Tras arduas negociaciones, los líderes europeos eligieron a Úrsula Von der Leyen, Christine Lagarde y Josep Borrell para encabezar la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y la oficina del Alto Representante para la Política Exterior de la UE. Pero los nombramientos aún tienen que pasar el filtro del Parlamento Europeo con un 'hearing' o audiencia pública ante los eurodiputados que termina en una votación que, en ocasiones, ha acabado con derrota para el candidato.
El propio Borrell fue testigo de uno de los mayores varapalos que se recuerdan en la Eurocámara. En 2004, siendo él presidente de la Eurocámara, la comisión de Justicia e Interior tumbó la candidatura del italiano Rocco Buttiglione, propuesto por Silvio Berlusconi, a raíz de unas declaraciones homófobas.
Otro ejemplo de que las votaciones tienen su riesgo en Estrasburgo fue la elección ayer del socialista David María Sassoli para dirigir el Parlamento Europeo. El italiano venció holgadamente en la segunda votación con 345 apoyos, pero quedó lejos de los 444 votos que, en principio, le garantizaban los diputados de su grupo - la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D)- junto con los del Partido Popular Europeo (PPE) y los liberales de Renovar Europa.
En los casos de Von de Leyen, Lagarde y Borrell hay algunas manchas en sus respectivas trayectorias políticas que les pueden complicar su exámenes ante los eurodiputados. La ministra alemana tiene que superar la prueba de fuego a mediados de este mes de julio, mientras que la actual directora del FMI y el ministro español de Exteriores deberán esperar a finales de septiembre o principios de octubre para someterse al escrutinio de los europarlamentarios. He aquí sus principales puntos débiles:
Úrsula Von der Leyen
La eterna sucesora de Angela Merkel ha encadenado puestos ministeriales desde 2004. Primero al frente del Ministerio de la Familia y desde 2013, en Defensa. El principal borrón en su expediente fue la acusación por plagio en su tesis de medicina. La página web Vroni Plag Wiki afirmó que 27 páginas de sus tesis doctoral no eran originales.
La idea de que podía algún día convertirse en canciller perdió fuerza con el desgaste a que se ha visto sometida como ministra de Defensa en Alemania. En octubre del año pasado admitió "errores" en la contratación de asesores externos por su departamento, cuestión que desató críticas de la oposición y la apertura de una investigación preliminar por parte de la Fiscalía.
Se trataba de contratos suscritos, siempre bajo la gestión de Von der Leyen, al frente de Defensa por entonces, por una cifra estimado de más de 100 millones de euros y cuyo objetivo era modernizar sistemas informáticos internos y la logística de las fuerzas armadas.
La Fiscalía de Berlín abrió investigaciones en su momento sobre el caso, bajo la sospecha de que se estuvo contratando en Defensa a profesionales catalogados de falsos autónomos o expertos cuya relación laboral con el ministerio va más allá de la asesoría externa.
Christine Lagarde
La francesa se convirtió en 2011 en la primera mujer al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI) al sustituir a Dominique Strauss-Kahn, otro antiguo ministro francés que tuvo que dimitir enfangado en un escándalo sexual.
En unos meses sustituirá al italiano Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo (BCE) y formará dupla con el español Luis de Guindos, el actual vicepresidente del organismo supervisor. Ambos, tendrán como principal tarea seguir con el mandato del italiano y conseguir subir los tipos sin dejar caer la economía.
A Lagarde le persigue un caso de corrupción que se remonta a 2008, cuando siendo ministra de Economía, aprobó una indemnización multimillonaria de 403 millones de euros al controvertido empresario Bernard Tapie como reparación por las supuestas pérdidas que sufrió en la venta de Adidas por parte del Crédit Lyonnais.
Los magistrados del Tribunal de Justicia de la República declararon a Lagarde culpable por negligencia en el ejercicio de su cargo, pero decidieron no imponerle ninguna sanción teniendo en cuenta su “personalidad” y su “reputación internacional” al frente del FMI.+
Josep Borrell
En octubre del año pasado, el ministro de Exteriores anunció que no recurriría la multa de 30.000 euros que le impuso la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por uso de información privilegiada en la venta de acciones de Abengoa.
La CNMV señaló que el 24 de noviembre de 2015 el ministro, que fue consejero del grupo de ingeniería y energías renovables, vendió por cuenta de su exesposa 10.000 acciones de Abengoa por un importe de 9.030 euros, disponiendo de información privilegiada sobre este emisor.
Al día siguiente de esta operación financiera, las acciones de Abengoa cayeron un 65% en la Bolsa. Borrell estuvo a punto de librarse de que se conociera su sanción porque una reforma legal tras la transposición de una directiva europea de 2014 permite a la CNMV ocultar casos cuando el daño a la persona va a ser "desproporcionado". Ahora, es muy posible que varios grupos de la Eurocámara le afeen este caso.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación