Hay contactos ‘discretos’ entre Moncloa y la Generalitat. Lo ha desvelado, con estruendo y sorpresa, Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña y ‘mano derecha’ de Sáenz de Santamaría en la denominada ‘operación diálogo’ puesta en marcha el pasado septiembre para frenar el ‘proceso de desconexión’ que impulsan las fuerzas secesionistas.
Algo se mueve en el ‘frente’ político de Cataluña. Artur Mas propuso, en su reciente intervención en la Universidad Autónoma de Madrid, la posibilidad e explorar ‘una tercera vía’ de diálogo en la que el referéndum no apareciera como condición imprescindible para avanzar. El Gobierno de Rajoy ultima un paquete de medidas que sirvan de base a las negociaciones, apenas en fase de tentativa, con el Gobierno de Carles Puigdemont. Esta iniciativa tiene como eje las 45 reclamaciones que en su día presentó el jefe del Ejecutivo catalán en Madrid sobre las que el presidente del Gobierno se ha mostrado siempre abierto a explorar. “Se puede hablar de todo menos del plebiscito”, es la frase que repite con frecuencia Mariano Rajoy al ser preguntado sobre este particular.
La Generalitat desmiente todo
Millo ha desvelado que se están llevando a cabo consultas ‘discretas’ entre el Ejecutivo central y el catalán, con la mirada puesta en superar el atasco en el que se encuentran ahora mismo las relaciones entre ambos. Neus Munté, la portavoz de la Generalitat, ha desmentido tal circunstancia, y ha negado que haya “oferta dialogo ni propuesta para sentarse a hablar”.
Fuentes de la Moncloa insisten en que las conversaciones existen y se están llevando a cabo con enorme discreción. En el paquete que ha preparado el equipo de la vicepresidenta del Gobierno figuran mejoras en financiación, ferrocarriles de cercanías o el corredor del Mediterráneo. Sáenz de Santamaría se desplaza este lunes de nuevo a Barcelona donde asistirá al homenaje que se le dispensa a la Reina doña Sofía en el Liceo y también estará en la cena de entrega de premios de El Periódico, con presencia de políticos, empresarios y representantes de la vida social catalana.
La vicepresidenta no tira la toalla. Sigue adelante con la ‘operación diálogo’, ahora en una etapa algo más apagada. El impulso secesionista al referéndum programado para septiembre, unido a las cuentas pendientes con los tribunales de algunos dirigentes soberanistas han frenado el avance de esta iniciativa. Millo ha desvelado, sin embargo, que el diálogo continúa. “Diseñamos entre todos un camino alternativo al de la colisión que supone insistir en el referéndum”, declaraba hace unas horas.
'Comerciar con la amputación'
Mientras Mariano Rajoy subía el tono para referirse al conflicto catalán y hablaba de que no se "comercializará" con quienes pretenden la "amputación" de una parte de España, su vicepresidenta sigue adelante con su estrategia de aproximación a la sociedad catalana. Desde Moncloa se advertía la semana pasada de que las conversaciones no se limitan a la Generalitat. La idea es ampliar estos contactos a representantes políticos e incluso dirigentes municipales. Hay pendientes encuentros con los alcaldes de Lleida, Tarragona e incluso con Ada Colau, primera edil de Barcelona. “Si la Generalitat no quiere, ese es su problema”, declaró Millo.
Los dirigentes secesionistas temen aparecer como los responsables del bloqueo en la salida dialogada. Durante años han acusado de inmovilismo a Rajoy y le han reprochado no mover un dedo para solucionar este enrevesado asunto, que se prolonga ya desde hace años. Ahora Moncloa se mueve. La vicepresidenta sigue, paso a paso, con su operación. Tiende puentes e impulsa encuentros y entrevistas. Representantes del Gobierno y de la Adminsitración forman parte de este operativo, que se desarrolla discretamente. Apenas trascienden los pasos que se dan en esta dirección. De ahí que las palabras de Millo hayan sorprendido en un momento en el que se considera que la operación de Santamaría se encontraba en punto muerto cuando no totalmente ‘muerta’.
Santamaría tiene previsto mantener a lo largo de este lunes diversos encuentros con entidades y personas que ‘no necesariamente se harán públicas”, según fuentes de la delegación de Gobierno. Es algo que se ha venido haciendo y que ahora va a cobrar un mayor impulso. El calendario se acelera y la CUP exige a la Generalitat que adelante la celebración del reférendum para antes del verano. Sobre esta cuestión no hay todavía una opinión tomada. Lo que parece claro es que la vicepresidenta mantiene su plan sin frenazos ni interferencia. Eso sí, en forma muy discreta
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