Política

La cesión del PSOE al nacionalismo navarro complica el apoyo de C's a la investidura de Sánchez

El giro de los acontecimientos hace que los dos diputados de Navarra Suma se junten a todos los que rechazan la investidura, Coalición Canaria incluida; el PP se ratifica en su 'no'

  • Sánchez y Rivera, en el Congreso.

Pedro Sánchez está cada vez más cerca de quedar en manos de ERC para sacar adelante su investidura como presidente del Gobierno. Tras lo ocurrido este miércoles en Navarra, solo la abstención de los 14 diputados republicanos -Oriol Junqueras no vota por estar en prisión- evitará un empate a 173 escaños; o eso, o una, hoy por hoy, improbable abstención de los 57 diputados de Ciudadanos porque esa cesión al nacionalismo en Navarra complica aún más el apoyo de Albert Rivera.

La decisión de Ferraz de permitir que la candidata del PSN a la presidencia del Gobierno Foral, María Chivite, se imponga al más votado el 26-M, el candidato de Navarra Suma, Javier Esparza -la elección del diputado nacionalista de Geroa Bai, Unai Hualde, como presidente del Parlamento así lo barrunta-, descarta cualquier posibilidad de que Sánchez sea investido por la llamada 'vía Navarra'; esto es, con la abstención de los dos diputados de UPN en el Congreso para convertir en intrascendente la abstención de ERC.

Llama la atención este nuevo y sorprendente giro de los acontecimientos después de que el PSN frustrara la reelección del abertzale Joseba Asirón como alcalde de Pamplona el sábado, en medio de fuertes protestas e insultos en la calle por parte de los partidarios de EH-Bildu. La elección del constitucionalista Enrique Maya, de Navarra Suma, volvió a resucitar esa 'vía Navarra' para Sánchez que ahora se frustra de nuevo.

El PP se frota las manos porque los acontecimientos en Navarra le dan argumentos para evitar hoy la 'abstención patriótica' del PSOE en la investidura de Rajoy

El que se está frotando las manos es Pablo Casado, que con esta decisión ve como a su adversario se le complica por días un panorama que al principio, tras el 28 de abril, parecía que estaba mucho más despejado de lo que está partiendo de la idea de que no hay alternativa a la investidura del socialista. PP, Ciudadanos y Vox solo suman 147 escaños, y nada le vendría mejor al dirigente popular que una repetición de elecciones como hace cuatro años, en la cual Ciudadanos, pero sobre todo Vox, sufrirían para competir con el PP por el voto de la derecha.

Así que no es de extrañar que los populares salieran en tromba a cargar contra la "traición" de los socialistas a la Navarra Foral, esa que reniega del anexionamiento el País Vasco; y, sobre todo, su secretario general, Teodoro García Egea, para avisar de que en estas condiciones la abstención patriótica como la que el PSOE protagonizó en la investidura de Mariano Rajoy (2016) es imposible:

Ciudadanos

Frente a la vehemencia de los populares, sorprendió en esta ocasión que desde Ciudadanos no se hiciera mención a las consecuencias en Madrid del acuerdo navarro. Tanto Albert Rivera como la portavoz naranja en el Congreso, Inés Arrimadas, hablaron de "bochorno" de ver a EH-Bildu entrando en la Mesa del Parlamento Navarro, pero evitaron hacer mención a la investidura de Sánchez.

Mientras tanto, La Moncloa insiste en tejer, de momento, un acuerdo con Unidas-Podemos, al que emplazan a responder ya a la oferta de entrar en 'segundos niveles' del Ejecutivo, aunque la vicepresidenta, Carmen Calvo, no quiere aclarar si son secretarías de Estado, subsecretarías, direcciones generales o solo empresas públicas.   

"Desde luego, no serían responsabilidades en el Consejo de Ministros, pero sí responsabilidades político administrativas importantes, como corresponde en un país como el nuestro, para hacer una labor de carácter político importante", señala la número dos del Ejecutivo socialista para descartar definitivamente que Iglesias se vaya a sentar a la mesa del Consejo de Ministros.

El problema es que los morados no aceptan. Su secretario de Acción de Gobierno, Pablo Echenique, ha dejado claro en La Sexta que ellos solo negocian un gobierno de coalición, con cuotas de poder en función del resultado obtenido por PSOE y Podemos en las pasadas elecciones del 28 de abril.

"La negociación tanto de las medidas como del equipo de Gobierno es un pack en el que va todo junto, y espera que Pedro Sánchez "no traicione la ilusión" de la sociedad que eligió en las urnas "un gobierno de progreso".

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