaldía de Alcorcón y ahora secretario general de Podemos Madrid. Para él realizó el spot de campaña electoral. Además, diseñó carteles electorales, "mosaicos" para Instagram y el lema del partido morado en las elecciones generales de ese año. Neurona, como ya adelantó Vozpópuli, también ideó el logo de Unidas Podemos y la cartelería de campaña. Los contratos se firmaron a través del NIF de la coalición y no el de Podemos, lo que crea preocupación en Izquierda Unida por la judicialización del caso.
"Tapadera" para "maquillar" contratos
El trabajo de Neurona también genera sospechas en las filas de Podemos. Algunos apuntan a que, en realidad, esos vídeos y diseños se realizaban en el propio partido, a través de la labor de militantes y trabajadores de la formación. Y que Neurona era una "tapadera" para "maquillar" contratos y desviar fondos a través de los microcréditos. La denuncia de los exabogados de Podemos ante la Guardia Civil en diciembre de 2019 (después de que Iglesias les retara a judicializar el asunto) iba en esa dirección.
A lo largo de 2019, Podemos entregó al menos 350.000 euros para esas campañas electorales, tal y como se desprende del borrador del contrato que desveló este diario en el pasado mes de enero. El problema es que en él aparecen fechas que no cuadran con las de registro de Neurona. El borrador recoge una fecha anterior a la creación de Neurona en España (filial de la matriz mexicana), lo que está empujando al juez a analizar si los trabajos realizados fueron ficticios. La Ley de partidos condena el utilizo de fondos extranjeros para las campañas electorales.
En el entramado de empresas y fondos de Podemos emerge otra sociedad sospechosa. Se trata de la portuguesa ABD Europa, filial de la brasileña A.i. Big Data Group, que tiene sede en Río de Janeiro y es considerada un holding financiero. Esa sociedad realizó informes y trabajos para la exmandataria Dilma Rousseff, con la que trabajó Pablo Gentili, el exasesor argentino de Iglesias.
En Podemos sostienen que Gentili llegó a España gracias a Monedero. Gentili era el máximo representante de CLACSO, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, con importantes vínculos con los gobiernos de América Latina. Recientemente ha manifestado su apoyo a que Monedero se haga con el control de la fundación de Podemos Instituto 25-M, que en Podemos asocian a la búsqueda de nuevos contactos y fondos en el subcontinente americano.
Más microcréditos a pesar de la caída electoral
A finales de 2019, los abogados José Manuel Calvente y Mónica Carmona denunciaron presuntas irregularidades en las primarias del partido, en el uso de los datos de los afiliados y también en la financiación. La sospecha de esos abogados, al igual que de otros miembros del partido, es que Neurona haya podido desviar dinero proveniente del extranjero (sobre todo Bolivia) en los microcréditos de Podemos.
Los datos de los microcréditos de Podemos, el sistema de financiación popular de la que el partido presume como vía alternativa al endeudamiento con los bancos, resulta algo extraño. Mientras Podemos perdía la mitad de sus escaños entre 2016 y 2019, los microcréditos se dispararon. Durante todo 2019, y en tres proceso electorales diferentes (dos generales, y las europeas y autonómicas), Podemos logró un récord de microcréditos. Este dinero sirvió, por ejemplo, para un gasto en campañas que solo en Facebook superó el millón de euros, según fuentes de Podemos. Sobre todo se destinó a promover candidatos como Irene Montero.
La apertura de diligencias en el juzgado madrileño puede obligar a dirigentes del partido a desfilar ante el juez. La investigación señala al tesorero Daniel de Frutos y la gerente del partido, Rocío Val. La gerente es la figura que en Podemos creen que está detrás del entramado de contrataciones. Con ellos, el juez puede pedir que declare Juanma Del Olmo, jefe de campaña electoral y peso pesado de la dirección. Del Olmo trabaja ahora en el gabinete del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.
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