Política

Las broncas con Montero provocan la salida del gurú argentino de Podemos

Aunque en su carta de despedida Pablo Gentili mantiene un perfil bajo, en el partido morado explican que estaba “harto” de las continuas sospechas y de las malas relaciones con algunos segmentos de la cúpula

Pablo Gentili llegó a Podemos hace más o menos un año. Fue un fichaje estrella del propio Pablo Iglesias, vía Juan Carlos Monedero, quien facilitó su incorporación tras la caída de Dilma Rousseff. En su año como jefe de gabinete del secretario general, Gentili destacó más por sus buenas maneras que por su influencia en la estrategia de la formación. Además, según explican fuentes del partido morado, estaba “harto” del trato que recibía por parte de figuras de la cúpula afines a Irene Montero.

Estaba harto de llevar cafés, aguantar a Irene Montero y soportar el acoso cuando hacía algo por su propia iniciativa”. Un dirigente del partido morado comenta con estas duras palabras la salida de Gentili. “Ha decidido irse”, añaden otros en el partido, porque, dicen, su papel estaba desdibujado.

“Pablo le escuchaba, pero siempre decidía él qué hacer; ni pinchaba ni cortaba nada”, añaden, recordando que Iglesias siempre ha confiado mucho en su instinto y que sus consejeros se cuentan con los dedos de una mano. Aunque su relación con Gentili era "buena". 

Para otros, la salida de Gentili refleja el aislamiento del líder. “Iglesias cada vez está más solo en su torre de marfil”, comenta otro dirigente del partido, que recuerda cómo ese fichaje fue defendido a bombo y platillo y solo ha durado un año.

Mención a Iván Redondo

En la mañana del pasado martes, Gentili ha enviado una carta al partido (firmada ya desde Buenos Aires) en la que explica su salida de Podemos y entrada en el Ejecutivo de Alberto Fernández en Argentina. Kirchnerista desde siempre, el nuevo ministro de Educación argentino Nicolás Trotta es su amigo y se va a incorporar en su departamento, aunque en la secretaria de Políticas internacionales.

En su carta de despedida, Gentili ha agradecido la experiencia al lado de Iglesias y ha mencionado también a Montero. Un estilo elegante, debido posiblemente a que una de sus tareas será mantener los contactos con España en el marco de las relaciones “iberoamericanas”.

Iglesias y Redondo.

Ha sorprendido por otro lado por su mención a Iván Redondo, el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, con el que estrechó una relación de amistad y que, según algunos en Podemos, le costó el alejamiento de Montero y de sus colaboradores, como Rafa Mayoral y Juanma del Olmo. Aunque también hay quien sostiene que ese guiño es algo parecido a un “aval” para presumir de sus contactos de cara al futuro cargo.

Viajes a Buenos Aires

Con Del Olmo el enfriamiento era conocido desde el verano. El jefe de campañas encargado de fijar las líneas de la propaganda del partido sufrió el protagonismo del argentino. De aquella confrontación llegó el alejamiento de Montero, según algunos. Le achacaron, tal vez injustamente, la responsabilidad del diseño del cartel “VuElve”, criticado por sus tintes machistas. Luego llegaron las sospechas durante la negociación con el PSOE.

Cartel de Podemos sobre le regreso de Iglesias

A partir de finales de octubre, cuando el peronista Fernández ganó las elecciones en Argentina, Gentili intensificó sus viajes a Buenos Aires. Oficialmente viajaba por “razones personales”, aunque muchos apuntaban a que estaba buscando regresar a su país natal. El día después de las elecciones del 10 de noviembre, por ejemplo, ya estaba en Argentina: un hecho poco habitual siendo él el jefe de gabinete de Iglesias en el arranque de las negociaciones.

Fue entonces cuando recibió la llamada de Redondo para comunicar a Iglesias que Sánchez quería verle. El propio Sánchez acabó llamando a Iglesias para pedirle que fuera en secreto a La Moncloa. En esa primera reunión le confirmó su interés en avanzar hacia una coalición y llegó incluso a pedirle “disculpas” por haberse “equivocado”, como desveló Vozpópuli.

Fernández no quiso ver a Iglesias

Para muchos, en aquel momento la figura de Gentili ya estaba desdibujada. El sociólogo del Clacso que había conocido a Iglesias en marzo de 2018 durante el Día de la Memoria (conmemora el aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976) es posible que hubiese tomado su decisión. El pasado 6 de septiembre, en el partido sostienen que intentó reunirse con Alberto Fernández en su visita a Madrid. Fernández en aquella visita rechazó encontrarse con Iglesias.

El argentino que convenció a Iglesias con dos botellas de vino de gran calidad ha decidido dejar la política española. Con cuatro hijas, Gentili ha buscado un puerto más seguro que en el frágil encaje gubernamental de Podemos con el PSOE y ERC. “Tenía ganas de irse”, admiten varias voces en el partido morado. Y lo ha hecho manteniendo su estilo: sin hacer ruido y con la intención de no estropear unos contactos que en el futuro, quizás, puedan resultar útiles.

Iglesias se lo ha agradecido en redes sociales. Un detalle a la luz del clima de tensión que se vive tras la denuncia de dos exabogados del partido por supuestas irregularidades. También Monedero lo ha hecho. Montero, sin embargo, ha callado.

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