Lo que en el PP se llama la 'era Casado' arrancará formalmente una vez despejado el trámite de la investidura. Antes de la diáspora vacacional, el presidente del PP anunciará los cambios en la cúpula de su formación. Si las elecciones se repiten en noviembre, todo quedará aplazado hasta la vuelta del verano.
"¿Quién es Margalida Prohens?". En el PP hay un intenso juego de cábalas sobre el reparto de cargos en esta 'era Casado'. En las encuestas circulan nombres y se aventan responsabilidades. Hay gente que sube y gente que se esfuma. Marga Prohens, que fue cabeza de lista por Mallorca, luego de un extraño tira y afloja entre Génova y la dirección local, aparece en el baile de adivinanzas. Casadista de la primer era, ejerce de secretaria de Comunicación Interna en el departamento que dirige Marta González. Habrá relevo en este negociado, se asegura. González, designada para el cargo dada su condición de gallega y, por ende, 'cuota de Feijóo', dejará esta responsabilidad. Ni se ajusta ella al cargo ni el cargo se ajusta a ella, comentan en los mencionados círculos.
Señalan algunos a Prohens, muy joven, activa, de enorme simpatía personal y con buen cartel en la interna de Génova. "Demasiado inexperta todavía, dentro de tres años, hablamos", señala un veterano del lugar. El PP necesita un vicesecretario de Comunicación que ejerza como tal. Pablo Casado lo fue en la última etapa de Rajoy. Ahora han asumido esa función Teodoro García Egea y Javier Maroto, respectivos números dos y tres del partido.
Directora de campaña
Cuca Gamarra aparece en todas las conversaciones para asumir esta función. Es uno de los nombres revelación en esta última etapa de Casado. Pese a su condición de fiel colaboradora de Soraya Sáenz de Santamaría durante la pugna de las primarias, la exalcaldesa de Logroño se sumó al equipo de Casado sin demasiadas reticencias como responsable de Política Social.
Un cometido sin excesiva relevancia hasta que, tras el desastre de las elecciones generales, Casado recurrió a ella para asumir la dirección de la campaña del 26-M. No salió mal el experimento. Gamarra, política baqueteada, decidida, con carácter, resuelta ante los medios, está llamada a ocupar, salvo sorpresas, uno de los puestos preponderantes en la 'era Casado'.
El morbo de las dudas se concentra en la portavocía del Congreso. Cayetana Álvarez de Toledo, quien fue número uno por Barcelona, estaba llamada a asumir ese reto hasta la rebelión de los barones, liderada en su momento por Alberto Núñez Feijóo. Víctima colateral del mal resultado de las generales, la opción Cayetana pasó a la nevera hasta la resurrección de Casado tras las municipales. Vuelve a aparecer como la gran candidata para el puesto, digna sucesora de buenos parlamentarios amen de jefes de la bancada popular como Rafael Hernando o la propia Sáenz de Santamaría.
Las bendiciones de Aznar
El aznarismo ha sido indultado. Casado ha inaugurado el curso de verano de Faes. Aznar le ha impartido públicamente sus bendiciones tras un mes de alejamiento. El refundador del PP, tras participar activamente en la campaña del 28-A, desapareció del mapa en las autonómicas. Ahora ha vuelto. Su gente de Génova también ha recuperado no sólo el aliento, sino la presencia. En este movimiento entra la posible designación de Álvarez de Toledo, oradora brillante, polemista experimentada, beligerante antinacionalista, y con mucho recorrido en esta 'era de Casado'.
Hay más postulantes para incorporarse al puestos relevantes de este 'nuevo PP'. Belén Hoyo, quien fuera cabeza de lista por Valencia, coordinadora de las comisiones parlamentarias del partido, aparecía como la posible portavoz en el caso de que la opción Cayetana fracasara. Ahora se le atribuyen responsabilidades importantes en la Cámara Baja.
El objetivo de Navarra
También relumbra en los corrillos el nombre de Ana Beltrán, presidenta del Comité Autonómico, quien preside el PP de Navarra y Casado se la trajo a Madrid como número cinco en las generales, tras alcanzar el acuerdo de Navarra Suma con UPN. Beltrán está siendo figura clave en la estrategia del PP frente al desafío independentista por hacerse con el control de la comunidad foral. Una pieza clave, pendiente aún de los intentos de los socialistas navarros, liderados por Chivite, con los independentistas y filoetarras en la trastienda.
Algunos nombres perderán peso o simplemente desaparecerán en la cúspide de la nueva organización. Dolors Montserrat y Juan Ignacio Zoido, ahora ambos en Bruselas, dejarán paso en el Congreso a diputados como Jaime Olano, el gallego creciente o Isabel Borrego. Isabel Díaz Ayuso, a la espera de que se despeje la batalla de los pactos de Madrid, quedará revestida de notable relevancia si logra conservar la presidencia de la región. Se convertiría en una de las 'baronesas' con más influencia en la interna del partido, en línea con Juanma Moreno o el propio Feijóo. También Andrea Levy, número dos del Consistorio de Martínez Alemeida, verá reducido su papel en el sancta sanctórum de Génova.
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