El Gobierno central y el de la Generalitat se han ido de vacaciones. El Gabinete de Rajoy se reincorpora el día 21, salvo que se convoque de emergencia un Consejo extraordinario para el 16, tal y como advirtió el presidente desde su retiro gallego. El Govern de Puigdemont lo hará el 28. Será un agosto atípico. Ni en Moncloa ni en el Palacio de la Generalitat se va a apagar la luz. Hay gente de guardia en los dos edificios. La fecha del 1-0 se acerca y la tensión crece.
Cristóbal Montoro es el miembro del Gabinete más atento al móvil. Su departamento quedó encargado de controlar semanalmente los gastos de la Generalitat para evitar que incurra en desvíos de fondos hacia el referéndum ilegal. Es una tarea que no se suspende por el descanso estival. Al menor síntoma de incumplimiento, Montoro remitirá un requerimiento a Oriol Junqueras para que dé explicaciones y se rectifique. De no hacerlo, se convocaría de forma urgente la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, que preside Mariano Rajoy a fin de adoptar las medidas oportunas. Íñigo Méndez de Vigo, portavoz del Ejecutivo, ya advirtió que podría incluso cortarse el grifo del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica).
Junqueras, vicepresidente de la Generalitat y conseller de los asuntos económicos, ha cumplido el primer trámite. El viernes pasado remitió al Ministerio de Hacienda y Función Pública el detalle de la información requerida. Con una puntualización. El 'número dos' del Gobierno catalán comunicaba que asume de forma 'personal' el envío de estos datos. De esta forma liberaba de esa carga a los interventores y responsables administrativos de los distintos departamentos de la Generalitat. Es decir, eximía de su presunta responsabilidad a los funcionarios, el flanco más débil del reto secesionista. No hubo respuesta de Madrid a esta advertencia. "Lo importante es que cumpla con el envío de los datos", comentan. Este viernes toca recibir una nueva remesa.
Montoro está silente y a la espera. Ha querido transmitir un mensaje tranquilizador. Ninguna actuación del Gobierno "va a afectar negativamente a los proveedores, sino todo lo contrario, se les va a seguir pagando y protegiendo", declaró a una revista de autónomos. Es decir, en el caso de que se tenga que cortar el grifo a la Generalitat, si incurre en incumplimiento, las farmacias catalanas, por ejemplo, seguirán recibiendo fondos del Estado. Lo importante es que no cunda el pánico, no alimentar alarmas innecesarias y no fomentar el victimismo, "eso es lo que pretenden los secesionistas", subraya una fuente de Moncloa.
La agitación callejera de la CUP
La Generalitat está ahora centrada en aprovechar estas semanas de asueto para intensificar la propaganda del plebiscito. Consellers, dirigentes del Pdecat y de ERC se dispersarán por toda la región para tomar parte en los distintos actos de movilización que organizan asociaciones cívicas como la ANC y Omnium, así como la CUP, que está dispuesta a agitar las calles estas semanas previas a la convocatoria del referéndum. Los anarquistas quieren erigirse en la avanzadilla del 'calentamiento' del plebiscito. Han empezado con las acciones violentas contra intereses turísticos y no van a cesar en todo el verano, según anuncian desde sus filas.
La CUP quiere erigirse en la avanzadilla del 'calentamiento' del plebiscito. Ha empezado con las acciones violentas contra intereses turísticos, que no van a cesar en todo el verano
El Gobierno de Puigdemont se ha ido a la playa sin firmar un papel ni sobre la convocatoria de la consulta ni sobre la compra de las famosas urnas. No se ha firmado nada porque tanto el plebiscito como el decreto sobre la adquisición de las urnas van ligados a la polémica ley del referéndum, que se pretende aprobar a partir del 15 de agosto, cuando el Parlamento catalán reabra sus sesiones. "No podemos hacer una convocatoria si no hay ley del referéndum, es una obviedad", señaló el martes Jordi Turull, portavoz de la Generalitat. La campaña en pro de la consulta, sin embargo, está en marcha.
Hacienda vigila. Es el departamento responsable del control de gastos en Cataluña. La figura de Montoro ha recobrado una cierta prestancia, después de los últimos meses vividos bajo una intensa presión. Es uno de los dos ministros reprobados por el Congreso y su perfil político resultó seriamente afectado con la aparición de informaciones sobre extrañas gestiones en su antiguo despacho profesional.
¿Un activo o una rémora?
Rajoy le apoya, está satisfecho con la forma en la que está llevando la negociación tanto del techo de gasto como de los presupuestos para el año próximo. En el partido, sin embargo, hay dirigentes que en privado le consideran una 'rémora'. Un problema. Nadie sabe qué pasará en el futuro. De momento han de cerrarse las cuentas públicas de 2018, pendientes aún, en forma muy especial, del diálogo con el PNV. En este trance participan todos. Desde el propio a Rajoy a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y, por supuesto, el titular de Hacienda.
El Gobierno se ha ido de vacaciones con la mirada puesta en Cataluña. Rajoy lo ha dejado claro en su primera declaración desde Galicia. "Quizás haya Consejo de Ministros el día 16". Montoro, en su retiro serrano, permanece activo. Controla las cuentas de los catalanes. Vigila los gastos. Persigue los recibos, las facturas... Es el vigía del 'procés', el controlador del FLA.
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