El Consejo de Ministros aprobó este viernes una partida de 63 millones de euros para subvencionar los gastos electorales que tendrán los partidos políticos ante el próximo ciclo de comicios que se avecina tras la convocatoria de las elecciones generales para el 28 de abril.
El Gobierno ha tenido que echar mano del Fondo de Contingencia para sufragar unos gastos que contemplaba en el proyecto presupuestario tumbado el pasado miércoles por el Congreso. Asimismo, el Ejecutivo socialista aprobó una ampliación de crédito de 176 millones en el Ministerio del Interior destinado a sufragar los gastos logísticos de las elecciones locales y al Parlamento Europeo previstas para el 26 de mayo.
Al margen de los gastos electorales, el Estado subvenciona cada año los gastos de funcionamiento ordinario de los partidos con una partida de 53 millones de euros, que en el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero llegaba a los 82 millones.
El Consejo de Ministros del pasado 1 de febrero aprobó esos 53 millones de euros, de los que el PP recibe 17,5; el PSOE 10,8 (el PSC 1,2); Unidos Podemos 7,1; y Ciudadanos 6,3. Por su parte, las coaliciones de Podemos En Comú Podem (Cataluña) y En Marea (Galicia) reciben 1,9 millones y 775.514 euros, respectivamente. Entre los grupos catalanes, el PDeCAT se lleva 1,1 y ERC 1,4, mientras que los valencianos de Compromís se embolsan 1,4 millones.
Los partido se financian a través de fondos públicos y privados que deben ser fiscalizados por el Tribunal de Cuentas. Pero en su gran mayoría se nutren de las arcas públicas y no tanto de las cuotas de los afiliados, de créditos bancarios, de donaciones o de los beneficios que ellos mismos generan.
Además de la partida para los gastos de funcionamiento que transfiere Interior cada ejercicio, las formaciones también se nutren de los fondos que aportan el Congreso y Senado (16 millones) y las distintas Cámaras autonómicas (64 millones) a los respectivos grupos parlamentarios. En total, la cifra supera los 80 millones sin contar con los fondos de ayuntamientos y diputaciones provinciales.
Y no hay ninguna norma que impida que ese dinero acabe en las cuentas centrales del partido y no se dedique al fin para el que está previsto. Además, Interior también destina otra partida de 2,7 millones de euros para los gastos de seguridad privada de las formaciones políticas. Hace diez años, la cifra alcanzaba los 4,1 millones.
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