Han vuelto al primer plano. Tras unas semanas en segunda línea, Teodoro García Egea y Javier Maroto han recuperado el protagonismo perdido en la cúpula del PP. Egea fue el encargado de presentar ante la Ejecutiva del PP el informe sobre el resultado electoral de este pasado domingo. También ha sido designado por Pablo Casado para integrar el trío negociador, junto al propio Maroto y Ana Beltrán, de cara a los pactos de gobierno en comunidades y ayuntamientos ahora por venir. Vuelta a la normalidad en el sanedrín de los populares.
Teodoro García Egea era el figura infaltable en todo acto del PP. Número dos de Génova, Egea se venía ocupando de casi todo. Estructura, estrategia, listas electorales, contacto con las terminales de la formación... También comparecía ante los periodistas tras los maitines de los lunes del Comité de Dirección. Para este cometido, solía turnarse con Javier Maroto, el número tres de la casa, amen de vicesecretario de Organización. La vicesecretaria de Comunicación, Marta González, apenas se dedicó a este cometido.
Un alud de críticas
Tras el cataclismo electoral del 28-A, García Egea y Maroto fueron objeto de una serie de críticas desde diferentes sectores de su formación. Al primero se le atribuían todo tipo de excesos e injusticias en la elaboración de las listas. Algo elemental, ya que Casado cambió el 80 por ciento de los cabezas de cartel en las elecciones generales lo que produjo un reguero de damnificados. "La gran purga", lo llamaron algunos barones. En el PP comentaban que Egea carecía de mano izquierda, de sutileza, explica poco las cosas y no informa lo suficiente antes de comunicar decisiones delicadas.
Maroto fue apartado de su responsabilidad como jefe de campaña poco después del naufragio de las generales. En la reunión de la Ejecutiva Nacional, Mercedes Fernández, presidenta del PP en Asturias, lanzó severas críticas contra él, algo inaudito porque en esos cónclaves nadie habla jamás mal de nadie. Dijo de él que "ha tenido más aciertos que errores". Casado tuvo que desplazarlo, muy a su pesar. Lo sustituyó por Cuca Gamarra e Isabel García Tejerina, dos experimentadas del partido vinculadas a Soraya Sáenz de Santamaría y a Dolores Cospedal respectivamente.
Cambios en puertas
Egea se sumergió de lleno en la vorágine electoral, con frecuentes desplazamientos fuera de Madrid en respaldo de las diversas candidaturas. Apenas protagonizaba intervenciones orgánicas, salvo días atrás, cuando fue el encargado de presentar en el Congreso la demanda para la suspensión de los diputados catalanes presos. El hombre omnipresente y todopoderoso de Génova se había difuminado por provincias. Igualmente Maroto, que no logró el escaño por Vitoria, la plaza de la que fue alcalde, ha centrado su actividad durante este tiempo en acompañar a los candidatos municipales del País Vasco.
Ahora han vuelto. Este mismo martes, con Casado en Europa, serán la voz del partido en distintos medios. La normalidad retorna a Génova. El sobresalto del 28-A quedó sepultado por la buena noticia de lo ocurrido el 26-M. Habrá cambios en el vértice de la formación. Casado ampliará su equipo. Pero no tiene previsto prescindir de sus más estrechos colaboradores. Se trata de sumar gente, de ampliar la dirección, actualmente algo limitada.
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