La negociación del Gobierno con Podemos para el apoyo a los Presupuestos Generales de 2019 atraviesa una situación complicada por la falta de concreción de los socialistas en la respuesta a las propuestas del partido de Pablo Iglesias. El malestar en las filas moradas se hizo palpable a lo largo de este martes ante la necesidad de cerrar el pacto antes de que Pedro Sánchez envíe el próximo lunes el borrador de las cuentas públicas a Bruselas.
La situación se torció este fin de semana cuando los socialistas pusieron sobre el papel los compromisos que estaban dispuestos a aceptar. "Nada de lo que pone en el texto corresponde a lo que nos decían de palabra", explican fuentes de las negociaciones. El secretario general de Podemos aseguró en los pasillos del Congreso haber hablado con el Presidente y reiteró que su formación continúa en "el no".
Los morados son plenamente conscientes de que el Gobierno no puede concederles todas sus peticiones, pero tampoco están dispuestos a firmar un pacto que no satisfaga una parte de ellas o, al menos, las más simbólicas. Este lunes ya pusieron negro sobre blanco sus prioridades. Medidas para frenar el aumento del precio del alquiler en determinadas zonas urbanas; aumento a 1.000 euros del salario mínimo interprofesional en 2019 y garantizar que las 300.000 personas con dependencia reconocida cobran su prestación.
Los socialistas interpretan la maniobra de los morados como una especie de farol para arrancar más medidas en la recta final de la negociación. Un cierto grado de dramatismo que se repite en este tipo de casos. "Se equivocan mucho si creen eso", replican fuentes del grupo confederal. En 2016 ya votaron no a Sánchez aunque eso supusiera que Mariano Rajoy entrase en La Moncloa. Al tiempo que Iglesias marcaba sus líneas rojas, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, seguía manteniéndose optimista para que se cierre el acuerdo esta misma semana.
Los morados lamentan el cierto grado de "opacidad" con la que ese Departamento está llevando la negociación. Poco después del mediodía, trascendió un documento interno del partido al que tuvo acceso Vozpópuli en el que se mostraba el estado de las negociaciones con las respuestas del Gobierno y se detallaba por primera vez el impacto estimado de las propuestas de Podemos.
"El Gobierno tiene que ceder. Ya nos conocen, saben que si ceden habrá acuerdo y si no, no", llegaba a asegurar Iglesias. Lo más probable es que si la negociación sigue estancada, el líder de Podemos y el jefe del Ejecutivo mantengan un encuentro en La Moncloa para tratar de reconducir la situación. "Estamos de acuerdo en que tenemos que llegar a un acuerdo", concluía el secretario general de los morados.
Pero un encuentro entre ambos líderes tendrá difícil solucionar las discrepancias que separan a ambas partes. Uno de los grandes escollos se encuentra en la petición de los morados para intervenir el mercado del alquiler.
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