Política

La parálisis de Sánchez dispara la inquietud en el PSOE por la incertidumbre de las urnas

El viejo socialismo emite los primeros síntomas de alarma por la manera en la que se está afrontando la recta final de la negociación. Nuevo encuentro con Unidas Podemos este martes

"Si no hay alternativa, ¿por qué vamos a generar una en otras elecciones?". La frase de un destacado líder del PSOE resume la inquietud que la recta final de la negociación para la investidura de Pedro Sánchez está generando en el seno del partido.

La prueba quizá más evidente de las dudas que asaltan al PSOE ante un regreso a las urnas el 10 de noviembre ha sido la salida en tromba del viejo socialismo. Los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero han animado al presidente del Gobierno en funciones a que aparque la idea de la repetición electoral.

El PSOE y Unidas Podemos se han emplazado este martes a una nueva reunión después del fracaso de su anterior encuentro la semana pasada. No ha habido avances de ningún tipo desde entonces. Y las dos partes han admitido que los días han transcurrido sin diálogo ni intercambio de documentación. El plazo para intentar una investidura expira el 23 de septiembre y lo más probable es que el Rey Felipe VI convoque una ronda de consultas la próxima semana.

Lastra contra Podemos; Ábalos contra PP y Cs

El PSOE mantiene la estrategia comunicativa habitual de los últimos meses. Un reparto de roles y mensajes. La portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, se centra en presionar a Podemos; mientras, el secretario de Organización y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, pone el foco en atacar a PP y Ciudadanos. 

Tanto en el PSOE como en Podemos dan por hecho que Sánchez lleva el partido de la investidura al pitido final. "Es un juego del gallina de manual", dicen. El partido de Pablo Iglesias sostiene que si se retoma el diálogo en el punto que se quedó en la investidura fallida de julio -una vicepresidencia y tres ministerios-, el acuerdo es cuestión de horas.

El PSOE, por su parte, asegura que esa oportunidad es historia. Y no se mueve de momento de su oferta de programa compartido y cargos en instituciones y organismos al margen del Consejo de Ministros.   

La pregunta que se hacen muchos en el PSOE es si Sánchez ha optado ya por volver a las urnas, y se dedica a jugar los minutos de la basura. Las encuestas publicadas le son favorables. Pero hay muchos dirigentes del partido que tienen dudas. Es, dicen, abrir la puerta a una aritmética parlamentaria diferente y, por lo tanto, a una alternativa de Gobierno que no pase necesariamente por el PSOE.

La preocupación es intensa en las comunidades autónomas, que temen una asfixia económica por la imposibilidad de actualizar la financiación en un entorno de desaceleración. En las regiones donde gobierna el PSOE, la oposición aprieta; y en las que gobierna PP y Ciudadanos se culpa sin descanso a la "parálisis" del jefe del Ejecutivo.

Casi todo el Gobierno da por hecho que Iglesias ofrecerá la llamada investidura gratis si no hay acuerdo de coalición. Una vía que Sánchez rechaza. El líder del PSOE no quiere un gobierno en franca minoría, sino que la formación morada le garantice estabilidad. Pero será difícil que Felipe VI no le proponga como candidato teniendo los apoyos garantizados.

ZP y González rechazan el 10-N

La intervención de Zapatero sobre esta cuestión ha sido significativa. El expresidente socialista, uno de los mediadores habituales entre Iglesias y Sánchez, ha puesto voz a esas dudas que existen en el seno del PSOE. Y ha invitado a los dos partidos a pactar la investidura y después ir construyendo confianza y acuerdos a lo largo de la legislatura. Todo menos elecciones.

"Se debería hacer un esfuerzo para que hubiera gobierno", ha dicho en LaSexta. "Es claro que hay una mayoría progresista. Lo sensato es que se invista presidente a Pedro Sánchez y, a partir de ahí, se siga dialogando y negociando".

Las palabras de Zapatero se suman a las de González el domingo en El País. El también ex presidente fue contundente a la hora de desmarcarse del 10 de noviembre por muchos sondeos que maneje Moncloa. "Que hagan lo que quieran, pero que no nos lleven a elecciones y que respeten las reglas del juego", dijo. 

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