La Fiscal General del Estado, María José Segarra, no ve delito en poner o en quitar lazos amarillos en los espacios públicos de Cataluña, pero el debate social crece a medida que aumentan los enfrentamientos a cuenta de la colocación y retirada del nuevo símbolo secesionista en diversos municipios de la región.
En medio de la polémica, sí parece estar más claro que el merchandising amarillo, así como la comercialización de otros productos de corte independentista, es una forma de hacer caja, aunque sea en nombre de la llamada "solidaridad" promovida por ANC y Ómnium Cultural.
A tres semanas del 11 de septiembre, ANC y Ómnium han reactivado su maquinaria y ofrecen toda una gama de artículos a través de librerías, supermercados y medios de comunicación
A tres semanas del 11 de septiembre, fecha de la celebración de la Diada, estas asociaciones han reactivado su maquinaria y ofrecen toda una gama de artículos a través de librerías, supermercados, medios de comunicación y kioscos con los que recaudar fondos para financiar sus actos.
Si en el verano de 1992 la señera -la bandera oficial de Cataluña- se convirtió en el producto estrella para saludar al mundo durante los Juegos Olímpicos, en la Diada de 2012 el independentismo sacó músculo disparando la venta de esteladas, un negocio que se ha ido consolidando a lo largo de los años y que alcanzó su cota máxima con el referéndum de independencia de 2017.
'Kit' independentista
Hoy, en consonancia con la actualidad, el lazo amarillo en defensa de la libertad de los políticos catalanes encarcelados ha ido ganando terreno en el mercado, así como las nuevas camisetas secesionistas color coral inspiradas, según la coordinadora de las movilizaciones de la ANC, Elisenda Romeu, en las bridas que sellaron las urnas el 1-O por ser un "elemento que garantiza la transparencia de la votación".
"Por lo general, un empresario de confección quiere producir lo máximo posible y vender, por lo que le da igual que el lazo sea amarillo o azul y que la bandera sea de Cataluña o de España. La ideología queda al margen en la mayoría de los casos", reconoce un conocido empresario catalán del sector textil.
Desde la empresa Textil Rosdan, fabricante del 'kit' secesionista valorado en 15 euros que ANC vende a supermercados, kioscos y librerías de cara a la próxima Diada, explican que hoy en día no se hacen producciones de este tipo y que si a un cortador de camisetas le haces un pedido de miles de unidades, "por muy bajo que sea el precio al que lo venden, sale rentable".
En concreto, ANC ha realizado un primer pedido de 150.000 ejemplares con el lema 'Fem la República Catalana' a la compañía, pero esperan comercializar cerca de 300.000 unidades: "Ellos gestionan la compra y nosotros hacemos la fabricación y distribución a todos sus clientes". Entre ellos, figura la cadena de supermercados Bon Preu, señalada como una de las más afines a la causa soberanista.
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Sin embargo, fuentes del grupo empresarial presidido por Joan Font señalan a Vozpópuli que la comercialización de estos productos responde a la "demanda" de sus clientes y que para ellos son tratados "como otro artículo cualquiera", sin connotaciones políticas.
"Sin ánimo de lucro"
En Estelània, tienda dedicada a la comercialización de esteladas y otros productos, sí reconocen que su objetivo es "hacer país" y explican que, en 2011 y 2012, con las reivindicaciones del derecho a decidir "en ebullición", se vendieron muchas banderas independentistas y que los beneficios obtenidos, en su caso, fueron a parar a la caja de la solidaridad con la que ANC y Ómnium sufraga sus actos.
Fuentes de la compañía banderacatalana.cat aseguran que desde 2013 el merchandising de banderas y productos catalanes crece año tras año
"Desde hace dos años, ya no se venden tanto, no son tan rentables, pues la gente las adquirió en su momento y muchos aún las conservan. En consonancia con la actualidad, desde los encarcelamientos de los líderes políticos, la gente demanda productos amarillos", señalan las mismas fuentes, aunque inciden en que tienen una "clara voluntad cultural y pedagógica" más que lucrativa. Ejemplo de estos artículos son los pines metálicos con forma de lazo amarillo que la plataforma vende a 2,50 euros.
En banderacatalana.cat, donde venden lazos amarillos de plástico por un precio de 4,95 euros para los balcones y destinan los beneficios a la caja de ANC, explican que se trata de un producto para "reclamar la libertad de los presos políticos" y que "la mayoría de catalanes que están a favor del derecho a decidir lo demandan". "Los lazos se venden a precio de coste, no hay ánimo de lucro", señala. Además, fuentes de la compañía aseguran que desde 2013 el negocio -también venden banderas, sombrillas, toallas o urnas- crece año tras año. "Ofrecemos productos catalanes, pero no solo independentistas. Hay otra gama de artículos sin estas connotaciones", aclaran.
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