El PSOE tira al monte. Se ha visto en Navarra, donde Bildu ha exhibido su acuerdo para permitir que Maria Chivite se haga con el gobierno de la Región. Pablo Casado se hará fuerte este martes, con su Junta Directiva, en su postura de no facilitar, ni por activa ni por pasiva, la investidura de Pedro Sánchez.
Ahora arreciarán las presiones sobre el Partido Popular. El presidente en funciones fue el primero en apuntarlo después de su intento fallido de la semana pasada. No tira la toalla y buscará otros rumbos. La abstención el centroderecha figura en el frontispicio de Moncloa. PP y Ciudadanos, en el punto de mira de un nuevo intento de investidura.
Este martes, en el cónclave de la dirección de los populares, esas tímidas voces en pro de Sánchez quedarán congeladas
No hay muchas posibilidades por ahora, al menos por lo que se observa desde las filas populares y naranjas. Andrea Levy, vicesecretaria de Programas del PP, quiso dejarlo bien claro este domingo: "El PP no irá a ninguna parte con el PSOE", porque es capaz de pactar un gobierno en Navarra con Bildu, algo que calificó de "bochornoso" y de un acuerdo de "la vergüenza".
Casado cerró la puerta a cualquier tipo de guiño o componenda para favorecer la investidura del líder socialista. La posición oficial del PP es que Sánchez ha de seguir buscando apoyos entre sus aliados, al igual que hizo Rajoy en 2016. Hay voces en el seno del PP que sugieren algún tipo de acercamiento hacia el PSOE en el caso de que Sánchez asuma una serie de compromisos. Así lo dijo Alberto Núñez Feijóo, lo insinuó en su día Isabel Díaz Ayuso y otros dirigentes de la formación conservadora.
La carta de la polémica
La carta enviada por la cúpula de Bildu a su militancia, desvelada este fin de semana, habla de que el partido heredero de ETA es el ‘interlocutor preferente’ del Partido Socialista Navarro de cara a la conformación del gobierno foral. Los socialistas han desmentido tal aseveración. Todo según lo previsto.
La dirección del PP se aferra al caso navarra para desmontar todas las teorías que presionan a Génova para evitar unas nuevas elecciones, para ejercer la ‘abstención patriótica’ que facilite la formación del Gobierno de la nación.
Este martes, en el cónclave de la dirección de los populares, esas tímidas voces en pro de Sánchez quedarán congeladas. Navarra se convierte ahora en protagonista de cualquier paso que se pretenda dar a nivel nacional y es evidente que "lo que quiere Sánchez es ir de nuevo a las urnas", señalan en fuentes populares.
Será difícil que el dirigente socialista se presente de nuevo a una investidura, salvo que Podemos afloje en su postura intransigente y asuma los consejos de Alberto Garzón, un apoyo 'a la portuguesa'. El escenario será muy diferente después de las elecciones. Entonces sí habrá posibilidades para todo tipo de acuerdos y hasta de pactos para gobiernos de coalición, añaden las mencionada sfuentes.
