Génova impone su ley. La dirección nacional del PP ha empezado un proceso de relevos en las organizaciones regionales. Valladolid y Valencia han sido los escenarios de los primeros cambios. La formación de las nuevas diputaciones provinciales facilita estos cambios. En Valladolid, por ejemplo, Alfonso Fernández Mañueco, presidente regional, ha tenido que sacrificar a Jesús Carnero, su candidato para presidir la Diputación, y poner en su lugar a Conrado Ordóñez, el hombre apadrinado por Génova.
No ha sido fácil la decisión, que se ha adoptado en vísperas del pleno de constitución de ese organismo provincial. Carnero, pese a contar con el respaldo de la mayoría de los alcaldes de Valladolid, amen del apoyo del propio líder regional, ha tenido que ceder.
Mañueco ha rendido finalmente la cabeza de su apadrinado a la dirección nacional en aras de superar una tensión creciente. Ciudadanos había reclamado también su cese dentro de sus exigencias de que nadie permanezca en un cargo más de dos mandatos y Carnero es un histórico de la región. Mañueco decidió asumir las directrices de Madrid porque ahora está centrado en negociar con Ciudadanos la presidencia de la Junta, un proceso complicado que parece caminar en la buena dirección.
Proceso de cambios
Valencia es otra zona de cambios promovidos desde Génova. Mari Carmen Contelles, portavoz de la diputación de la provincia y figura protegida por la presidenta del PP regional, Isabel Bonig, también ha visto bloqueadas sus aspiraciones por repetir en el puesto o, al menos quedarse en la corporación provincial. José Ramón Adsuara, el responsable de la gestora que conduce el PP en Valencia, y hombre de la total confianza de Casado, ha impuesto su criterio y ha apartado a Contelles de toda posibilidad de continuar en la Diputación.
Génova está aprovechando estos procesos de renovación de organismos provinciales para proceder a la 'limpia' de algunos elementos que considera poco afines a la actual dirección. El 'nuevo PP' se puso en marcha con los relevos en la cúspide de la formación y, luego, reforzado con los cambios en las cabeceras de cartel para las generales.
El desastre electoral del 28-A frenó este empeño de Casado en proceder a la renovación del partido. "Los reconstruiremos piedra a piedra", declara habitualmente. De momento son algunos signos de que la voluntad para seguir adelante con este empeño no ha cesado. Y que se retomará una vez consumados los pactos de los distintos gobiernos regionales y locales ahora en marcha.
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