Pedro Sánchez tiene listo un nuevo anzuelo para el Partido Popular. Fuentes de Moncloa confirman a Vozpópuli que el Gobierno ofrecerá al PP sumarse a las negociaciones de consenso sobre la ley de prensa con la que los socialistas buscarán amordazar a los medios críticos -"agenda de regeneración democrática", la llaman-. Una jugada que servirá a Sánchez para instalar su marco del debate en la opinión pública, algo que ha conseguido en numerosas ocasiones a base de retorcer el lenguaje.
"Discutiremos con todas las formaciones políticas del hemiciclo, menos con Vox, con ellos no hablamos", señalan fuentes gubernamentales a este diario. La ronda de conversaciones del Gobierno de Sánchez se producirán después del 17 de julio, cuando el presidente haga una presentación inicial de sus planes para combatir "los pseudomedios", "tabloides" y "bulos". En definitiva, esa "máquina del fango" que se ha convertido en el recurso retórico favorito del Ejecutivo para no dar explicaciones sobre cuestiones como el presunto tráfico de influencias de su mujer, Begoña Gómez, o la querella admitida a trámite contra su hermano por presunto fraude y malversación.
Fuentes de Moncloa confirman que estos días PSOE y Sumar negocian los pilares de esta ley de prensa. Un borrador del que será portavoz el propio Sánchez en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. Hasta septiembre, sin embargo, no estará listo un texto definitivo que recogerá la visión de todos los partidos del hemiciclo.
Habrá que esperar para ver si Génova muerde el anzuelo y se abre a negociar una norma encaminada a silenciar a los críticos del Gobierno y que fue alumbrada por el presidente tras los cinco días de reflexión que tomó, "profundamente enamorado", para pensar sobre su futuro. Cinco días que le valieron para tomar tres decisiones: regular la prensa, plantear medidas para atar en corto a los jueces y presentarse a las próximas elecciones generales como líder del PSOE.
El contenido de la ley Sánchez
El Ejecutivo guarda bajo llave las claves de este proyecto, que en realidad transpone una ley fabricada en Bruselas que lleva por título 'Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación'. Una norma pensada para proteger a los periodistas y la libertad de prensa que Sánchez quiere cocinar en su favor.
Por el momento, solo han trascendido dos medidas por parte de Moncloa. Una fue adelantada por el propio Sánchez en uno de los pocos medios a los que concede entrevistas -Cadena Ser- y consistirá en poner límites a la financiación de la publicidad institucional por parte de los entes públicos. "Hay medios que no tienen ningún lector, solo dinero público", afirmó, sin concretar ningún nombre.
No deja de ser llamativa esta propuesta cuando, tal y como ha publicado El Confidencial, existe una financiación estatal muy superior a los medios afines que a los críticos -y que no se corresponde con las cifras de lectores-.
Por otra parte, Pilar Alegría ha avanzado que la ley que prepara el Gobierno obligará a los medios de comunicación a ser transparentes con sus fuentes de financiación. Esto es algo que ya exige la directiva europea que deberá transponer España antes de 2025. La directiva estipula que todos los medios de comunicación deberán publicar en una base de datos nacional la identidad de sus propietarios y si son parcial o totalmente de titularidad pública.
Una transparencia que se exige a los medios pero de la que el Gobierno de Sánchez no ha hecho ninguna gala estos años, evitando dar a conocer cómo se ha repartido la inversión en publicidad institucional.
El viejo sueño de Zapatero
La regulación de los medios de comunicación es un viejo sueño del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, gurú de Pedro Sánchez. El 25 de noviembre de 2003, antes de ganar las elecciones y alcanzar la Moncloa, Zapatero expuso su compromiso para regular el "estatuto del periodista" en la jornada parlamentaria Derechos a la información, Derechos de los informadores, organizada por el grupo socialista.
En su intervención propuso la creación de un Consejo Estatal de la Información y apuntó la idea de "regeneración democrática" que tanto repite ahora Sánchez. Zapatero se comprometió entonces a que el estatuto del periodista establecería "un código de incompatibilidades y un código ético. Creará la figura del Consejo de Información de ámbito estatal y, opcionalmente, autonómico".
"¿Alguien puede pensar que hoy tras ocho años de gobierno del Partido Popular se ha producido de verdad una regeneración democrática? Sinceramente creo que vivimos los momentos de menor pluralidad, libertad e independencia informativa y periodística de nuestra democracia", dijo entonces Zapatero.
Habrá que esperar para ver si Sánchez compra la idea del expresidente y aboga por la creación de un Consejo Estatal de la Información o de un código deontológico para periodistas diseñado por políticos.
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