El beso entre Íñigo Errejón y Manuela Carmena duró lo que dura una campaña electoral. La efusiva unión entre el exnúmero dos de Podemos y la exalcaldesa de Madrid no sirvió para que Carmena revalidara la alcaldía el año pasado. Acto seguido, los dos activaron una guerra interna de baja y media intensidad para liderar el proyecto político de Más País. Carmena abogó por el modelo de la plataforma y Errejón por el del partido tradicional. Para algunos es una contienda entre "la coherencia y el oportunismo" y ahora la ruptura es casi inevitable.
La primera grieta se detectó por la portavocía del grupo municipal de Más Madrid, núcleo irradiador de Más País, antes de su llegada al Congreso de los diputados en diciembre. Antes del pasado verano, en las reuniones internas el segmento afín a Carmena se enfrentó al equipo de Errejón, liderado por la concejal Rita Maestre.
En esas reuniones los dos sectores debatieron sobre cómo dar cuerpo a un proyecto político que Carmena deseaba que mantuviera el espíritu de la plataforma ciudadana. La exregidora y jueza no cree en la estructura tradicional de los partidos. Su vocación es el movimiento libre de jerarquía, o lo que por otro lado se puede reducir en un mecanismo muy vertical en el que la cúpula lo decide prácticamente todo, pero mantiene un contacto directo las bases.
Errejón, en cambio, apuesta por una idea más tradicional de organización. Su intención es sustraer a Podemos parte de su estructura, y convertir lo poco que tiene Más Madrid (sedes, locales) en algo parecido a los círculos morados, con sus afiliados y cuotas. Para Errejón y la inspiradora de la nueva estructura, Tanía Sánchez, se trata de lanzar un partido confederal, con siglas regionales integradas entre ellas y capaz de remar en la misma dirección. Esa idea empezó a cuajar hace más de un año, como desveló Vozpópuli.
Asamblea virtual en junio
Más Madrid decidirá en una asamblea virtual en el mes de junio su constitución como plataforma inédita "al menos en la política madrileña", según dijo Maestre. La dirigente habló de un proyecto sin secretaría general ni estructuras verticales, para afianzar un modelo donde "no se produzca esa concentración de poder tan extrema en una figura o en unas pocas figuras", dijo a Europa Press.
Los herederos del trabajo de Carmena, sin embargo, creen que esas palabras no corresponden a la realidad, puesto que de facto se está avanzando en la construcción de un partido más o menos tradicional.
Un año después de las elecciones autonómicas, las dos almas de Más País han acabado en una bronca de difícil solución. El pasado sábado, Marta Higueras, actual portavoz de Más Madrid y persona de máxima confianza de Carmena, declaró su falta de interés en trabajar para la construcción del partido Más Madrid. El martes, también se descolgó Luis Cueto, sobrino político de Carmena y su mano derecha durante el anterior gobierno municipal.
Carmena todavía no se ha expresado, pero su sector está convencido de que los más de 500.000 votos logrados en las últimas elecciones municipales son en gran mayoría el resultado del trabajo e imagen de la exregidora. Y que sin ella el nuevo proyecto de Errejón está destinado a fracasar. Visto desde la otra orilla, en Podemos, observan con tranquilidad al nacimiento del nuevo partido errejonista. Para ellos ya no representa un peligro. "Ya veo a Íñigo integrarse en el PSOE", ironizan miembros del partido morado. Aunque admiten: "Si quieren seguir no hay otro camino: del partido de Carmena al partido de Errejón".
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