El acuerdo firmado entre el PSOE, Geroi Bai (la marca del PNV en Navarra), Podemos e Izquierda-Ezquerra para que la socialista María Chivite gobierne la comunidad foral conlleva el "desarrollo y aplicación" de la conocida como "ley de abusos policiales", que supone el "reconocimiento y reparación de las víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos.
La Ley, aprobada el pasado 26 de marzo en el Parlamento navarro, causó un profundo malestar entre los cuerpos y fuerzas de seguridad. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Unión de Guardias Civiles interpusieron sendos recursos ante el Tribunal Supremo porque entendían que el texto permite "reescribir la historia" mediante un "falso relato elaborado por nacionalistas e independentistas", algo que definieron como "un atentado" contra las víctimas del terrorismo de ETA.
La nueva legislación fue la respuesta a la suspensión por parte del Tribunal Constitucional de la anterior legislación, que databa de 2015. El Alto Tribunal dio validez a las tesis de la Abogacía del Estado, que apuntaba que en el artículo 3 se puenteaba al poder judicial al utilizar técnicas de la investigación penal. Algo que rechazaron cinco de los doce magistrados del Constitucional, quienes explicitaron en un voto discrepante que la ley navarra “no pretendía suplantar” a los tribunales.
Asimismo, otro de los puntos del apartado de Memoria, paz, convivencia y derechos humanos pone el foco en el "discurso xenófobo". Los partidos firmantes proponen "impulsar herramientas que detecten y contribuyan a la prevención de discursos racistas, xenófobos y aporófobos".
Respecto al terrorismo, el acuerdo suscrito por las cuatro formaciones navarras indica que seguirán "impulsando el apoyo y solidaridad a las víctimas de ETA y otras organizaciones terroristas, trabajando con las asociaciones que las representan". El documento también pone el foco en los homenajes a terroristas, en una clara alusión a los Ongi Etorri, y muestra su "rechazo de cualquier acción que violente la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo y de sus familias", si bien no se indica que se vayan a prohibir.
Después de San Fermín
El escrito por el que los socialistas gobernarán Navarra se ha conocido en la tarde de este 5 de julio, aunque todos los partidos han avanzado que tiene que ser ratificado por las direcciones de los cuatro partidos. Según han adelantado, esto se producirá cuando terminen las fiestas de San Fermín.
La candidatura de Chivite, por otro lado, no está asegurada. Necesita los votos de EH Bildu para salir adelante. La formación abertzale ha afirmado en un comunicado que la dirigente del PSOE "no tiene mayoría", al sumar 23 de los 50 parlamentarios de la Cámara, y ha destacado que sus votos son "imprescindibles" tanto para "formar gobierno como para mantener una estabilidad".
EH Bildu ha defendido que "un hipotético gobierno que se define a sí mismo como progresista no se puede basar en la exclusión política de una parte de la sociedad, sino en un modelo democrático de convivencia".
Capítulo lingüistico
El documento dedica un capítulo a política lingüística, capítulo en el que se prevé el "impulso de un amplio acuerdo social y político en torno al euskera, reflejo de la idiosincrasia y realidad socio-lingüística navarra, que responda a las necesidades y permita seguir siendo libres en la forma de relacionarnos y convivir con las lenguas habladas en la comunidad foral, alejando definitivamente al euskera del debate partidista, la confrontación y desterrando sentimientos de discriminación en la ciudadanía".
Además, mantienen "como norma de consenso y, en su caso, de desarrollo, la ley foral 18/1986, de 15 de diciembre, del euskera, la cual se podrá ver modificada de acuerdo con los principios expuestos en el párrafo anterior y respetando en todo caso lo dispuesto al respecto en la Lorafna".
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